Hace 26 años, de madrugada, y en una autopista caraqueña Alí Primera dejaba espacios físicos para ocupar el campo infinito del ejemplo y la dignidad.
No había cumplido 43 años aquél hombre que vivió entre la rabia, por la injusticia y la humillación constante a las que era sometido su pueblo, y entre la ternura de su canto que levantaba banderas de insurgencia para poner la patria bonita.16/02/11 – www.aporrea.org/actualidad/n175068.html http://www.radiomundial.com.ve/yvke/noticia.php?482941