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Es el sentimiento que tienen 96 personas que desde hace un par de meses adquirieron el compromiso de dejar de vivir en puentes o a orillas del río Guaire, las armas y el consumo de drogas y alcohol. Esos individuos ahora viven en la granja militar Caruta (Car), donde fueron trasladados voluntariamente por la Misión Negra Hipólita del Ministerio de Participación Popular y Desarrollo Social.
Allí están aprendiendo los oficios del campo y preparándose psicológicamente para reinsertarse en la sociedad.
Entre los nuevos agricultores se encuentra Jenny Márquez (28), hija también de una indigente y madre de un bebé de seis meses de edad. Ella se muestra como una mujer con una semblanza dura y amarga. La razón, dice, es que pasó 15 años viviendo en la calle.
«Los últimos años estuve debajo del puente de Plaza Venezuela. Consumí drogas y robé.
Llevé golpes de la policía y la Guardia Nacional. Por esa mala vida, me quitaron a una niña que ahora tiene 13 años. Al nacer este bebé sentí ganas de vivir. Por eso acudí a las carpas de la Cota Mil y aquí estoy con mi niño Maikel y mi esposo Jorman».
Al igual que Jenny, Keyla Paredes (19), una joven que luce una barriga de 9 meses de gestación y que desde hace cuatro años deambulaba por los predios de Plaza Venezuela, se forma en labores artesanales. Por su condición de gravidez no hace trabajo fuerte.
Sólo se dedica a trasplantar frutales mientras su estado se lo permite. Ella dice que llegó al abandono por falta de cariño en su hogar. Conoce de cerca la violencia, el hambre y el frío. «Todo eso lo estoy superando».
Una experiencia más cruda
entre los motivos recurrentes de la separación del hogar prevalece la necesidad de trabajar a temprana edad y la muerte de los padres. En la granja Caruto aprenden agricultura, ganadería de cultivo y cría de pollos.
Además indicó que mientras se hacen útiles recibirán Bs. 250 mil mensuales. Dijo que en 15 días proporcionará 65
vivió Jean Carlos (26). Desde los 11 años consumía drogas.
«Andaba como un psicópata».
Hace un año me llevaron a Cuba. Me arrepiento de no haberle hecho caso a mi abuelo que me decía que estudiara. Necesito que me perdone. Estoy aprendiendo un oficio».
EL TRABAJO TIENE SU RECOMPENSA
El ministro Jorge Luis García Carneiro informó que han rescatado a dos mil 914 indigentes y que la meta para finales de año es recuperar a cinco mil. Estos individuos están recluidos en 18 centros.
Destacó que las edades más frecuentes se ubican entre 29 y 39 años (31,3%), 40 a 50 (28,8%) y 18 a 28 (22,5%).
En cuanto al nivel educativo señaló que 30% del total no completó la primaria y 27,5% la culminó pero no siguió estudiando.