Ejercito colombiano bombardea territorio ecuatoriano para asesinar a Raúl Reyes

BOGOTA 1 de marzo 2008.- El número dos de las FARC, Raúl Reyes, murió la madrugada del sábado en un operativo de las fuerzas armadas colombianas en la frontera con Ecuador, en uno de los golpes más fuertes asestados por el ejército a los rebeldes.

El ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, dijo en una rueda de prensa que Reyes murió junto a otros 16 combatientes en una zona de territorio ecuatoriano, cerca a la frontera con Colombia, en una operación aérea y terrestre que le fue comunicada por el presidente Alvaro Uribe a su colega ecuatoriano Rafael Correa.

Reyes, de 59 años y cuyo verdadero nombre era Luis Edgar Devia, se desempeñó como vocero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y fue el principal negociador de la guerrilla durante las conversaciones de paz con el presidente Andrés Pastrana (1998-2002).

Se trata del revés más fuerte a los rebeldes colombianos desde que Uribe asumió en el poder en el 2002.

En la conferencia de prensa, ni el ministro Santos ni los comandantes militares respondieron preguntas sobre la operación como si hubo un cruce de tropas colombianas a Ecuador o si los rebeldes en su campamento, establecido en el vecino país a apenas unos 1.800 metros de la línea fronteriza, avanzaron sobre territorio colombiano.

»Fue dado de baja alias Raúl Reyes», dijo el ministro visiblemente emocionado y con los comandantes militares y el director de la Policía Nacional, Oscar Naranjo, todos en trajes de fajina, apostados a su lado.

Los cadáveres de los rebeldes ya eran transportados hasta un poblado del departamento de Putumayo, al sur del país y en la frontera con Ecuador.

En Ecuador, el presidente Correa dijo fue informado por Uribe y que »muchos de esos combates vinieron del territorio ecuatoriano, parece que las FARC incursionaron en territorio ecuatoriano. Hay que aclarar un poco el incidente. Hay un soldado colombiano muerto», dijo Correa en una cadena radial.

»Yo lamento cualquier pérdida de vida, para mí es un gran dolor», dijo. Asimismo, presemtó su solidaridad con el pueblo colobiano: »Si en algo podemos mediar para remediar este conflicto tan sangriento entre hermanos, pues cuenten con nosotros».

El Ministerio de Defensa colombiano confirmó la muerte del soldado que identificó como Carlos Hernández León.

No quedó claro de inmediato cuál podría ser el efecto de la muerte de Reyes sobre rehenes en manos de las FARC desde hace seis y hasta 10 años, entre ellos la ex candidata presidencial colombo-francesa Ingrid Betancourt, secuestrada en febrero del 2002.

La muerte de Reyes en el más duro golpe a las FARC después que en enero del 2004 fue capturado en Ecuador Ricardo Palmera, alias »Simón Trinidad», extraditado a Estados Unidos y recientemente condenado por una corte en Washington por el secuestro de tres contratistas estadounidenses en Colombia.

Analistas y ex negociadores de paz con las FARC destacaron la importancia del fallecido jefe rebelde.

La muerte de Reyes »claro que es un duro golpe a las FARC, cayó un pez gordo», pero »las FARC en ese sentido tienen claridad y seguirán moviéndose conforme a los principios de ellos y a sus estructuras… será reemplazado inmediatamente», dijo en conversación telefónica Lázaro Riveros, quien estuvo tres años durante el gobierno de Pastrana como negociador y conoció a Reyes.

Camilo Gómez, también negociador durante el gobierno de Pastrana, indicó que »esta muerte es un golpe muy fuerte porque la moral de los guerrilleros debe verse muy afectada, ellos tienen que entender que así van acabar todos los jefes, sino deciden avanzar en la búsqueda de la paz».

Opinó que Luciano Marín Arango, alias »Iván Márquez», podría asumir la parte política y de negociación de las FARC. Es también miembro de la jefatura de la organización y fue quien a fines del 2007 se reunió en Caracas con el presidente venezolano Hugo Chávez para discutir un posible canje de secuestrados por rebeldes en prisión.

Jerarcas de la iglesia católica, que han buscado contactos con los rebeldes para lograr un canje, manifestaron que las FARC podría reaccionar a la muerte de uno de sus jefes »en positivo o en negativo».

Fabián Marulanda, miembro de la directiva de la Conferencia Episcopal, dijo en diálogo telefónico que »Ojalá sea una reacción sensata» y no emprendan represalias contra los rehenes.

Ahora »con mucha más razón el gobierno puede ser generoso y puede tender nuevamente la mano para que se produzca, ojalá, una zona de encuentro y se sienten los delegados del gobierno con los representantes de la guerrilla para pactar las condiciones de liberación de todos los secuestrados», dijo Marulanda.

La muerte de Reyes es »un golpe en el corazón» de las FARC, dijo León Valencia, analista político y ex guerrillero del ya pacificado Movimiento 19 de Abril (M-19), que pueden o bien cerrarse y no exhibir más a sus jefes o por el contrario intensificar sus gestiones internacionales y hacer más liberaciones para compensar el golpe militar recibido con un fortalecimiento de su brazo político.