El próximo 20 de mayo una gran mayoría del pueblo, leal al comandante Chávez y a su proyecto bolivariano, saldrá a votar para garantizar la continuidad de Nicolás Maduro en la presidencia de la República.
Doy por hecho que ese día ganaremos las elecciones presidenciales. No tengo dudas al respecto.
Doy por descontado también que, a partir de ese momento, superada la prueba electoral y con seis años de gobierno por delante, la Revolución no sólo le pondrá remedio en el más corto plazo a las dificultades actuales de la vida cotidiana, (tiene que hacerlo a como dé lugar) sino que avanzará con firmeza hacia sus grandes propósitos históricos, que no han sido olvidados ni deben serlo.
De manera que Junio tiene que ser, pues, a mi juicio, un mes muy revolucionario. De grandes retos para el Presidente y para la Dirección Cívico-Militar de la Revolución Bolivariana. De grandes decisiones para “cambiar lo que debe ser cambiado†sin contemplaciones. Un mes de mucha autoridad y reafirmación del Estado para que se despoje de toda debilidad. Un mes de pleno protagonismo del pueblo y, por consiguiente, del replanteamiento a fondo de las bases orgánicas del Poder Popular. Y también de los partidos y movimientos que apoyan el proceso, comenzando desde luego por el PSUV, cuyo papel como vanguardia es fundamental.
Junio de mucha sinceración (aunque la palabra no exista en el diccionario). Junio de la limpieza profunda hasta sacarle brillo a la esperanza. Junio del refrescamiento de los ideales más puros que nos trajeron hasta aquí. Junio de las respuestas convincentes y de las emociones vueltas a sentir a plenitud. Junio del repensar a Chávez junto a nosotros empuñando la espada de Bolívar como símbolo de emancipación. Un Junio latinoamericano y caribeño. Junio de la confianza retomada. Junio de satisfacción y orgullo. Y de unidad consolidada para avanzar.
Un junio de asombro, políticamente maravilloso. Alegre. Participativo. Socialista. Pues si no fuera así, nada de lo que estamos viviendo tendría sentido.
Yo creo en Junio. Lo reclamo y lo siento aquí, en el corazón. Ya lo veo venir, con esa fuerza.