Julio Escalona | El ruido campesino ¿romperá el silencio?

Julio Escalona.- Para mí no es sorprendente que lo que esté movilizando a movimientos sociales de la capital, sea una marcha campesina que viene desde Guanare. ¿Conmoverá a Caracas? Lo cierto es que ha conmovido pueblos por donde viene cruzando ¿Por qué no una marcha de los obreros petroleros, de los siderúrgicos? La respuesta merece una investigación seria. Me atrevo a adelantar, como una, entre otras hipótesis, que el peso de la burocracia sindical en esos sectores es muy marcado y es un freno.

Ella podría significar un juicio a los más de 18 años de agricultura desarrollada por el chavismo y a quienes la han dirigido ¿Por qué seguimos dependiendo de las importaciones de caraotas, azúcar, arroz… incluso para las cajas Clap? Productos que llegamos a exportar. La ANC debe ocuparse de esto y llamar ante ella a los responsables para que den explicaciones.

En documentos que he recibido de los marchistas se dice: “Ya basta, es el momento de hacer los cambios que nos permitan avanzar… Sentimos que muchos representantes del gobierno están jugando al fracaso”.

La “marcha admirable” ha comenzado a hacer historia y yo creo que puede ser un principio del retorno del pueblo a la calle, no sólo para hacer campañas electorales. Nos atreveremos a organizar una nueva “Campaña Admirable”, que saldría pacífica y cívicamente desde todos los rincones del país para liberar al gobierno bolivariano, respaldar al presidente Maduro, poniendo miles de hombres y mujeres en Caracas, contra la intervención imperial, de la oligarquía neogranadina y la derecha incrustada en el gobierno. Con todas las fuerzas patrióticas que puedan unirse en torno a consignas antimperialistas y por la defensa de la patria ¿Nos atreveremos? Vamos a dialogar sobre esta posibilidad pues la amenaza imperial también puede ser enfrentada con un pueblo en la calle defendiendo la constitución bolivariana. Su primera tarea sería derrotar la guerra de precios, crear nuevas opciones para el transporte, la salud, las medicinas, la energía… en unión cívico-militar pacífica, pero dispuesta para la batalla en cualquier terreno. Combinando la acción diplomática, con la producción, la educación y levantando los valores espirituales interreligiosos e interculturales que son el sustrato de nuestro pueblo.

Julio Escalona
Constituyente