Aló Presidente N° 278. 25 de Marzo de 2007. Hato Calleja. Estado Barinas.
(Fragmentos)
Ha habido revoluciones en el mundo, desde hace mucho tiempo, pero no todas las revoluciones han sido socialistas, esta revolución ha asumido la bandera del socialismo y eso requiere y exige mucho más que cualquier otra revolución. Nosotros hubiéramos podido quedarnos en una revolución nacional, pero detrás de esos términos se esconden muchas cosas, detrás de esos términos, muchas veces indefinidos, se esconden planteamientos que terminan siendo reformistas, que terminan siendo de derecha, que terminan aplicando programas gatopardianos (…) Es decir aquel señor Lampedusa ¿no? Giuseppe Tomasi, el conde de Lampedusa, que escribió su obra El Gatopardo, y en El Gatopardo se habla, por eso de ahí el gatopardismo, un cambio gatopardiano.
¿Qué significa eso? Bueno, cambiemos todo para que en el fondo todo siga igual, para que en el fondo todo siga igual. Eso es el gatopardismo.
Nosotros debemos ser enemigos del gatopardismo. Por eso es que yo anoche denunciaba, con respeto pero con contundencia, estoy obligado a hacerlo, las tendencias que dentro de nosotros se mueven hacia el reformismo. Soy enemigo de esa tendencia, no enemigo personal de nadie, seamos enemigos y luchemos contra esa tendencia, porque es la tendencia al facilismo, compadre. Suponte tú, voy a poner un ejemplo, un alcalde en cualquier parte, que llego a alcalde y resulta que, bueno, muy revolucionario, fue líder estudiantil, estudiante revolucionario, etcétera, pero llega a una Alcaldía, asume el cargo —o un gobernador o un presidente— y entonces resulta que comienza a sentir las resistencias. Porque no es lo mismo estar en la calle, haciendo protesta o estar en el aula universitaria dando discursos o estudiando la política y la revolución y las revoluciones, que venir aquí. O no es lo mismo estar en la escuela de guerra que venir a la guerra, pues. Entonces, hay mucha gente que por falta de voluntad, por falta a veces de coraje, por falta de conciencia, termina siendo vencido por las resistencias al cambio, que son bastante grandes y por todos lados, y él termina dejándose llevar, se cansa rápido, a lo mejor lucha un año, pudieran ser dos años, pero dice: “No, yo estoy cansado ya, [risa] estoy cansado contra estoâ€, y se deja llevar por la corriente. Y termina cayendo en brazos del reformismo, que no es otra cosa, que el gatopardismo. Esa es una tendencia que amenaza a toda revolución. Alerto contra el reformismo, alerto contra el gatopardismo y los llamo a todos a que seamos enemigos y nos plantemos en contra de esas corrientes.
Revolución es lo que aquí tenemos que hacer. Revolución o muerte. ¡Una de dos, una de dos!