A través de la tecnología recrean nuevas formas de estafar | Foto: Getty
Extorsionistas prueban casi a diario nuevos planes en línea para obtener dinero sin que la persona sepa por qué y a quién está transfiriendo su dinero.
La vanguardia tecnológica ha abierto el camino para que hackers y personas que se cree son indefensas inventen nuevas formas de obtener dinero por vías ilegales. En un artículo publicado en el portal ruso Meduza, Vladislav Voronin, describe cuáles son los más modernos.
Conozca las 6 formas más usadas actualmente para estafar y puede que usted nunca lo note
Email amenazante
Más de 250 residentes de Nueva Zelanda recibieron en noviembre de 2015 un correo electrónico en el que el grupo ‘hacktivista’ Ejército Electrónico Sirio (SEA, en inglés) les exigía transferir mil 500 dólares en bitcoins (sin mediación bancaria) en los tres días siguientes, o de lo contrario matarían a sus familiares. Posteriormente, los destinatarios dijeron que ese dinero cayó en manos del Estado Islámico.
El modus operandi consiste en aterrorizar a los destinatarios añadiendo información personal en el mensaje, por ejemplo: nombre completo, fecha de nacimiento, número de teléfono, dirección de la vivienda y direcciones IP, y quienes investigaron estos datos lograron que la personas pagaran la cantidad exigida por el supuesto SEA, que apoya al presidente sirio Bashar Al Assad.
Programas que extorsionan
Otra forma de extorsionar para obtener dinero a través de la red es con programas como CryptoLocker o CryptoWall, que cifran el contenido de las computadores y bloquean los datos personales. A cada usuario le aparece un mensaje que solicita ‘rescatar’ el acceso a los archivos y le presiona aceptar con lo que estaría dando desde 200 y 10 mil dólares.
La Oficina de Investigación Federal estadounidense (FBI, en inglés) asegura que en la mayoría de los casos, el pago se realiza en bitcoins.
¡Alertas! Estos programas entrar a los ordenadores mediante sitios web no protegidos y sus banners de publicidad. En algunos casos aparece un comunicado para confundir a las personas firmado y sellado por el FBI; por ejemplo, una multa de tráfico.
>> Conozca la trampa de las videollamadas ​por Whatsapp[1]
¡Robo sin mano armada!
No, pero hay personas que pueden usar un terminal de venta inalámbrico para transferir el dinero desde tarjetas que funcionan sin contacto. Si usted posee una procure detallar a quien se le acerca, puede cargar uno de estos aparatos encendido y dejarlo sin un centavo tan solo con hacer contacto con la ropa o los bolsos.
Los estafadores encontraron la forma de ‘robar sin tocar’ gracias al sistema pagos PayPass y PayWave —para MasterCard y Visa, respectivamente—, que se pueden leer a una distancia de entre cinco y 20 milímetros. No solo obtienen dinero de la tarjeta, también sus datos.
Redes sociales permiten más que chatear
Se ha puesto de moda entre estafadores una práctica hasta ahora poco conocida. Envían un mensaje a través de WhatsApp (con un enlace ‘infectado’), que por lo general es enviado por una persona de la lista de contactos. La víctima hace clic y permite a los estafadores acceder a su información personal.
Hay una personalizada y se hace pirateando cuentas de Skype. Los delincuentes estudian la forma de escribir de personas con quien contactarán las futuras víctimas y luego suplantan su identidad y solicitan transferencias urgentes de dinero.
Lo más novedoso y sencillo es la estafa a través de Tinder. Un ejemplo, es el caso de un chico neoyorquino que conoció a dos mujeres mediante esta aplicación y tras semanas de conversación les pidió 26 mil dólares con el argumento de que su hermana y su madre padecían un cáncer. El FBI informó que sus familiares estaban sanos.
En 2014, estafadores recaudaron 86 mil 700 millones de dólares con estrategias similares. Las víctimas fueron mujeres mayores de 40 años.
>> WhatsApp ahora permite enviar documentos[2]
Tarjetas SIM
En Reino Unido fue descubierta una red de estafadores que se dedica a analizar datos personales de las víctimas mediante el envío de enlaces infectados a sus ordenadores con el objetivo de recibir una tarjeta SIM que estuviera vinculada a la cuenta bancaria de la víctima.
Suplantaban su identidad y contactaban a su operadora de telefonía móvil, decían que les habían robado el teléfono y después de responder una serie de preguntas personales de control, solicitaban una tarjeta SIM. Tras recibirla tenían acceso completo a la cuenta bancaria que querían.
Delincuentes de película
En Australia malhechores realizaron con éxito una manera de estafar, cual película de ficción, que nadie podía creer. Las víctimas recibían la llamada de un supuesto ejecutivo bancario que les decía que otra persona había utilizado su tarjeta de crédito. Posteriormente, iba a sus residencias un supuesto investigador que les aseguraba que buscarían a los criminales y luego una patrulla de Policía tomaba sus declaraciones para ganarse su confianza.
Lo más impactante fue que los nombres de los supuestos agentes eran reales por lo que la trama no levantaba sospechas. Una vez que procesaban los datos, los mismos oficiales les pedían que transferieran una gran suma de dinero y luego desaparecían. Con este plan, consiguieron robar unos 180 mil dólares a una familia y 220 mil a otra.