El domingo 22 de abril en la Filbo 2018, el excombatiente de las FARC-EP y escritor revolucionario, Gabriel Ángel, presenta sus dos novelas insurgentes “A quemarropa†y “Algún día seráâ€
Óscar Sotelo Ortiz
@oscarsopos
Teniendo como precedente la pasada edición y buscando satisfacer a un público deseoso de nuevas publicaciones desde una perspectiva de izquierdas, la editorial Teoría & Praxis trae para está Filbo 2018 una serie de colecciones inéditas sobre conflicto, paz, resistencias y alternativas. Una de estas novedades es la colección del excombatiente de las FARC-EP y escritor revolucionario, Gabriel Ángel, presentando dos novelas insurgentes: “A quemarropa†y “Algún día será…â€.
Gabriel Ángel es bogotano, creció en el barrio Quiroga, estudió Derecho en la Universidad Nacional y migró a Valledupar, donde se casó y se radicó para ejercer su profesión. Hizo parte del movimiento Causa Común, junto con Imelda Daza y Ricardo Palmera (Simón Trinidad), para luego militar en la UP. Vivió en carne propia la tragedia de la guerra sucia y el genocidio político, por eso decidió unirse a las FARC organización a la que pertenece hace 31 años. Hoy es columnista del portal Las 2 Orillas y militante activo del nuevo partido. Ángel accedió a esta entrevista con VOZ, quien en medio de anécdotas y recuerdos, nos contó sobre sus novelas, la vida guerrillera y el futuro de las luchas sociales en Colombia.
–Háblanos un poco de las dos publicaciones que presentas en la Filbo.
–“A quemarropa†en realidad es una novela que se escribe en torno al 25 aniversario de las FARC, que celebramos el 27 de mayo de 1989. Es una ficción construida alrededor de acontecimientos que vivimos en esa época. Teniendo como centro la fecha, se encuentran en la Sierra Nevada de Santa Marta una serie de personajes: guerrillerada y gente común y corriente que vienen de abajo de la Sierra, de Fundación y Aracataca, Magdalena.
Es una trama que envuelve una serie de contradicciones que no se escapan del contexto histórico, donde teníamos un diálogo agotado como el de La Uribe y acontecimientos como el ataque de Casa Verde, y las consecuencias derivadas en sus personajes. En el fondo es una novela de amor pero desarrolladas en el ámbito del conflicto, de la guerra y de la crisis ideológica que nos trajo el porrazo de la caída del “socialismo real†en la Unión Soviética.
“Algún día será…†también es una novela de amor desarrollada entre la experiencia del Caguán y los diálogos de La Habana. Es indudable que la escribí conociendo de primera mano el desarrollo de los hechos. Yo fui miembro del comité temático en esa época, pues estuve en el Caguán desde el 2000 hasta la ruptura. Después me tocó quedarme con el Mono (Jorge Briceño) donde vivimos momentos difíciles sobre todo por la arremetida del Plan Colombia y el Plan Patriota. Al morir el Mono me envían donde Timo (Rodrigo Londoño) y vienen los diálogos de La Habana y yo termino estando ahí. Ante estas experiencias valiosas, uno tiene opciones, escribir una crónica, un documento histórico, unas memorias o novelas.
La pregunta es ¿Cómo contar y narrar las historias vividas pero de una manera amena y que despierte inquietud en la gente? Así fue como decidí escribir esta novela que finaliza con la X Conferencia de las FARC. Es una novela de amores imposibles, de resistencias. A diferencia de “A quemarropa†que es una historia lineal, “Algún día será†es una historia a des-tiempo, con saltos históricos y desenlaces inesperados.
–¿Qué historias narra Gabriel Ángel en sus novelas?
–En realidad es una compulsión en dejar un testimonio real. Desde muy joven he querido escribir gracias a una adicción a leer, en especial la literatura de Joseph Conrad, Julio Verne, Jorge Luis Borges, entre otros. Por lo menos unos 20 años leí de corrido. Ya en la guerrilla se lee menos como es lógico.
Cuando nace la inquietud de escribir inmediatamente se encuentra ante el problema sobre que escribir. La vida guerrillera puede ser todo menos plana, porque en estas idas y venidas del monte, uno siente que hay muchas cosas nuevas que contar. Quería contar la historia de las personas que uno había querido, de esas personas que habían muerto. Yo siempre creí que en las FARC no había escritores; todos los procesos revolucionarios eran productores de literatura y las FARC no. Quería cambiar eso.
–¿Quieres cambiar con tus novelas la versión negativa que se ha construido sobre las FARC?
–Existe una imagen que se ha construido de las FARC, donde no bajamos de ser los parias de la historia, narcotraficantes, indeseables, secuestradores, asesinos, terroristas, lo más malvado que hay sobre la tierra. Esa imagen construida por el enemigo que nosotros queremos confrontar con nuestra experiencia en la guerrilla, donde gente del campo y la ciudad, se enamoraba del proyecto y daban su propia vida.
Esas historias anónimas de nuestra organización, que son de amor y libertad, nos demuestran que las FARC fueron una experiencia maravillosa, con un altísimo contenido humano y de unos principios auténticamente revolucionarios. Eso hay que contarlo y he ahí mi compromiso con estas novelas. De alguna manera uno sabe que esos libros van a ser malditos, que la derecha los va a condenar como propaganda, como relatos donde queremos pasar como inocentes y víctimas, donde queremos lavar cerebros y más. Lo hemos dicho, nuestra única arma es la palabra, siendo estos relatos un camino, de muchos por supuesto, para confrontar democráticamente la constante arremetida del enemigo.
–¿Cuál es la expectativa que tienes de la Feria del Libro?
–Pienso que el arte en general y la literatura en particular, tienen una existencia autónoma, es decir, que son un valor en la cultura que puede despertar interés, admiración o descrédito. Obviamente las FARC tienen enemigos en la política pero creo que la esfera cultural debe jugar un peso que incluso debe superar la esfera política.
La verdad no dimensiono la recepción que tendrán los libros en la feria del libro. Lo que sí sé, es que por lo menos “Algún día será…†puede ser un texto que pise algunos callos e incomode alguna gente, porque toca hechos y personajes más recientes.
–¿Cuál es la lectura que haces del momento político?
–Lo que vivimos nosotros en Colombia es el enfrentamiento de clases en una sociedad capitalista neoliberal, siendo la regresión del ciclo progresista un ejemplo de lo que está pasando en el continente y en el mundo. Todo eso que está pasando en el mundo, es lo que nos está pasando a nosotros: la aplanadora neoliberal intentando liquidar lo que les resulta incómodo. Nosotros creemos que el momento es de resistencia. Con relación a los hechos que hoy vivimos, yo quisiera hacer una reflexión: La aplanadora ideológica fabrica y conspira generando hechos concretos que cambian el rumbo de la historia. Lo que estamos viviendo es la lucha de clases en su momento más agudo. La tarea es organizar a la gente y pelear por nuestros derechos.