Sucedió en Buenos Aires. Mientras el Presidente Chávez felicitaba a la nueva presidenta Cristina, el presidente Uribe aprovechó para escapar, no “por la izquierda†como reza el dicho, sino por cualquier lado que fuera posible, para que “el otro†no lo viera. Su rostro habla por sí solo. Alguien dijo una vez que ¡quien no la debe no la temeâ€, ¿A quien le teme usted presidente Uribe?
El Ojo que no duerme