La victoria geopolítica del pueblo, no es pírrica

Maduro y las llaves del futuro inmediato

China acaba de derrotar la guerra comercial que EEUU trató de desatar. Próximamente un alto funcionario de EEUU se trasladará a Beijing para firmar el acuerdo, lo que confirma quien está dominando el comercio mundial. Dominio que se reforzará cuando China continúe consolidando la «Ruta de la Seda», una inversión en infraestructura comercial a través del mundo que EEUU no está en condiciones de hacer. Su déficit comercial no tiene solución ni le permite emprender inversiones en infraestructura como para competir con el Banco Asiático para Inversiones en Infraestructura, promovido por China. EEUU afincará su guerra comercial contra Europa, quien está incrementando su relación con Rusia y China.

EEUU necesita impulsar la caotización planetaria para sostener inversiones que puedan apuntalar su economía, incluso para sostener el dólar. El dólar es una moneda que ha pasado a depender de la guerra. Apostar al dólar es apostar a la guerra: en el medio oriente, con Israel como vanguardia del sionismo, del capital financiero, que depende de la especulación y por lo tanto de la inseguridad, de la incertidumbre. Por eso EEUU ha invadido Siria para mantener la guerra y defender intereses petroleros. Traslada su embajada para Jerusalén como una provocación contra los palestinos, atizando la matanza que con gran placer realiza Netanyahu. Arma a Arabia Saudita, que aliada con Israel, organiza la agresión contra Irán, razón por la cual Trump rompe el acuerdo nuclear con Irán.

Sabotea el avance hacia la paz que Corea del Norte y Corea del Sur vienen logrando, en camino hacia la desnuclearización de la península coreana, lo que implicaría que EEUU retire las armas nucleares que ha colocado en Corea del Sur. Por el contrario, Trump organiza unas maniobras militares conjuntas con las tropas del Sur, que simulan una invasión a Corea del Norte. De esa manera sabotea la Entrevista programada con el presidente de Corea del Norte para tratar, entre otros puntos, la desnuclearización de la península coreana.

Su plan para la caotización de Venezuela, bien delineado por el Comando Sur del ejército de EEUU, ha experimentado una nueva derrota política con el triunfo electoral del presidente Maduro. Pero no sólo se impide, por ahora, la caotización de Venezuela, sino que esta victoria les da un gran aliento a los pueblos del mundo en las luchas por la independencia nacional y la paz mundial.

Se puede comprender mejor por qué simultáneamente con su victoria electoral, el presidente Maduro llama de nuevo a un diálogo por la convivencia y la paz. Es una clara comprensión de la geopolítica mundial y el papel de Venezuela dentro de ella.

Reconocimiento al presidente Maduro

Al presidente Maduro le ha tocado enfrentarse cara a cara, con un presidente de EEUU, tan violento, como Trump. Sólo Fidel Castro y Chávez, creo yo, pueden ser tomados como referencia. Maduro fue capaz de mirarlo a los ojos y nunca parpadeó. Más bien Trump tuvo que tragarse amenazas aun cuando eso no signifique que las haya retirado, pues su odio se ha incrementado. Pero el presidente Maduro no se ha echado para atrás. Ha sabido ser firme y ha estado recorriendo el país con palabras de aliento, de resistencia, con fe en la victoria.

También desde la solidaridad hago críticas. Creo que él o a quienes él dio la orden para tomar medidas oportunas, terminaron permitiendo que el pueblo llegara el 20-05 apaleado por el capital, especialmente por la guerra de precios. Creo que eso tiene que ver con la abstención.

La victoria del pueblo patriótico

Mas de seis millones de militantes chavistas (no simplemente votantes), después de una inclemente guerra de precios como jamás se ha conocido en la historia de Venezuela, que generó rabia, desilusión, hambre, impotencia; de crisis hospitalaria, falta de medicinas; de boicot al transporte público, que provocó que la gente tuviese que pagar precios especulativos o irse caminando para el trabajo o de regreso a casa, pese a que varios propusimos que se sacara a la calle los autobuses y transportes públicos civiles y militares para transportar al pueblo, sólo muy parcialmente hubo un tímido intento. Todo provocado por la sed de maximizar ganancias por parte de los bancos y la burguesía comercial importadora.

Hay que reconocer que Ud., estuvo batallando contra esa situación ¿Fue obra de la V columna que boicoteo los esfuerzos que Ud. hizo? Lo hemos visto luchando solo por todo el país, incansable, tenaz…

Ese pueblo lo supo, lo sabe y hoy también sabe que el triunfo le pertenece legítimamente y votó por Ud. reconociendo su perseverancia, su espíritu antiimperialista y sus esfuerzos por tratar de compensar los salarios y luchar por el bienestar de los venezolanos, frente a la voracidad capitalista que propiciaba hambre, falta de medicinas, de transporte, enfermedades, para tratar de doblegar el espíritu patriótico de los venezolanos, propiciando la abstención y el voto contra el proyecto bolivariano.

El diálogo es preferencialmente con el pueblo, chavista y no chavista

Reconozco y respaldo el diálogo que Ud., una vez más, está convocando. Sin embargo, ese diálogo tiene un actor preferencial: el vigoroso pueblo venezolano, chavista y no chavista. Diálogo directo con los comuneros del Zulia, de Lara, del Distrito Capital, de Carabobo, de los Andes, del Sur y el Norte de oriente, de los llanos; con las organizaciones de trabajadores, no simplemente con los sindicatos; con los campesinos y sus líderes naturales; con los jóvenes trabajadores del campo y la ciudad, de los liceos, de las universidades; con las organizaciones de mujeres; con las organizaciones LGTB, en fin, con el pueblo, donde quiera que se encuentre.

Por supuesto con los empresarios patriotas. Los otros son los que han castigado y golpeado al pueblo venezolano, que van a las mesas de negociación a solicitar dólares, a cazar negocios. Los que, aliados del imperio, han trabajado por derrocar al gobierno bolivariano. Ellos lo que quieren es imponer precios especulativos y como dije, derrocar al presidente Maduro. En todo caso la decisión es suya

La victoria de Maduro no es una victoria pírrica, todo lo contrario

Mi compañero Néstor Francia ha hecho esa calificación. No lo creo. El presidente Maduro ha obtenido más del 46% de los votos, cerca de la mitad de los votos, en un proceso de alta abstención. ¿Es este un mal resultado? No. Por una parte, es absolutamente legal, pues las leyes venezolanas no exigen la mayoría absoluta para darle validez a un resultado electoral (en Venezuela no existe segunda vuelta). Por otra parte, es absolutamente sustentable desde el punto de vista político. Más del 68% de los votos válidos para presidente de la república, es una excelente cifra, en Venezuela y en cualquier lugar del mundo.

Es un resultado, que, en las condiciones de guerra, de bloqueo económico y financiero y otras consecuencias del boicot imperial contra nuestra patria, debemos, sin duda, celebrar y reconocer tanto al presidente Maduro como al pueblo venezolano.

Realizar un análisis histórico de los resultados electorales

En lo que tiene razón Néstor Francia es en realizar una apreciación histórica a través de las comparaciones que él hace entre resultados de los últimos procesos electorales. Esa tendencia la recoge Néstor Francia y yo creo que tiene mucha importancia. Sin embargo, hay que destacar las diferencias en las circunstancias de cada momento, pues los rasgos específicos tienen gran importancia.

En 2010 insistí, que eso se hiciera desde cada mesa de votación para observar cómo iban cambiando las tendencias desde las localidades y tomar las medidas políticas, organizativas, sociales… para corregir aquellas que se manifestasen como negativas.

Ni Trump ni ningún otro presidente tienen derecho a cuestionar la victoria de Maduro porque no haya obtenido más del 50% del Censo electoral

En EEUU el voto no es universal ni directo para elegir al presidente de la república. Es una elección de segundo grado, en la que los grupos de poder económico son determinantes. Incluso, en la votación total, el pierde con Hillary Clinton por una diferencia de 3 millones de votos. El gobierno de ese país no tiene nada que decirnos sobre democracia, elecciones libres o nada que tenga que ver con derechos ciudadanos.

Sin embargo, se entrometen en los asuntos internos de Venezuela para defender los intereses imperiales. Por eso no han protestado sobre las cifras y porcentajes electorales de recientes elecciones de algunos presidentes de nuestra región. En datos localizados en Internet pude recoger los siguientes resultados sobre niveles de abstención:

Honduras: 56% (es bueno hacer notar que, en Honduras, además, hasta la OEA mandó a que se repitieran las elecciones por la presunción de fraude. Luego dejo las cosas así y todos tranquilos). Ver: http://www.laprensa.hn/honduras/1054318-410/25-millones-votaron-en-elecciones-primarias

Chile: 54% Ver: http://www.emol.com/noticias/Economia/2017/11/19/884005/Menos-de-la-mitad-de-los-chilenos-voto-Participacion-electoral-alcanza-un-46-del-padron.html

Colombia: 52% Ver: https://actualidad.rt.com/sociedad/175020-10-paises-mundo-abstencion-voto

No ha habido reclamos oficiales por los porcentajes de abstención en Colombia y mucho menos por los defectos casi dramáticos de su sistema electoral. Sin embargo, en Colombia continúa la matanza de líderes sociales y las violaciones sistemáticas a los acuerdos de paz y ni Trump ni la OEA ni gobierno latinoamericano alguno protesta y el gobierno colombiano se atreve a desconocer las elecciones realizadas en Venezuela. Están felices con Temer, presidente no electo, resultado de un golpe parlamentario, que tiene niveles de respaldo popular entre un 3-4%, pero es cruelmente neoliberal y mantiene una consecuente persecución contra Lula Da Silva para tratar de impedir que este sea el próximo presidente de Brasil. Todos son protegidos por Trump.

Como puede verse, no son opiniones jurídicas ni resultado de algún celo electoral. Son absolutamente políticas. Es solidaridad entre neoliberales.

Un programa para los primeros 100 días de gobierno

He insistido en la importancia de un programa para los primeros cien días de gobierno, pues puede ayudar a organizar prioridades y tener un sentido pedagógico. Esto, por supuesto, es potestad del presidente Maduro.

El problema de la guerra de precios, el acaparamiento, el bachaqueo, el negocio con los dólares preferenciales, el contrabando de extracción y todos aquellos relacionados con los precios, deberían estar claramente señaladas sus soluciones.

Igual pasa con la corrupción, los corruptos, los burócratas y los ineficientes.

El tema de la salud y las medicinas es otro tema prioritario. No se puede seguir transfiriendo dólares a las corporaciones transnacionales de la salud, que terminan en cuentas bancarias internacionales.

Más importante aún es la visión sobre la vida, la sanación y las medicinas. En general, las medicinas están concebidas por los grandes monopolios internacionales, como una fuente de ganancias, no para la curación. Luego, la única concepción sobre la salud no es la medicina alopática. Hay una amplia visión que recoge desde enseñanzas espirituales, enseñanzas que provienen desde las comunidades originarias, desde el conocimiento de nuestra rica y prodigiosa naturaleza, desde la experiencia cultural del pueblo venezolano y otros pueblos del mundo, desde la biología y las más variadas ciencias de la salud. En fin, el tema de la salud no se reduce solo a más hospitales, clínicas, médicos y medicinas. Son importantes, pero no el único camino, que suele estar en manos de grandes conglomerados comerciales de la salud.

El transporte público debe tener un lugar relevante. Se ha ido avanzando, pero la experiencia reciente es que el transporte privado, como línea general, se ha sumado a la conspiración contra el pueblo. Creo que hay que hacer un esfuerzo supremo para concluir y extender el sistema de ferrocarriles. A largo plazo esta es la de menor costo y menos agresiva contra el ambiente.

Los temas fronterizos y en particular el de la frontera con Colombia, afectan al conjunto de la sociedad venezolana, en particular a la economía, a la seguridad nacional, a la geopolítica continental… Este tema se vincula con el tema del precio de la gasolina. Debe incrementarse este precio como una medida estratégica, dejando de lado los gradualismos.

El tema de la minería debe ser sometido a una amplia consulta popular involucrando a todos los sectores interesados, en particular a las comunidades afectadas.

Sobre los temas económicos (monetarios, fiscales, financieros) tengo ciertas ideas, pero prefiero desarrollarlos de manera independiente.

PDVSA y el tema de la energía, tienen un lugar privilegiado. PDVSA debe ser reorganizada al margen de los viejos patrones trazados por la burocracia petrolera y crear una nueva estructura con una participación decisiva de los trabajadores. La visión sobre la faja petrolífera del Orinoco debe ser revisada. Creo que hay que tomar en cuenta las observaciones que vienen haciendo expertos, entre otros, como Carlos Mendoza P., David Paravisini y Fernando Travieso.

Definitivamente, la economía comunal debe ser el eje de la economía venezolana. Comuna o nada, marca el camino, como un proceso permanente que debe, cada día más, independizarse del Estado.

Sobre temas como los de la mujer sólo diré que marchamos hacia la desaparición de la sociedad patriarcal. Ella representa el dominio cultural de lo masculino.

Debe suspenderse definitivamente la transferencia de dólares al capital privado y revisarse las tesis sobre la siembra del petróleo, que según mi opinión nos ha hecho mucho daño.

Creo que hay que subrayar el tema de los valores espirituales y morales. Recuperar esos valores y darle un carácter prioritario de la manera más rigurosa, es una cuestión esencial.