Misión Verdad
La obligación del Gobierno venezolano de reordenar la amenazada (a lo interno y externo) PDVSA ha llevado a las autoridades venezolanas a la acción más formidable en la lucha contra la corrupción y el sabotaje, jamás conocida en la historia de Venezuela.
Las detenciones de Eulogio Del Pino y Nelson Martínez, los últimos máximos responsables en la presidencia de la estatal petrolera y en el Ministerio de Petróleo, ocurre luego de hallazgos sólidos que los involucran en una trama de corrupción e intervención con propósitos de paralización de los procesos operativos de PDVSA. Esto se ha traducido en la colocación de la principal industria nacional en un marco de suma vulnerabilidad.
A continuación 15 claves que muestran el carácter transversal de las investigaciones que se están llevan a cabo, sus objetivos políticos y proyecciones a mediano y largo plazo:
1. No se había conocido en la historia de Venezuela la detención simultánea de dos ex ministros del mismo ente. Nunca la industria petrolera venezolana había conocido (luego de décadas de corrupción) detenciones al más alto nivel, ni nunca ningún presidente de la estatal había tenido que lidiar con la justicia venezolana. Las detenciones de Del Pino y Martínez ocurren en un marco de aprehensiones de 16 altos mandos gerenciales y directivos, incluyendo gerentes de primera línea. Nada parecido había ocurrido en 100 años de industria petrolera nacional.
2. El chavismo asume la responsabilidad política de revertir el marco de relaciones que se consolidaron mediante los actos de corrupción y sabotaje en PDVSA. El propósito medular es proteger los activos de la nación, sumidos en un contexto de grave vulnerabilidad por dos factores fundamentales. Por un lado la caída de los precios del petróleo aunado a un cuadro de sanciones y asfixia financiera (variante externa). Por otro lado, la caída inducida de la producción y ralentización de los procesos operativos de la industria (variante interna).
3. La trama corrupta fue mucho más allá de ser una componenda con fines de lucro. Esta afectó los procesos medulares de PDVSA, al punto de comprometer la estabilidad de los activos nacionales y con signos claros de haber sido diseñada para hacer caer a PDVSA y al país, justo en tiempos económicos álgidos.
4. PDVSA tiene tres actividades fundamentales divididas en departamentos: Exploración y producción de crudo, Refinación y, finalmente, Comercio y Suministro. Este conjunto de actividades, articuladas para los ámbitos interno y externo, fueron severamente afectadas por decisión y acción (casi con precisión quirúrgica) de actores dentro de la estatal, cooptados por factores activos en una conspiración política con el objetivo de desmembrar y desarticular a PDVSA desde adentro.
5. No es nueva la práctica de destrucción acelerada de industrias estatales petroleras para someterlas a un cuadro de vulnerabilidad operativa y financiera, mediante órdenes dirigidas desde los factores de poder fáctico energético internacional. El propósito es someter a las empresas y a los recursos de los países a nuevos designios. En América Latina hay dos casos que han tenido lugar en los últimos tres años. Petrobras, que ha perdido 85% de su valor desde 2008 hasta el presente mediante operaciones de corrupción interna y fuga planificada y masiva de capitales que han colocado a esta empresa a las puertas de su privatización. Por otro lado Pemex, desmembrada en sus procesos operativos y que ha implementado reformas para entregar sus operaciones y yacimientos a transnacionales concretando una pérdida enorme de soberanía para México.
6. Son tramas parecidas a las que vivió PDVSA durante la «apertura petrolera» emprendida desde 1993, cuando en favor de la privatización de la empresa deliberadamente los factores gerenciales aumentaron dramáticamente los costos operativos de la industria para devaluarla, privatizaron y transnacionalizaron las operaciones claves y montaron operaciones de corrupción masiva para declarar la supuesta invabilidad del manejo estatal de la actividad petrolera.
7. Venezuela se anticipa a la judicialización del conflicto venezolano, mediante la acción de Estados Unidos sobre activos venezolanos y que estaría prevista en el corto plazo, poniendo en peligro los bienes nacionales en ese país, como la estatal filial Citgo. La detención de Nelson Martínez y la plana mayor de esa empresa ocurre por poner en riesgo los activos nacionales frente a fondos buitre y otros actores interesados en confiscar este conglomerado, articulados con la política estadounidense de avasallar recursos y despojar a países de sus activos. La lucha contra la corrupción liderada por el presidente Nicolás Maduro y ejecutada por el fiscal general de la República Tarek William Saab desarticula un tramo de una seria amenaza.
8. El caso Petrozamora y otros que podrían tener lugar sobre el conglomerado de empresas «Petro» de PDVSA es de suma relevancia. Por este caso ha sido detenido Eulogio Del Pino. Las «Petro» son empresas mixtas, con mayoría accionaria de PDVSA pero con participación extranjera. En esas filiales confluye el apresto financiero y operativo de socios claves, como Rusia y China. Las denuncias apuntan a que mediante las acciones de corrupción y sabotaje, se afectó las operaciones de Petrozamora, al punto de comprometer los intereses de socios que interactúan con Venezuela en el ámbito político y financiero frente al sistema-mundo, en este caso, la Federación Rusa.
La conducción política de PDVSA en estas instancias será clave
Es la expresión de una alta trama de afectación a relaciones que representan el arco geopolítico venezolano, el que se proyecta hacia una alianza con los factores del mundo emergente: pivotes del sostenimiento de Venezuela frente al asedio de EEUU. Así que estamos ante señalamientos de gran calado. No son actos de corrupción: son actos de afectación de los intereses nacionales al punto de inferir un deterioro del apresto geopolítico de Venezuela.
9. Los señalamientos contra los detenidos, desde Orlando Chacín de PDVSA CVP (Corporación Venezolana de Petróleo); Gustavo Malavé, director de Exploración y Producción Occidente; y Pedro León, ex director de la Faja Petrolífera del Orinoco Hugo Chávez, apuntan al falseo de cifras de producción. Actos para producir la caída de la producción, para desmembrar los procesos de inversión en la industria y para decantar la capacidad financiera de PDVSA. Son casos de suma gravedad. Están presentes en tramas judicialmente diferentes, pero conectados por los mismos ejes transversales: la destrucción acelerada de PDVSA. No hay casualidades.
10. El caso de Citgo tiene doble relevancia: no solo se intentó colocar a la filial en manos de capitales buitre. Se señala a los responsables por vender información clave a EEUU propiciando un asalto sobre los activos venezolanos. Eran «caballos de Troya». Y al parecer esto apenas comienza.
11. De esta manera y en el marco de la más importante purga y lucha anticorrupción conocida en Venezuela, el pulseo por los activos venezolanos se libra desde los frentes interno y externo en simultáneo. Se trata de una actuación quirúrgica sin precedentes para proteger el corazón de la economía venezolana, el punto medular más sensible, que ahora es atacado dentro y fuera del país mediante acciones de sabotaje interno y asedio financiero y legal desde el extranjero. Pero no hay que perder la visión de contexto. Estas son batallas en la lucha para detener el efecto de las acciones de rapiña contra los recursos venezolanos.
12. ¿Por qué hablar de EEUU y su rol en estos eventos? La denuncia del presidente Maduro de las comunicaciones y vínculos entre los elementos detenidos y la Embajada de EEUU en Venezuela no es un dato menor. ¿Es asombrosa esta afirmación? No en el marco de una política exterior estadoundiense dirigida por Rex Tillerson, jefe del Departamento de Estado, ex CEO de ExxonMobil y abierto adversario del chavismo desde las nacionalizaciones legítimas de los activos de esa compañía en la Faja Petrolífera del Orinoco en 2007. Tillerson además es un factor empresarial que ya tiene antecedentes en la captura de recursos venezolanos, justo ahora, cuando ExxonMobil realiza de manera espuria (y en funciones de sponsor del actual gobierno de Guyana), un conjunto de exploraciones y pruebas de extracción de crudo liviano en la Zona en Reclamación de Venezuela, mediante operaciones costa afuera.
El gobierno de Trump está claramente compuesto por la influencia del lobby de industrias petroleras. De hecho, se trata de un entramado de actores abiertamente enemigos del chavismo en toda la política estadounidense, patrocinados desde la conjura petrolera transnacional, como es el caso de los congresistas Marco Rubio, Ileana Ros y Bob Menendez, agentes abiertamente moduladores del injerencismo y la intervención contra Venezuela.
13. Los eventos que apuntan a un reacomodo operacional de PDVSA provienen desde varias direcciones. Por lo que el desmontaje de la trama de sabotaje y corrupción es solo una etapa de un proceso de mediano y largo aliento.
14. La participación extranjera mediante las alianzas financieras y técnicas que PDVSA sostiene con socios claves, las remociones internas de posiciones altas e intermedias y los compromisos políticos que ha asumido la clase trabajadora, serán claves en el rescate integral de las operaciones de la estatal, corazón de la economía venezolana. Un proceso que solo generará resultados al mediano plazo, luchando contra una inercia negativa y pesada. La aspiración es grande, pero no por ello imposible. Tiene además a cuestas el antecedente del paro patronal y sabotaje petrolero de 2002-2003, el cual PDVSA logró superar.
15. La conducción política de PDVSA en estas instancias será absolutamente clave. La determinación de Maduro luce impoluta.