Este artículo y los de las tres próximas semanas estarán encadenados, pues, la revolución va a pagar un alto costo si, ante la proximidad electoral, se mantiene la indefinición. Y todo me hace pensar que será así.
1º. En guerra los titubeos se pagan
No es ningún extremismo declarar al país en guerra, con las consecuencias que eso tiene para todos, cuando fuerzas poderosas nos hacen la guerra. Eso significa ir mucho más allá de la reconversión monetaria. El asunto central no es ese, ni siquiera el Petro lo es. Lo central es la producción y el control de lo producido (o importado). Requerimos una respuesta estructural que le quite a esos poderosos (y no hablo sólo de los de afuera) el dominio económico que tienen sobre nosotros. Tendría que incluir cosas como estas:
1º Tomar control total de las importaciones de bienes de primera necesidad y su distribución estricta en un mercado alternativo al capitalista, donde su valor tenga como referencia el cambio que se considere oficial, más los gastos operativos.
2º Nacionalizar toda la banca de Primer Nivel establecida en el país.
3º Dejar que las empresas y cadenas de distribución privadas operen sin interferencias en su producción y precios, pero, apoyándose en sus propios capitales y divisas.
4º Trasladar todas las misiones sociales (exceptuando la Gran Misión Vivienda y dos o tres similares) a un cuerpo colegiado (no tutelado), que represente al Estado y a las comunas productivas.
5º Transferir a las comunas existentes en el país, debidamente certificadas y controladas, todas las empresas industriales, agrícolas y pecuarias, y todo lo necesario para operarlas, que se encuentren bajo control del Estado. Exceptuando las estratégicas.
6º Promover que las comunas existentes en cada ciudad se confederen para entregarles el control y la operación de todos los mercados populares y municipales allí existentes. Estarán dedicados, bajo estricta observación de ese cuerpo colegiado, a la venta de los bienes importados por el gobierno nacional y de los producidos por las propias comunas. Se exceptúa lo relacionado con la salud.
7º Ordenar a todos los organismos oficiales que han tenido responsabilidad en el funcionamiento de las Misiones, y también las universidades nacionales, a coadyuvar para que las comunas cumplan con estas tareas. Se dará prioridad a la transferencia a ellas, en comisión de servicio, del personal que esté dispuesto a conformar los equipos de acompañamiento técnico comunal.