Por: Joaquín López Mujica
Desde la instauración del modelo de democracia representativa en Venezuela, llamado bipartidismo, conocido como Pacto de Punto Fijo , se ha intentado mediante algunos dispositivos legales y acciones de los poderes públicos, tratar de darle cobertura a un problema grave que ha copado el espacio y tejido social de nuestro país durante décadas, y podríamos decir que espejo común para de América Latina: el empobrecimiento progresivo de amplias capas de la población alejadas de toda posibilidad de desarrollo humano.
Con la caída del muro de Berlín y el declive del socialismo soviético, la nueva faceta del mundo desventurado tomó como bandera, no solo la nostalgia por los fisiócratas de la economía (David Ricardo y Adam Smith); el final de la historia o el barniz de un pensamiento débil que se ufanaba de postmoderno, sino que asumió el neoliberalismo, paladín de la producción de riquezas, manual ¨contra¨ la escasez, con resultados catastróficos como ideología y programa económico.
No se dejó esperar aquellas recetas del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial que presionaría las formaciones sociales e históricas del continente obligándolas a: copiar un modelo desarrollista e industrial; la vía del endeudamiento externo, el abandono del humanismo y con ello el advenimiento, en la lógica de lo peor estos es, la ausencia de comprensión de la necesidad de salvaguardar la vida humana y la biodiversidad, cancelando con ello el cuadro fundamental de derechos y garantías donde el ser humano productor dejaría de ser la preocupación del Estado. Esa fue la fase final de la moribunda socialdemocracia y de los últimos vestigios de movediza y marchita ideología socialcristiana.
El Prof. Enrique Rodriguez, estuvo recientemente en una Gira institucional por los Países Bajos, promovida por la Misión Diplomática de Venezuela en Holanda a cargo del Embajador Agustín Pérez Celis. Rodríguez, sostuvo reuniones en institutos de investigaciones, charlas con grupos de solidaridad con la revolución bolivariana. Especialmente se contacto con círculos diplomáticos y venezolanos residentes en la ciudad de La Haya donde dictó una conferencia (24.04.07). Tiene amplia formación es Doctor en Sociología en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales, París, Francia y Sociólogo egresado de la Universidad Católica «Andrés Bello» UCAB- Caracas.(2006) Actualmente, Director Ejecutivo de la Fundación Escuela de Gerencia Social, Adscrita al Ministerio de Planificación y Desarrollo.
En una amena conferencia disertó sobre las Políticas Sociales en Venezuela y demostró los antecedentes, la génesis y el marco de factores actuales que permiten inferir, desde el punto de vista del cambio institucional, no solo un desarrollo sostenido, sino los signos del mejoramiento de la calidad de vida del venezolano.
Debemos tener presente que el modelo bolivariano y revolucionario emergió en 1999, como una ruptura con este karma del racionalismo modernizante. En ese sentido Chávez y su programa de transformación económico-social encarna e irrumpe en la escena político-social venezolana con creatividad, innovación, y potencialidades puestas en marcha por el oxígeno que solo proviene del poder constituyente, el poder popular en funciones, levantando de nuevo las banderas de un paradigma social basado en un desarrollo económico y social encriptado, como diría la jerga informática, en una Constitución Bolivariana y revolucionaria.
Atrás quedaron varios siglos, ¨de idas y venidas sin ninguna utilidad¨ como diría Aristóteles, para producir una interminable sucesión hechos concretos que tienen como epicentro un nuevo y definitivo capítulo de las políticas sociales efectivas que van mas allá de la compensación para fundar y viabilizar una nueva sociedad, un modelo de desarrollo endógeno que tiene como sustancia un inédito acontecer económico: políticas de redistribución del ingreso y desconcentración de la riqueza. Políticas Sociales en el marco del motor esencial como lo es garantizar la equidad y la justicia social para posibilitar el pleno acceso a la educación, la salud, el trabajo, la alimentación, recreación, en fin el marco de desarrollo de todas las potencialidades humanas.