Unos 6,5 millones de ciudadanos están convocados a participar en el referendo de repostulación que se celebrará este domingo en Bolivia.
La gran mayoría de los electores habilitados para participar en la consulta popular vive en territorio boliviano, sin embargo, unos 258.000 ejercerán el sufragio en otros 33 países donde residen.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) indicó que ya culminó el operativo logístico y que todas las mesas cuenta con el material electoral necesario para la jornada comicial de este 21 de febrero, en la que los electores deberán votar por el Sí o por el No ante la pregunta: ¿Está usted de acuerdo con la reforma del artículo 168 de la Constitución Política del Estado para que la presidenta o presidente y la vicepresidenta o vicepresidente del Estado puedan ser reelectas o reelectos por dos veces de manera continua?
El triunfo del Sí permitirá al presidente de Bolivia, Evo Morales, postularse para un nuevo período presidencial en 2019 y continuar el camino iniciado en 2006, cuando comenzó la transformación de la nación suramericana.
El jefe de Estado boliviano llamó al pueblo a participar en el referendo y a ejercer su derecho al voto para decidir si se modifica o no la Carta Magna.
«Mi gran deseo es la mayor participación de nuestro pueblo. Todo ciudadano tiene derecho a votar por el Sí o por el No y será respetado», expresó, citado en información destacada en el sitio web de la agencia Prensa Latina.
El proceso electoral de este domingo será seguido por más de 100 observadores internacionales, que estarán activos en todo el territorio, entre ellos 25 expertos en temáticas electorales de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Asimismo, más de 15.000 policías y 12.000 militares velarán por la seguridad durante la consulta. Las autoridades electorales esperan tener los resultados en 48 horas.
La propuesta de modificación constitucional para habilitar la repostulación del Presidente y del Vicepresidente fue presentada ante la Asamblea Legislativa Plurinacional por organizaciones sociales y campesinos indígenas originarios, representados por la Coordinadora Nacional para el Cambio (Conalcam) y la Central Obrera Boliviana (COB).