Militares tienen estudiada la actuación de EEUU en el país
No hay ejércitos regulares en combate, pero sí una acción prolongada y lenta que socava la estructura social, desestabiliza, produce desconfianza en la población y genera un clima de violencia interna que se generaliza hasta la salida del gobierno. Sus armas no solamente son de fuego, se valen de redes sociales, agencias de información y medios de comunicación. Algunos dudan, pero ocurre, y documentos desclasificados de la CIA lo demuestran.
Se define como guerra no convencional y el presidente Nicolás Maduro le atribuye por lo menos cuatro fenómenos que se producen en Venezuela y que mantienen en jaque a la población: la guerra económica, la campaña de desprestigio en su contra, la aparición de bandas paramilitarizadas y el ataque internacional.
Para el general de brigada Luis Antonio Barrios Quintero, director de la Escuela de Inteligencia y Contrainteligencia del Ejército, “en la guerra no convencional, el principal objetivo por tomar es la mente de la población porque ese es el verdadero teatro de operacionesâ€.
Afirmó que el concepto de guerra no convencional fue ideado por el escritor y psicólogo estadounidense Robert Greene y se caracteriza por carecer de un espacio geográfico y físico tradicional: “La llamó guerra no convencional o sucia porque todo está permitido, no es una guerra regular ni decretada ni abierta, parte de la estrategia se desplaza a los medios de comunicaciónâ€.
Caso Venezuela. Desde hace más de un año, el Ministerio para la Defensa impulsa el estudio de documentos del Comando Sur y otras instancias militares estadounidenses por “los riesgos que implican para nuestra paz y tranquilidadâ€, según escribió Vladimir Padrino López, ministro para la Defensa, en el prólogo del libro Compilación de documentos doctrinarios de EEUU, escrito por el general Barrios Quintero.
Extractos del informe de la Agencia de Inteligencia Militar de EEUU (febrero de 2015), la Estrategia de Seguridad Nacional de ese país (febrero de 2015), la Orden Ejecutiva contra Venezuela (marzo de 2015) y las declaraciones del general John Kelly, jefe del Comando Meridional de EEUU (marzo de 2015) revelan que su objetivo es avanzar con iniciativa y desde una posición de fuerza, aseguró Barrios Quintero. Según han concluido, hechos ocurridos en Venezuela coinciden con esos manuales.
Aseveró que solicitar la aplicación de la Carta Democrática Interamericana, con la excusa de una crisis humanitaria, forma parte de las instrucciones que se desprenden del documento del Comando Sur sobre la Operación Freedom Venezuela 2, firmado por el almirante Kurt Tidd el 25 de febrero de 2016.
En la guerra no convencional también se anotan para Barrios Quintero los golpes de Estado de nuevo tipo: “Pasaron de ser un trámite militar de alto impacto a una decisión del Poder Legislativoâ€. Señaló los casos latinoamericanos de Honduras (2009), Paraguay (2012) y Brasil (2016).
Circular TC 18-01. Gustavo Borges, periodista del portal web Misión Verdad, citó la circular TC 18-01, donde indica que el tema de la “asistencia humanitaria†aplicada en este momento a Venezuela es la justificación para la acción de las Fuerzas de Operaciones Especiales de la Secretaría de Defensa de EEUU.
Publicado en noviembre de 2010, el documento se titula La guerra no convencional, no es clasificado y circula por Internet porque, dice, tiene el propósito de ser accesible a las unidades de entrenamiento del Ejército estadounidense. En él se instruye a las tropas para “capacitar a un movimiento de resistencia o de insurgencia y desarrollar una fuerza clandestina y de guerrillas, así como proveerla de los medios necesariosâ€.
Además, especifica las modalidades de apoyo de EEUU a las “fuerzas de resistencia†integradas por ciudadanos de cada país y establece las condiciones para que la insurgencia tenga éxito, tales como un gobierno debilitado y la voluntad de la población de cooperar con EEUU.
Según las investigaciones, en Venezuela existen coincidencias, como la tesis de “la crisis humanitariaâ€, que constituyen reglas de oro de esa especie de fórmula gringa de nuevo tipo para propiciar el cese de un gobierno.