Intervencionismo

 

Eva Golinger – www.aporrea.org
15/07/06

El Presidente George W. Bush declaró ante ayer que Israel “tiene el derecho de defenderse ” ante cuálquier amenaza. Estaba refiriendo al conflicto entre el estado Israel y el movimiento Hezbollah que se ha agitado durante la última semana en esa región. Un periodista de la cadena CNN terminó un reportaje sobre éste mismo asunto comentando, “Hay que recordar quien es el agresor.” Lo dejó así de ambiguo, pero fue muy claro su punto de vista. Ahora, cuando el gobierno de los Estados Unidos publica un informe sobre como se deber invertir más de 80 millones de dolares para “acelerar” un cambio en Cuba que sea una “transición” y no una “sucesión”, y que habla detalladamente sobre como aumentar esfuerzos para acabar con el gobierno de Fidel Castro en Cuba y cambiar el sistema socio-político-económico cubano, hay que preguntarse entonces, ¿Quién es el agresor? ¿Cuba no tendrá el derecho de defenderse ante ésta amenaza? La Carta de las Naciones Unidas establece que uno de los principios fundamentales de mantener una comunidad internacional basada en la paz y la seguridad es el respeto a la soberanía de cada estado miembro y el derecho inalienable a la auto-determinación de los pueblos. El informe de la “Comisión por la Asistencia a una Cuba libre”, firmada por la Secretaria de Estado de los EEUU, Condoleezza Rice y dirigido al Presidente George W. Bush, propone incrementar el financiamiento de Washington a grupos anti-castristas en Cuba y en el exterior para este año fiscal en más de 80 millones de dolares, mientras utilizan otros mecanismos para inyectar propaganda y mensajes anti-cubanos y pro-estadounidenses dentro del territorio de la isla caribeña.

También, el informe intervencionista recomienda tomar medidas para frenar el intercambio entre Venezuela y Cuba, y obstacular o criminalizar lo que Washington dice es “el financiamiento a un régimen de terror que está desestabilizando a los países en la región.” No dan ejemplos de esta supuesta desestabilización e influencia forzada sobre otros en el hemisferio, pero indican que la amenaza es “grave” y debe entonces ser acelerado el esfuerzo para derrocar a Fidel Castro y asegurar que el actual sistema cubana no permanezca.

Washington tiene el derecho de no estar de acuerdo con el sistema cubana, pero no tiene el derecho de intentar destruirlo e imponer uno a su gusto. Lo mismo sucede en el caso de Venezuela. El gobierno estadounidense ha tomado muchos pasos para eliminar al gobierno venezolano actual, através de golpes de estados, sabotajes económicos, campañas de desprestigio, operaciones sicológicas, Guerra mediática internacional, diplomacia perversa, financiamiento masivo de la oposición y otras tácticas. Todos estas inciativas no apoyan a la democracia en Venezuela, ni cumplen con los principios básicos del derecho internacional y el respeto entre los paises de la comunidad internacional. Sin embargo, Washington acusa a los demás de “intervenir” en los asuntos de otros países o de ser “amenazas” a la estabilidad del hemisferio o del mundo. La evidencia demuestra, sin duda ninguna, que los Estados Unidos es el principal promovedor del intervencionismo en el mundo. Reclama el derecho de defensa solo por sus aliados, pero no extiende el mismo tratamiento a sus competidores, o a los países no subservientes a sus intereses.

El intervencionismo es una enfermedad que pudre la sociedad y atenta contra el bienestar de la humanidad. Los Estados Unidos ha lanzando e impuesto una Guerra internacional contra los pueblos, miles se mueren cada día en nuestros países a causa de su política explotadora y bélica, y la pobreza escala en lugar de disminuir. Viendo a los hechos: la Guerra en Irak, la Guerra en Afghanistan, los golpes de estado contra los pueblos latinoamericanos, la agresión contra Cuba, las amenazas hacia Venezuela y otros países, la explotación de los recursos naturales en los países más pobres y la violación de la tierra y sus habitantes; se hace facíl la respuesta de ésta pregunta, ¿Quién es el agresor?

Los pueblos tienen el derecho de defenderse.