1. Ante las estrecheces cotidianas, no olvides ni un segundo que esto se trata de una guerra integral y sumamente cruel, concebida para desanimar a nuestro pueblo y con ello erradicar el proyecto bolivariano. Aún a costa de lo que sea. La gran mayoría de las dificultades provienen de esa condición de guerra impuesta. Tenlo siempre presente.
2. Busca los espacios adecuados para el aporte, el debate honesto y la crítica propositiva. Y también la autocrítica. Pero no hagas énfasis empecinadamente en posibles errores de la Revolución. En situación de guerra, los errores no se resaltan públicamente. No son el tema. Lo que cuenta es la unidad de todas las fuerzas y la moral de cada combatiente.
3. No aceptes la idea de la existencia de un supuesto “madurismoâ€. No existe como tal, pues carecería de sentido. El propio Chávez nos definía como bolivarianos y tardó años en aceptar lo del “chavismoâ€.
Cuando por fin lo admitió como una realidad, lo hizo a condición de que Chávez ya no era él, de que Chávez éramos todos, como una idea que nos expresaba. En consecuencia, lo mejor es desconfiar de todo aquel que hable de “madurismoâ€. Esa es una especie que manejan los enemigos de la Revolución.
4. Mantén un ánimo de ofensiva. Y trata de cultivarlo en el seno del pueblo. Es fundamental en toda guerra. Les toca a nuestros dirigentes marcar los lineamientos estratégicos según el desarrollo de la guerra: resistencia, acumulación de fuerzas, contraofensiva, lo que corresponda según el momento. Pero lo nuestro, como militantes, es mantener el ánimo dispuesto siempre a la ofensiva.
5. En el ámbito donde milites, no participes en luchas internas de grupos de interés. Tómalas como lo que son, es decir, como fuerzas disolventes que actúan contra la unidad y, en consecuencia, sitúate por encima de ellas. La unidad es nuestra divisa. Unidad del pueblo. Unidad de los revolucionarios. Unidad de la Fuerza Armada. Unidad de la dirigencia.
6. Si estás en el PSUV, mantén la disciplina en todo y apoya al partido para convertirlo en la principal fuerza que, como expresión del pueblo organizado, dirija a la sociedad y lleve la carga de la Revolución. Es una tarea de trascendencia.
7. Y como consejo final: abraza a Chávez. No lo sueltes. Estúdialo. Síguelo. Somos la generación de Chávez. Hemos tenido el privilegio histórico de ser sus contemporáneos. Honra ese privilegio.
Es lealtad absoluta a nuestra revolución Socialista, Bolivariana Chavista, es decir lealtad a Bolívar, Chavez y Maduro! CHAVEZ VIVE!
* Ex ministro de Cultura
Resumen Latinoamericano
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