Los comicios regionales pautados para finales del primer semestre de 2017, y en los que se elegirán los nuevos 23 gobernadores para el período constitucional 2017-2021, han revivido nuevamente las hostilidades en el seno de la autollamada Mesa de la Unidad Democrática, señaló el periodista y analista político venezolano José Vicente Rangel.
«La elección de gobernadores plantea serias dificultades y motiva confrontaciones internas en la alianza opositora debido a las aspiraciones que tiene cada factor», dijo en el segmento Confidenciales de su programa José Vicente Hoy, transmitido este domingo por Televen.
Mencionó que la discordia se debe a que el partido Primero Justicia (PJ), considerado por algunos la fuerza electoral de la oposición, aspira nominar entre 16 y 17 candidatos de cara a esa jornada electoral.
Sin embargo, Acción Democrática no se queda atrás, pues reclama mayor espacio para sus nombramientos «con el argumento de que es el partido con más organización y cobertura nacional».
Del mismo modo actúa Un Nuevo Tiempo, que «reclama una importante cuota, dado que es una fuerza en los estados más poblados del país», y «otros factores de la MUD tienen también aspiraciones, lo cual complica el cuadro a la hora de tomar decisiones», señaló Rangel.
Además de las confrontaciones por no poder acceder al poder por la vía del revocatorio, debido a los delitos de fraude cometidos, la MUD afronta otras disputas internas, como es el caso del «planteamiento, precipitado e inconveniente según algunos dirigentes, de una candidatura presidencial».
«Quien se ha movido más en esta dirección es Henry Ramos Allup, en un pulso soterrado y abierto con(Henrique) Capriles Radonski y Julio Borges para captar apoyos. Se comenta que el presidente de la Asamblea Nacional cuenta ya con el respaldo de Voluntad Popular, mientras que Borges cuenta con el de Un Nuevo Tiempo, donde es determinante la decisión de Manuel Rosales».
Otro de los enfrentamientos que se avizoran en la alianza opositora -según Rangel- y que «influye en las alineaciones que se están dando en la MUD es la elección en enero del próximo año del presidente de la Asamblea Nacional».
«Existe un pacto, suscrito el pasado 4 de enero, por el cual se establece un mecanismo que consagra la alternancia en la presidencia del Poder Legislativo. El primer ejercicio le correspondía al líder de Primero Justicia por ser el partido con mayor votación, pero una maniobra de última hora entre AD y Un Nuevo Tiempo llevó a la presidencia a Ramos Allup», subrayó Rangel.
Ahora bien, para el segundo año, es decir 2017, «en la rotación suscrita se acuerda que la presidencia la ejercerá Primero Justicia. Sin embargo, Ramos Allup considera que él debe continuar en el cargo. La razón es obvia: no es lo mismo realizar lo que tiene proyectado para el año entrante siendo presidente de la Asamblea Nacional a actuar como simple diputado».
Además, «por si fueran pocos los problemas en la MUD, a medida que se aclaran ciertas situaciones otras se complican. Capriles Radonski, que aspira a ser candidato presidencial de la alianza, no termina por renunciar a la opción de repetir como candidato a la gobernación de Miranda, cargo al que aspira, y se considera candidato natural Carlos Ocariz, con el apoyo de PJ, ya que la relación Capriles-Primero Justicia está muy deteriorada».