MANOSEO OPERACIONAL .J.M RODRIGUEZ

por elelefantebocarriba

Siento, sin tener forma de medirlo, que en las relaciones de los individuos con su sociedad la sinrazón cada vez va más allá. La instrumentalización se monta con desparpajo encima del lenguaje y sus significados. Sobran los ejemplos. Uno reciente: pudieran ser razones de Estado lo que llevó al gobierno a aceptar como tasa de cambio de las remesas familiares, el dólar ilegal. Imagino que lo hizo para darle cobertura legal a esas bienvenidas remesas. Sin embargo, así se quiera ser benevolente, se olvidó que no hay ética en el especulador. Seguirán subiendo ese oscuro dólar y los que tiene algunos en sus manos estarán feliz. No importa que todo se ponga peor.

Hace ya más de cuatro décadas, se echó a volar un contundente globo: la sociedad no existe, existen los individuos… Lo hicieron aquellos que históricamente han ejercido la hegemonía económica, política y cultural en buena parte del mundo. La frase (de la exprimer ministro Margaret Thatcher), es el mejor sustento para la teoría de la “razón instrumental”, un eufemismo con el que los positivistas llaman a la sinrazón. También le dicen pragmatismo, “lo que sirva a mis intereses es bueno”. Todo absurdo que de ahí se desprenda pasa a ser contradicciones de la mente… no de la sociedad. De esta manera la razón queda mortalmente asociada a motivo o causa.

Aferrarse a esta acepción de razón, salva de inquietudes políticas. El discernimiento queda sepultado por el “yo creo que es así” o el â€œno tengo más remedio” Lo más perverso de la cita de la Thatcher es decirla sabiendo que esa irracionalidad que facilita hacer natural y perdurable el capitalismo, hace que la sociedad viva en violencia. Es lo que los marxistas llamamos lucha de clases.

Y siguen los políticos, con sus ejemplos, llenando la plaza de las decepciones, y también los cementerios del mundo. Tomaré solo lo insinuado por el Presidente cuando dijo que esperaba la estabilización de la economía. Como sabemos perfectamente que la economía no es neutra y, en nuestro caso, es capitalista; entenderíamos que se nos está diciendo que el libre mercado terminará por colocar las cosas en sus “justos” términos.