Estados Unidos bombardea el Proceso de Paz colombiano. El comandante de las FARC Jesus Santrich amenazado de extradición.
Por André Scheer
Artículo Original de:
https://www.jungewelt.de/artikel/331590.akute-lebensgefahr.html
Martín Batalla nació en 1985 en la ciudad de Manizales. Desde niño descubrió la música como medio de expresión. Lo impresionó especialmente el rap porque desde su creación se distinguía por los textos críticos y era un medio ideal para difundir un mensaje entre la gente, comentó el jueves en una conversación con Junge Welt “para mí el rap fue y es una oportunidad y un medio de resistencia “.
Como estudiante en Medellín, procuró usar su arte en la resistencia no violenta contra los planes de los paramilitares. Los ultraderechistas escuadrones de la muerte se esforzaban, en ese momento, en reclutar jóvenes para su guerra sucia contra la izquierda. Por el contrario, Batalla y sus amigos se aclararon. «No pertenecía a ninguno de los grupos insurgentes», enfatiza. Sin embargo, fue perseguido y estuvo preso durante dos años. A la edad de 19 años, y como consecuencia, se integró en la guerrilla para continuar luchando en las filas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP). «En Colombia, fueron bloqueadas todas las posibilidades para liderar la lucha política en el ámbito legalâ€.
Hoy, con 33 años, vive en un campamento temporal para los guerrilleros desmovilizados, en la Guajira al noreste de Colombia. Dio la bienvenida al proceso de paz entre la Guerrilla y el gobierno del presidente Juan Manuel Santos “estamos trabajando en un acuerdo que elimine las causas que ocasionaron el conflicto. El acuerdo es muy completo e incluye, por ejemplo, el tema de la distribución de las tierras, la concesión de pequeños préstamos a los campesinos o la cuestión de la indemnización a las víctimas del conflicto y a los desplazadosâ€.
Hoy Batalla esta desilusionado. Los guerrilleros entregaron las armas, pero el Estado colombiano no ha cumplido con su parte de las obligaciones pactadas. Todavía se encuentran alrededor de 600 presos políticos en las cárceles, aunque su liberación hacia parte del acuerdo y hace más de un año, se aprobó para ello una ley de amnistía. Continúan los asesinatos de ex guerrilleros, y ahora esta “situación complicada y frustrante†se agudiza con el arresto y la inminente extradición del miembro de la Dirección Nacional de las FARC, Jesus Santrich.
El Comandante Santrich, de 51 años, y cuyo verdadero nombre es Zeuxis Hernández, fue miembro de la delegación negociadora de las FARC-EP para las largas conversaciones que se desarrollaron en La Habana. Santrich fue elegido como miembro de la Dirección Nacional, en el congreso de fundación del partido legal FARC (Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común), que surgió de la organización guerrillera. Es miembro del CSIVI (Comisión de Impulso y Verificación a la Implementación), entidad encargada de verificar la implementación del acuerdo formada por representantes de las FARC y del Gobierno. Debe ocupar como diputado, en el congreso elegido el 11 de marzo, uno de los escaños parlamentarios a los que las FARC tienen derecho según lo establecido en el Acuerdo de Paz, independientemente de los resultados electorales obtenidos.
No obstante, el 9 de abril, Santrich fue detenido en su casa en Bogotá. La razón de la detención, fue una orden de arresto emitida en los Estado Unidos. La DEA, agencia antidrogas en Washington, acusa al comandante de estar involucrado en el tráfico de drogas. Existen “incontables pruebas†de que el ex-guerrillero planeaba contrabandear, junto con cárteles de la droga mexicanos “diez toneladas de cocaínaâ€. Aseguró a los medios de comunicación, el Fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez.
Las directivas de las FARC hicieron frente a estas declaraciones respaldando a su camarada y hablando sobre manipulación de evidencias.†¿Dónde están esas diez toneladas de cocaína y la flota de aviones, que supuestamente quería usar Santrich?â€, preguntó el también miembro de la Dirección Nacional, Iván Márquez, el miércoles a las autoridades.
Batalla supone que detrás de la detención de Santrich hay una maniobra de los Estados Unidos dirigida contra el Proceso de Paz. El recuerda el caso, del por entonces Comandante de las FARC Simón Trinidad alias Ricardo Palmera. El representó entre 1998 y 2002 a la Guerrilla en las negociaciones de paz con el expresidente Andrés Pastrana. Dos años después del fracaso de las negociaciones, fue detenido en Ecuador, cuando procuraba junto con delegados de la ONU, el acercamiento o por lo menos un intercambio de prisioneros. Fue trasladado a Bogotá y de allí extraditado a los Estado Unidos donde fue condenado a sesenta años de prisión. Durante las Negociaciones de Paz en la Habana, las FARC-EP procuraron conseguir su liberación, para que pudiera ser parte de la delegación de negociación. Washington se rehusó, no era parte del Proceso de Paz. El abogado de Simón Trinidad, Mark Burton, le recordó el pasado septiembre a Junge Welt, que para Trinidad se aplicarían las condiciones de amnistía del tratado del Acuerdo de Paz, si el estuviera encarcelado en su país y no en los Estado Unidos. “Por eso exigimos su inminente retorno a Colombia. El es una persona central para la política colombianaâ€.
Santrich está decidido a no compartir el destino de su camarada. En la cárcel se declaro en huelga de hambre, y según informaron sus contactos personales, está decidido a soportarla hasta el final. Después de casi tres semanas sin alimentación, su vida corre un inminente peligro, advirtió el miércoles la emisora colombiana de radio alternativo Café Stereo. “Esto conlleva al Proceso de Paz a su momento más crítico hasta ahoraâ€, advierte Batalla, “Jesus Santrich y Simón Trinidad son luchadores por los intereses sociales del pueblo. No son delincuentes, son revolucionarios que trabajan por el cambio en Colombia. La campana contra ellos busca calumniar la lucha y presentarnos como traficantes de drogas y terroristas. Esto sirve para poner en tela de juicio al acuerdo de pazâ€.
Iván Márquez, quien es considerado uno de los líderes de las FARC, ha asumido consecuencias de esta situación. Como informó el miércoles la agencia de noticias cubana Prensa Latina, él se abstiene, de tomar posesión de su asiento en el Congreso. “¿Cómo voy a hacer eso? ¿Yo voy a el Congreso el 20 de Julio como resultado de los acuerdos de la Habana, para que luego me tilden de traficante de drogas? Para una cosa así no estoy dispuestoâ€. Mientras Santrich siga detenido y no existan garantías de seguridad para los representantes de las FARC, no irá a Bogotá, sino que permanecerá en el campamento temporal en el Caquetá. “Es muy duro decir esto, pues significa, que el proceso de Paz en Colombia ha fracasadoâ€.
Traducción de: Apao Vento