TE MOLESTA QUE AME Y SEA AMADO – JESÚS ENRIQUE GUÉDEZ

por elelefantebocarriba

(Intervención del Comandante Presidente Hugo Chávez con motivo del Apoyo al Proceso Revolucionario por parte de Intelectuales, Artistas y Trabajadores de la Cultura. 26-7-2004).

Buenas noches, esta es mi solidaridad, mi saludo con el pueblo que usted orienta, Hugo Chávez, barinés venezolano y americano, saludo en el sentimiento que es en la poesía, voy a leer dos poemas:

Molestias:

Te molesta que se levante de madrugada

a buscar la botella de aguardiente

que dejó al sereno entre las yerbas.

Te molesta que le ponga agua los pájaros

para que beba y se bañe la pareja

que esta tarde trajo a su hijo.

Te molesta que haga juguetes para los niños

con taparas y conchas de jobo.

Te molesta que acaricie la vejez

con ungüentos aromáticos.

Te molesta que sea negro,

 indio o un poquito menos blanco.

Te molesta ignorancias de tus furias posesivas

Te molesta que la historia sea su historia

y no la tuya.

Te molesta que su belleza

no sea la belleza de tu estética privada.

Te molesta que como vive muera: sereno.

Te molesta que ame y sea amado sin dinero.

Te molesta que esté jubilado, reciba una pensión

para comer no heredó ni deja herencia.

Te molesta que orine detrás de la casa cuando llueve.

Te molesta que no lea los periódicos,

pero le gusta que le cuenten los crímenes.

Te molesta porque no se molesta cuando los llamas:

horda, turba y asesino, y te mira como si nada.

Te molesta que se alegre con el ¡tan! ¡tan!

y baile hasta el amanecer.

A mí tampoco me molestia no molestarme

por tus necias molestias

que no te dejan ver el sol hoy ni mañana,

que mueres molesto, desgraciado en penumbras.

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Balada de las preguntas:

Yo me pregunto, Cayetano, qué me dirías de todo esto, oyéndote los cuentos de tus amigos de Valencia y las travesías por autopistas alemanas.

Yo me pregunto, viejo Lucho, que me dirías de todo esto, con tus pantomimas cojas de pantaurel en calzoncillos.

Yo me pregunto, poeta Daza, qué me dirías de todo esto, hablando de gallos en el sartén de plata, con chulos trasnochadores.

Yo me pregunto, Alberto Lovera, qué me dirías de todo esto, cuando ingenuos fundamos el Instituto Máximo Gorky, y leíamos a Bodegueros de Barquisimeto, La Nube en Pantalones.

Yo me pregunto, Oswaldo Orsini, qué me dirías de todo esto, aquella noche de teatro NO, con tu personaje blanco en el escenario de la Universidad Central.

Yo me pregunto, Julia, qué me dirías de todo esto, ahora que estoy leyendo al boleo, forma y poesía de Gerber Ritt, regalo tuyo con tu firma, y saboreo el cobre de nicotina en tu boca.

Yo me pregunto, Humberto Febres, qué me dirías de todo esto, escuchando corríos y cantos de ordeño entre cerveza en tu apartamento de Barinas.

Yo me pregunto, Nany, qué me dirías de todo esto, cuando tímida callabas en los rincones mientras nosotros discutíamos de política y después miraste de frente a los fusiles en las manifestaciones del liceo Urdaneta.

Yo me pregunto, Jorge Rodríguez, qué me dirías de todo esto, estudiante perfilado y guerrillero en la entrevista de la Universidad: “Vota en contra”, “Guerra santa” o “Paz Conciliada”, nos decías.

Yo me pregunto, tantos desconocidos, que me dirían de todo esto, que arrancaron de los brazos del amor que secuestraron en lo oscuro, que detuvieron en el viaje, que apartaron del libro y el cuaderno, que murieron desolados; en fin, que torcieron sus vidas para siempre.

Yo les pregunto, compañeros, qué me dirían de todo esto, cuando ahora otros están esperando que todo vuelva a ser lo que fue, donde encontraron la muerte mis compañeros, y que hoy están entre nosotros.

Y qué me dirían de todo esto, me pregunto, cuando ya para mí aquello es un recuerdo sin olvido.

Muchas gracias.