El planteamiento fue realizado este sábado por un negociador de las FARC en Cuba. | Foto: teleSUR Aún no se conocen reacciones de los gobiernos de Colombia y Estados Unidos sobre la propuesta de las FARC.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) consideran que el jefe guerrillero Juvenal Ricardo Palmera alias «Simón Trinidad», preso en Estados Unidos, debe coordinar la dejación de sus armas cuando se firme la paz con el Gobierno de Colombia.
El planteamiento fue realizado este sábado por un negociador de las FARC en Cuba.
Este pronunciamiento supone una nueva presión para los diálogos de La Habana, ya que desde noviembre de 2012 las FARC insisten en la liberación de «Simón Trinidad», condenado a 60 años de prisión, y quien simbólicamente es miembro de la delegación de la paz.
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Ricardo Téllez, alias «Rodrigo Granda», manifestó que «Ã‰l (Palmera) es un hombre que tiene que estar metido de lleno en la cuestión de la recolección del armamento, y la vigilancia de los sitios donde van a estar».
El dato: «Simón Trinidad», cuyo verdadero nombre es Juvenal Ovidio Ricardo Palmera, fue extraditado por Colombia en diciembre de 2004 a Estados Unidos.
De acuerdo a Téllez «todo está inventariado, las armas, los uniformes y hasta los machetes» y reiteró que las FARC prometieron entregar todas las armas y eso lo cumplirán.
«Nosotros decimos que vamos a entregar hasta el último fusil, de eso no le puede caber dudas al pueblo colombiano», dijo Téllez a una cadena de televisión de Colombia.
De acuerdo a las declaraciones de Téllez, la propuesta fue manifestada al secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, en la visita que hizo el mes pasado a Cuba con el presidente Barack Obama.
En contexto
Delegados de las FARC-EP y negociadores del Gobierno colombiano continúan con un nuevo ciclo de los Diálogos de Paz en la ciudad de La Habana, Cuba. A principios de 2016 los líderes de las FARC-EP, Timoleón Jiménez, Iván Márquez y demás voceros del grupo insurgente, vaticinaron que el 23 de marzo no se firmaría el acuerdo final, tal y como se había previsto desde el año pasado.
Los negociadores de paz de la insurgencia aseguran que el alcance del acuerdo final se ha frenado por «decisiones unilaterales del Gobierno» en temas que deben ser objetos de discusión en La Habana.
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