EL COMANDO SUR PRIORIZA LAS COLAS COMO UNO DE SUS PRINCIPALES PUNTOS DE AGRESIÓN
Con el llamado abierto de Chúo Torrealba a generar «protestas grandes, medianas y pequeñas en las colas», se confirma la puesta en marcha de uno de los puntos claves de la agenda del Comando Sur contra el país: «combinar acciones callejeras y el empleo dosificado de la violencia armada», como también «posicionar la matriz de que Venezuela entra en una etapa de crisis humanitaria por falta de alimentos, agua y medicamentos».
Contexto político y los «Comandos ciudadanos» de Chúo
- Incapacitados para poder capitalizar su victoria del 6D, tanto por la vía institucional que fue planificada para desmontar la infraestructura política y económica del Estado venezolano, como por la vía política, que tiene como objetivo desatar grandes movilizaciones de calle que generen un punto de inflexión para definir el conflicto a su favor, al hombre bisagra (Chúo Torrealba) lo apuran aceleradamente hacia la agenda de ciudadanizar la violencia en las calles.
- Nos referimos con ciudadanizar el conflicto en su carácter de método y de aplicación de actos de guerra, planificados para encubrir bajo el velo (mediático y discursivo) de la «sociedad civil» a agitadores y grupos irregulares entrenados para generar violencia y enfrentamientos callejeros con los cuerpos de seguridad del Estado y entre la población. Con el nombreenjambramiento realizamos un análisis sobre este método de guerra no convencional a principios del año pasado. «Es lo mejor, no es lo mismo un estudiante preso que una viejita, que le claven un perdigonazo. Esto lo tenemos que hacer sin miramientos, sin esa maricada, trasladando el efecto Llaguno a pequeñas escalas que se multipliquen». Así le explicaba Gámez Bustamente a Carratú Molina para generar hechos violentos en las colas (en una fase de recrudecimiento de la guerra económica) a principios del año pasado. Con el llamado de Chúo busca activar el mismo formato, pero con los aliños de la guerra irregular.
- Bajo la mampara de «Comandos ciudadanos», Chúo Torrealba llamó públicamente a generar violencia en las colas hace tan sólo dos semanas, lugar donde se condensa la irritabilidad y las molestias objetivas de la población, en medio de un alto proceso de hiperespeculación y desabastecimiento programado que en su acelerado devenir profundiza la precarización de la vida.
- Junto al recrudecimiento de la guerra irregular y los asesinatos selectivos en contra del chavismo, efectivos policiales y militares, las colas son el otro gran frente desde donde se disputa el poder político en Venezuela, pues define las escalas de inestabilidad y desestabilización que intentarán abrir las opciones reales para que los actores internos del Comando Sur (la MUD) desarrollen con mayor velocidad las fases del plan elaborado por sus jefes inmediatos.
Ciudadanizar el conflicto entra en consonancia con lo dictado por el Comando Sur
Casos y antecedentes
Dada las condiciones y los escenarios, Chúo y el denominado G-4 de la MUD (AD, VP, UNT y PJ) saben que el tiempo político, las vías institucionales y las movilizaciones de calle no están surtiendo los efectos planificados. Por ende, agarrar nuevamente la trocha de la violencia en las calles pero esta vez con el telón de fondo de la «ciudadanía», desfigurada por el relato mediático de la «crisis humanitaria» y ubicada específicamente en unos de los focos más grandes de presión social y política de la guerra (las colas), parece ser la opción más veloz para adelantar fases y generar una imagen de conflicto generalizado en el país.
Es allí donde los agitadores entrenados y actores irregulares que incitan y promueven «saqueos» y «protestas» adquieren toda la impunidad que otorgan los aparatos de propaganda y el discurso político de la «ciudadanía».
Bajo este método se originó el «saqueo» en San Félix en pleno contexto preelectoral, donde grupos armados arremetieron contra un abasto y asesinaron a un joven trabajador, acompañados por decenas de bachaqueros apostados en las afueras. El pivote mediático del «hambre» y el relato sobre una escalada de la escasez (siempre culpa del Gobierno) no se hizo esperar como imagen legitimadora del conflicto y de encubrimiento de esos actos de violencia planificados.
Cadenas de rumores y operaciones de bandera falsa
- El pasado 9 de abril en el municipio Rosario de Perijá del estado Zulia, seis días antes de que Chúo hiciera su llamado, se registraron varios saqueos en el centro de la localidad. Al igual que en la «operación megamercal» de diciembre del año pasado, cadenas de rumores y tácticas desinfomativas en el terreno convocaron a una supuesta venta de arroz en los alrededores de laalcaldía chavista del municipio, que terminó en el saqueo de varios comercios aledaños. El secretario del estado Guárico por el partido Acción Democrática no tardó en reforzar esta matriz de un supuesto mercal que habría en la Alcaldía, y que además estaban obligando a la gente a firmar. Lo dijo alguien que suponemos vive en Guárico.
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- Formato de desinformación programada, falsas convocatorias y generación de focos de violencia que también se reproducen en otros estados del país. El mismo día que Chúo lanza la estrategia de los «Comandos ciudadanos» se suscitó un intento de saqueo en el Central Madeirense de La Cascada (Los Teques, estado Miranda). Más allá de la sincronía, es importante resaltar que las personas ahí apostadas expresaron que a través de mensajes y cadenas llegaba la información de que ahora sería «el hampa» el que pondría orden en las colas.
Hacer coludir las colas con el creciente despliegue de actores paramilitares, e impregnarle una atmósfera de situación con poca capacidad de control por parte del Gobierno, supera ya las fronteras de la intoxicación puramente mediática y se desliza hacia un plan operativo. Si la culpa de los «saqueos» no es de algún «mercal» falsamente convocado, entonces es un «colectivo» armado (de «afiliación chavista») que arremete contra la población. Operaciones de bandera falsa y de propaganda negra son el cimiento discursivo funcional de los «Comandos ciudadanos».
Todos los formatos que se vienen aplicando a mediana escala y en distintas zonas del país tienen como objetivo la demonización del chavismo en todas sus dimensiones. Construir una ciudadanía-víctima del «Estado represor» y/o de sus «colectivos armados».
- Muestra de esto fue el enfrentamiento que se dio el día de ayer en el Mercado de Quinta Crespo donde, según El Nacional, las autoridades reprimieron a«los ciudadanos» que intentaban saquear un camión de arroz, obviando la actitud violenta de los individuos que iniciaron la protesta lanzando objetos contundentes y paralizando el tráfico de la avenida Baralt. Es la pata represiva que falta por desarrollar para que los «Comandos ciudadanos» de Chúo, perdón, del Comando Sur, se internacionalicen en medio de la agenda de «crisis humanitaria» y de presunto «Estado fallido» en Venezuela: dos maniobras simultáneas para allanar el camino a una intervención internacional.
- Pero la operatividad de este plan tiene su mayor nivel de exposición mediáticaen el estado Sucre, donde ocurre en una escala superior que se describe en el rapto y saqueo de camiones con alimentos y productos básicos en las carreteras y avenidas de la entidad. El Pitazo escurre el bulto rápidamente al mencionar que siempre son «camiones de empresas privadas», condicionando la interpretación y endosándole las responsabilidades de estos actos al chavismo. Lo que no logra ocultar el medio digital es que este móvil y despliegue de saqueos de laboratorio, están alineados con otros hechos de violencia de similares características. Es un formato incipiente que comienza a desarrollarse en zonas del país que, producto de su situación periférica, la guerra económica encuentra todas las condiciones para arreciar con más fuerza.
La «intervención humanitaria» en Venezuela tiene su campaña activa
Corte de caja
La ONG Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (financiada por la NED y la Usaid), por su parte, viene realizando el trabajo sucio de internacionalizar la matriz del «hambre» en Venezuela como parte de la agenda de «crisis humanitaria» y «Estado fallido» en Venezuela. Al igual que con la OLP o con el tema de los «derechos humanos», estos generadores de expedientes prointervención avanzan a una gran velocidad para que la mencionada matriz ocupe un amplio espacio dentro de los medios nacionales e internacionales y en el discurso político de los actores más relevantes de la MUD.
Luis Florido, quien preside la comisión de política exterior de la AN y forma parte del alto mando de Voluntad Popular, se ha aferrado a los datos e investigaciones tergiversadas de esta y otras ONGs para desarrollar toda una campaña internacional con el fin de que Venezuela sea víctima de una intervención humanitaria. Se ha desplegado por Chile y ha buscado acercamientos con Almagro, entre otras cosas, para presionar por la activación de la Carta Democrática de la OEA, utilizando como sustento discursivo el recurso mediático del «hambre» y las operaciones de ciudadanización del conflicto propaladas por Chúo, perdón otra vez, por el Comando Sur.
Este recurso mediático también plantea aliñar el subidón artificial de expectativas sobre los malabares legales de la MUD (enmienda, revocatorio, etc.), es decir, que a partir de esta ejecución de puntos de conflicto «ciudadano» se haga imprescindible activar alguno de estos dispositivos, hoy con muy poca receptividad y presencia dentro del escenario político real.
Es en la calle, ahí donde las consecuencias de la guerra deja sus heridas más visibles, donde se definirán los escenarios de conflicto en el país. El Comando Sur sabe que la movilización del chavismo es su más grande enemigo. Afincarnos en ese activo, no descuidarlo y entender que nos acontece una guerra de largo alcance, fortalecerá nuestras líneas de contención contra este plan para destrozar todo lo que huela a chavismo. No somos un pueblo pendejo, ellos lo saben.