LÍLIDO RAMÍREZ: UN CIENTIFICO CON UN LEGADO INAGOTABLE PARA EL PAÍS Y PARA LA UNIVERSIDAD DE LOS ANDES – FABIOLA DI MARE por elelefantebocarriba

 por elelefantebocarriba

Este 19 de abril fue un día triste para la academia universitaria venezolana ante la sentida partida física del destacado profesor Lílido Nelson Ramírez Iglesia, docente e investigador Titular de la Universidad de Los Andes, Núcleo Universitario “Rafael Rangel” (NURR). Su lamentable pérdida deja una huella imborrable y un gran legado, no solo por su prolífico trabajo como académico y docente, sino también por su labor administrativa y gremialista en esta institución universitaria.

El adiós del profesor Lílido Ramírez significa una pérdida irreparable para el país, para la Universidad de Los Andes, para el NURR y para diversas instituciones científicas de renombre nacional, donde depositó con ahínco todas sus luchas y el tesón que lo caracterizaba en aras de conquistas que aún hoy en día se palpan y han sido muy valiosas para la institución.

Cuando una persona de tantas cualidades intelectuales y personales como Lílido se va, resulta más que merecedor recordarlo y enaltecer sus logros, puesto que no en vano, en el año 2014, el NURR lo propuso como Profesor Emérito de la Universidad de Los Andes.

Entre sus logros más destacables se encuentran la fundación del Laboratorio de Fisiología e Inmunología (LIFI) del NURR. También fundó y fungió como director del Centro de Investigaciones Agrícolas, Biológicas y de las Ciencias Sociales (CIABES-ULA), que a la fecha es uno de los tres centros de investigación más importantes que existen en la ULA de Trujillo. Particularmente el CIABES fue un sueño hecho realidad hace pocos años, después de mucho trabajo y lucha para su concreción.

La labor del profesor Lílido Ramírez no se circunscribe sólo a lo académico, puesto que tuvo una amplia trayectoria gremial dentro de la Universidad de los Andes, particularmente en el NURR. Entre los cargos más destacables se encuentran: Coordinador de Investigación y Postgrado (1990-1991); Representante Profesoral ante el Consejo Superior de Núcleo durante varios periodos (1995-1997 y 1997-1999); Representante Suplente ante el Consejo Universitario (2005-2008), entre muchos otros cargos en distintos organismos de la universidad.

Su aguerrida lucha gremial permitió que se instalase una sede de la Caja de Ahorro de Profesores (Caprof) en Trujillo, que todavía funciona y ha traído muchos beneficios a la comunidad profesoral del NURR.

Entre otras luchas destacables se encuentran su labor como presidente e impulsor de la Asociación Venezolana de Producción Animal (AVPA), desde 2004 hasta el año 2014. Asimismo, fue palpable su preocupación e interés por otorgar un lugar importante a Trujillo en el devenir de la ciencia y la academia del país.

Lílido nació en Encontrados, estado Zulia. Por motivos políticos y personales se fue muy joven para Argentina. En este país comenzó su carrera de médico veterinario en la Universidad del Nordeste, provincia de Corrientes. Posteriormente, en el año 1980, culminó su carrera en la Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado (UCLA).

Su estancia en Argentina no sólo lo nutrió política e intelectualmente, sino también le permitió conocer a quien sería su esposa y compañera de toda la vida, la también destacada docente e investigadora Adelina Díaz de Ramírez, con quien tuvo tres hijos: Karina, Juan Alberto y Pablo Sebastián.

Lílido recibió en 1988 el título de Magíster Scientiarum en Producción Animal con orientación en Genética y Reproducción, en la Universidad del Zulia (LUZ). Sus investigaciones en el área de la ciencia veterinaria y el sector pecuario significan una piedra angular para este campo de estudio, con una producción científica que abarca más de 80 publicaciones, entre artículos científicos en revistas arbitradas, libros en coautoría, memorias de congresos y un sinfín de trabajos de divulgación que abonaron con tesón el conocimiento humano.

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Resulta destacable que el profesor Lílido Ramírez, en sus últimas investigaciones, se orientó hacia la etología y el bienestar animal. Esto surgió a partir de inquietudes y preocupaciones sobre la posibilidad de mejorar el manejo y trato hacia el ganado vacuno con fines reproductivos y de consumo. En ese sentido, realizó el I Curso de Etología y Bienestar Animal en el NURR. Una segunda versión de este evento había sido proyectada para desarrollarse a finales del año 2017.

Desde muy joven y hasta el final de su vida se vinculó con la realidad política, económica y social del país. A su incontable producción académica, se agregan numerosos trabajos en artículos de divulgación sobre temas del acontecer nacional. Su pasión casi inagotable por la escritura, por la ciencia, por el análisis a través de la matemática y la estadística, le valieron el reconocimiento durante varios años consecutivos, ubicándose entre los 10 autores con mayor cantidad de descargas en sus publicaciones en el Repositorio Institucional de la Universidad de Los Andes (SABER-ULA).

Asimismo, el profesor Lílido Ramírez fundó y fungió como editor-jefe de dos importantes revistas universitarias que forman parte del repositorio institucional de la ULA, las Revistas Mundo Pecuario y Mundo Universitario. En la primera de estas publicaciones se evidencia un gran legado en el área de la producción animal y la genética reproductiva de animales rumiantes. Por otro lado, la Revista Mundo Universitario desplegó toda su capacidad intelectual y creativa al servicio del interés nacional en el análisis de temas coyunturales en materia universitaria, política, económica y social.

En este punto resulta sumamente difícil sintetizar la vida y obra Lílido. Se ha recorrido en muy pocas líneas lo que merecería páginas enteras de la vida de un gran estudioso y de un hombre que lo dio todo por su país, por la Universidad de Los Andes y sobre todo por el Núcleo Universitario “Rafael Rangel” de Trujillo.

En estos breves párrafos no se puede dejar de mencionar sus cualidades humanas, la bondad y el cariño que dio a su esposa, a sus hijos, nietos, familiares y amigos. Lílido encarnaba mucho entusiasmo y alegría, como buen zuliano. No era un hombre de mezquindades, ni egoísmos. Por el contrario, impulsaba a todos los que lo circundaban.Tenía el poder de liderar y empujar con su energía para convertir sueños personales en proyectos colectivos.

Lílido representa lo positivo venezolano, aquellos valores que deben mantenerse y enaltecerse por encima de las adversidades. Es un claro ejemplo de que en nuestra patria sobra talento, sabiduría y amor por el trabajo.

Sin duda es un momento triste para el país, para la Universidad y para quienes tuvimos la dicha de compartir con él y aprender con él. Podemos decir que fue un hombre que luchó toda la vida, un imprescindible, como diría Bertolt Brecht. Se fue físicamente, pero nos deja su espíritu, su huella y su legado para que sigamos construyendo la nación y la Universidad que queremos.

El profesor Lílido Ramírez trabajando en el Laboratorio de Fisiología e Inmunología (LIFI)