¿Victoria pírrica?, no sea usted tan perencejo, chamo…

Por: José Sant Roz

  1. Autocoñaceando, y girando ciento ochenta grados su pirotécnica metralla, Néstor Francia habla en su último artículo, de «compasión por la escueta minoría», y agrega cual una María Corina Machado: «â€¦ sólo 3 de cada 10 electores potenciales apoyan al chavismo», como si esto se tratara de una vulgar batalla por bandas de negociantes (cuántos lograste tú, cuántos me tocaron a mí), por elegir simplemente por un partido o por otro (cual ocurría en aquella podrida IV). El chavismo hoy, señor Néstor, es la patria, no un partido.
  2. Es como si Urdaneta y Bolívar, entre 1813 y 1816, se hubiesen puesto a hacer cálculos para mantener su lucha sobre la base de cuántos venezolanos los apoyaban (¡carajo!, casi nadie), y ponerse en plan derrotista y dedicarse a difundir entre los suyos que las batallas ganadas eran victorias pírricas. Todo lo contrario, Bolívar tenía una tendencia genial a magnificar sus proyectos e ideas y las llamaba CAMPAÑA ADMIRABLE, CONGRESO ADMIRABLE, UNIÓN DE REPÚBLICAS, cuando en realidad eran conceptos muy endebles para aquel momento, pero que a fin de cuentas (lo que importaba), estaban en la grandeza de su imaginación. Llega a decir el escritor Jules Mancini en su libro «Bolívar y la Emancipación De Las Colonias Españolas» (muy crítico de la obra del Libertador) que la república de Bolívar no existía sino en las ancas de su caballo, y no dejaba de ser cierto, porque en cuanto murió se desintegraron todos sus sueños…
  3. ¿Y los otros 7 electores potenciales, don Néstor, qué carajo son: cabrones, indiferentes, canallas o realmente OPOSITORES?
  4. Qué manía esa, la de ciertos camaradas, de tratar de insuflarle ánimo a la derecha (a cuenta de nuestras «autocríticas» melancólicas) para que ésta coja cancha en cada uno de nuestros triunfos y así acabar por arreglárselas para luego volvernos trizas pese a nuestras victorias.
  5. Diría Bolívar: En este maremagno de cruentos ataques por todas partes del mundo, ninguna victoria puede catalogarse de pírrica.
  6. Es tal el odio desatado por los medios del mundo contra nuestro país por parte del maldito imperio gringo, que en un apartadísimo lugar de Europa, un periódico local utiliza gran parte de su contenido para atacar al presidente Maduro, y titula: «Maduro läst seinem volk keine Wahl», algo así como que Maduro le impide a su pueblo elegir. ¿Y salimos nosotros de pendejos a hablar de victoria pírrica?
  7. Cuesta creerlo, sí, es difícil creerlo, que más de seis millones de venezolanos hayan salido a echarle bolas y darle el voto al gobierno que ha recibido más coñazos por parte de ese reducto de miserables del planeta sometidos al chantaje del maldito imperio gringo.
  8. Cuesta creerlo, sí, es difícil creerlo, que millones de seres que están comiendo a media máquina, que dejaron de comprar ropas y calzados desde hace cuatro o cinco años para medio alimentarse, pero no ceder jamás ante el enemigo, que lo reconocen; que pasan hambre, que no tienen efectivo para bandearse comprando en un mercado popular; que dejaron hace tiempo de comer carne de res o de pollo; que luchan y sudan para hacerse con unas cebollitas (o que ya ni cebollas compran), unos cambures o unos plátanos y se acuestan con el ronroneo de unas tripas estragadas, cuesta creerlo, insisto, hayan salido bien temprano, de madrugada el día 20 de mayo, a hacer una cola para votar por un gobierno que ha sido maldecido por los yanquis.
  9. Qué coño, de pírrica, puede catalogarse así esa victoria, mil veces más pírrico fue el triunfo de Bolívar en la Batalla de Bomboná, en la que perdió más soldados que el jefe realista Basilio García, y que sin embargo con ella logró traspasar las barreras del Juanambú y llegar a Quito (incorporarlo a la Gran Colombia), algo que no había conseguido ningún patriota en diez años de cruentas luchas en el Sur.
  10. Qué manía la nuestra, insisto, la de ponernos a menos, la de endosarnos derrotas y desgracias cuando en verdad le hemos dado una de las mayores patadas por el culo en América Latina a los gringos desde la paliza que se le dio en Bahía de Cochinos.
  11. Verdad también es que el gobierno debe entender que esta no es una victoria de los jefes del PSUV, ni de los burócratas de pasillo, ni de ciertos patiquines que se dicen de izquierda y que se pavonean con buenos carros y privilegios en las campañas oficiales. No, esta es una victoria del Gran COMANDANTE CHÁVEZ, otra vez, una victoria de los «pela-bolas», de los eternos humillados y muertos de hambre, que fueron muertos de hambre y siguen siéndolo a pesar de que se elevaron un poquito en el peldaño de la larga e histórica lucha social de nuestro pueblo.
  12. Mucho menos, ésta puede ser una victoria de tantos gobernadores ineptos y de esa catajarria de alcaldes y legisladores que no tienen espíritu de lucha ni de sacrificio y que son en su gran mayoría una cuerda de vividores y tan adecos o copeyanos, en el fondo como lo son Ramos Allup o Julio Borges.
  13. Lo que sí debe quedar claro, COÑO, es que ya todos los tiempos para pedirle más sacrificios al pueblo se han acabado. No podemos, carajo, seguir portándonos decentes con las acciones que urgentemente hay que emprender para que entonces los perros gringos no se alarmen. Ya los gringos nos declararon una guerra frontal que no tendrá fin nunca, hasta tanto nosotros estemos decididos a ser soberanos. Por lo cual, actuemos también en consecuencia, o nos volverán mierda.
  14. Ya vimos las consecuencias de sacarle el Cristo a quienes tienen más arte para asesinar y robar que el mismo demonio. Si vamos a seguir con esa pendejada, pronto podríamos ver otra vez al Presidente pedir más tiempo en otra elección para así arreglar el horrible peo de la guerra económica.
  15. Acábese de una buena vez con el caos en la frontera, el bachaqueo incesante, el desastre del transporte, la distribución de alimentos y medicinas, las mafias bancarias, la vagancia de ministros, gobernadores, legisladores y alcaldes, cueste lo cueste, carajo.
  16. Ya Trump dio la orden de intensificar la guerra contra nuestro pueblo. No esperemos nada de ese gran carajo, intensifiquemos la nuestra. Si nos ponemos a darle largas en las decisiones que debemos tomar para que se vea en el mundo que en nuestras acciones «somos decentes», nos van a debilitar y a volver leña.
  17. Un último consejo (o como lo llamen): amigo PRESIDENTE NICOLÁS MADURO, cuídese, cuídese mucho, que los gringos tratarán ahora más que nunca de ELIMINARLO por el medio que sea, tal cual como lo hicieron con el Comandante Chávez. Esta ha sido una orden que la nueva encargada de la CIA, el monstruo (la torturadora) Gina Haspel le ha dado a sus perros carniceros. Mucho cuidado, CARAJO!


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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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