BOLIVIA, un año con Evo Morales

Hace un año…comentarios racistas y despectivos se ensoñeraban de muchos
diarios europeos, y el recurso a la vestimenta del primer Presidente Indio
de Bolivia servía de excusa para disfrazar las posturas inmobilistas de
los intereses colonialistas.

¿que no gusta la palabrita colonialista? Pues de qué otro modo podría
calificarse la defensa a ultranza de los beneficios demostradamente
ilegales, ilegítimos y saquedores de muchas empresas en territorio
boliviano?. Qué mejor demostración de los mismos  el que ninguna empresa
se haya querido quedar fuera, tras los meses decretados de negociación, y
todas-toditas hayan firmado contratos, ventajosos sin duda, pero con «un
poco» de mayor compensación al país en el que operan?

Hace un año una fiesta popular intensa aquejaba a Bolivia, y los discursos
del Presidente en el Palacio, en la Plaza San Francisco, y en el recinto
sagrado de Tiwanaco, mostraban además de un compromiso irrestricto , una
simbología de dificil comprensión para nuestras concepciones
occidentalizadas.

De las tres promesas centrales, de los tres compromisos asumidos de los
dinámicos movimientos sociales de Bolivia, 1- la nacionalización del gas,
motivo de las «guerras del gas» y defenestración popular de Sánchez de
Losada, por motivos sangrientos, y de Carlos Mesa, por motivos
dubitativos, 2-la convocatoria de Constituyente, y 3-la búsqueda de
justicia para con los asesinatos de Sánchez de Losada…los tres han
tenido un grado importante de cumplimiento.

Y eso es seguramente motivo de que las estimaciones y encuestas sigan
mostrando un amplísimo apoyo al Presidente y su gestión: no hay costumbre
de que las promesas se cumplan, y por otro lado en el mundo indigena «la
mentira» es un concepto impensable.

Hace un año un «indio en la corte de Madrid» recordaba levemente aspectos
torpes de nuestra historia colonial, y la respuestas mediática y
gubernamental seguía siendo igual de torpe y colonial, centrada en la
supuesta defensa de multinacionales supuestamente españolas y sus
«externalidades» en Bolivia. (ingeniero Marc Gavaldá, libros sobre
desafueros de Repsol en Bolivia).

Un año después aquel presidente que ya no lidera huelgas de hambre, que ya
no padece cárcel por las movilizaciones, ha realizado una gestión que ha
logrado aumentar el grado de comprensión, estima y prestigio de Bolivia y
sus gentes. Ha fortalecido al estado y ha ganado legitimidad en la
población.

Un prestigio internacional conseguido con paciente firmeza, con rigor y
con mucho pragmatismo: Tanto que no ha dudado en «cargarse» a ministros
prestigiosos y coherentes, como el de Hidrocarburos, para lograr acuerdos
seguramente que moderados con los países cuyos gobiernos se consideran
meros gestores de intereses de empresas transnacionales.

Y el estado va bien, en el sentido macroeconómico, con un 5% de superavit,
las reservas se han multiplicado, la alfabetización cobra cuerpo central,
junto a operaciones milagro, y atenciones en salud en lugares recónditos,
con la colaboración inestimable de Cuba y Venezuela.

Algunos consideran que las medidas de Evo Morales son meramente
simbólicas, y que no afectan al corazón de la desigualdad boliviana. Y que
la confrontación en la Asamblea Constituyente, y la amenaza separatista de
la oligarquía cruceza es muy fuerte.  Y sí, es muy fuerte. Ningún cambio
se da con toda la amabilidad y sin resistencias.

Otros, seguramente que con total legitimidad moral y politica (como el
ex-ministro mencionado Solis Rada) denuncian el mantenimiento de tropas
bolivianas en Haití, y sobre todo sectores populares (con alcaldes como el
de Achacachi a la cabeza) siguen confrontando, en la calle, a los
derechistas atrincherados en algunas prefecturas, por su persistencia en
poner en entredicho la legitimidad de los cambios, y tratar de imponer
desde sus despachos un des-orden que favorezca la disgregación y
confrontación de regiones ricas con regiones pobres.

Sí, en efecto, la confrontación no es sólo en despachos de petroleras y
terratenientes, en palacio y en Congreso, sino, como siempre, en la calle.
¿Acaso podría ser de otra forma si de trasnformaciones se trata?

La pretensión liderada por Evo Morales de refundar el país tiene asideros
en las medidas y rumbo tomado. La capacidad de hablar con voz propia en el
escenario internacional, y no doblar la cerviz como hasta ahora, ni en la
Moncloa o la Zarzuela, ni ante Fox o ante Uribe, ni ante Bush, tiene un
afecto multiplicador y digno ante millones de desheredados.

La medida esbozada por el gobierno español de que para abril la gente
boliviana precisaría visado para entrar a España, podría tener la misma
respuesta dada el primero de enero para ciudadanos estadounidenses:
ustedes nos piden visado, nosotros también , medida de reciprocidad
indígena. Y eso ¿sería bueno o sería negativo para «los intereses»
españoles?

Evo cumple año de gobierno, arropado por una campaña que ha logrado
potencia, para candidatearle al premio Nobel de la Paz.  Pero sobre todo,
como resultado de muchas, muchísimas rebeldías desconocidas de Bolivia,
Evo encarna en el presente muchos, muchísimos anhelos preservados en el
tiempo desde la rebelión de Tupac Katari. Aquel que dijo mientras los
españoles lo descuartizaban: volveré y seré millones.

En buena hora será arropar esas expectativas, de muchos millones, y
felicitar mañana lunes, a todos los Pueblos de Bolivia, que estarán
celebrando Fiesta, por muchos y buenos motivos.

Jallalla Bolivia.

soldepaz.pachakuti.