Desde el 2013, los maestros han realizado movilizaciones en contra de la reforma. | Foto: EFE
Desde el año 2013 en México los profesores se mantienen en protesta por la polémica reforma educativa, a la que consideran un “atropello†para los profesionales y no como un mecanismo que garantice la calidad de la educación.
Mientras continúan las protestas y la represión policial que ha cobrado hasta ahora la vida de al menos nueve personas y dejado medio centenar de heridos.
¿Por qué los maestros rechazan la reforma educativa?
Los profesores mantienen discordancia y rechazo hacia ciertos puntos de la reforma educativa impulsada por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
Consideran que pone en riesgo su permanencia en el sistema educativo y que condiciona su trabajo a los resultados de la evaluación a la que estarán sometidos.
La reforma educativa, presentada en el marco del Pacto por México, posteriormente aprobada por el Congreso en diciembre de 2012 y promulgada por Peña Nieto en febrero de 2013, contempla una evaluación obligatoria a los maestros para probar si están capacitados para ejercer su trabajo.
El dirigente de la sección 9 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), Francisco Bravo, señaló que el cambio legal provoca «inestabilidad laboral».
El diputado de la Nueva Alianza, Luis Antonio González Roldán, considera que la reforma educativa condiciona la permanencia de los maestros a sus resultados en la evaluación.
Unos 3 mil 360 maestros fueron despedidos en febrero de este año por no cumplir la evaluación establecida.
“Esos profesores son un 2,2 por ciento de los 153 mil docentes llamados a ser examinados y serán dados de baja a partir del 1 de marzo, porque incumplieron con la ley y no se presentaron en ninguna de las etapas de la evaluación, ni en el examen inicial, ni en su reposiciónâ€, informó el Secretario de Educación Pública de México (SEP), Aurelio Nuño.
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¿Cual es la posición del gobierno?
En mayo de este año y tras 12 días de protestas intensas, el Gobierno de México presidido por Peña Nieto «se comprometió a instalar una mesa de trabajo y a no reprimir el movimiento».
La Presidencia emitió un comunicado y dijo que «está abierta al diálogo» pero siempre y cuando «los líderes de la CNTE» acepten la reforma educativa impulsada por Peña Nieto, puesto que es «su obligación cumplir y hacer cumplir la ley».
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Por esta razón, la condición para el diálogo es que éste apunte a «explorar mecanismos para acelerar la implementación de la reforma en (los estados de) Chiapas, Guerrero, Michoacán y Oaxaca», y no a su derogación.
La CNTE aún está a la espera de la respuesta del Gobierno federal para instalar una mesa de negociación “abierta y pública†en torno al modelo pedagógico y la reforma educativa.