Julio Escalona y Roberto Malaver comenzaron a escuchar y hablar por uno. ¡Uno se cansa!

Por: Eligio Damas

Hoy amanecí con muy pocas ganas de escribir. Creo que todo lo contrario del Chino Valera Mora. Además, me puse a ver el juego por el tercer puesto del mundial, Rusia 2018, y eso me distrajo estrictamente hablando. Y pese haber terminado el juego me quedé meditando sobre el mismo. Más por el resultado, porque aunque esto parezca un invento y hasta un «echá pa´ lante», como comentarista de fútbol, coincidió con lo que no sé si esperaba o deseaba. Pues uno, pese lo critico o criticón contra el burocratismo y el egocentrismo e individualismo, entre otras cosas, tampoco deja de meterle a ellos y, confieso que ese Romelo Lukaku, atacante belga, con su bregar intenso, capacidad y dinamismo para repartir pelotas y acercarse al arco me cautivó y me ganó la simpatía de su causa. Como me pasó igual con Luka Modric de Croacia y por eso siento el mismo «palpitar», pues también tengo pálpitos como el presidente Maduro, acerca de lo que pasará mañana, como ver a Modric controlando el medio campo y poniendo balones a sus compañeros atacantes. Luego opté por ponerme a leer a Enrique Bernardo Núñez, en «La insurgente y otros relatos», y cuando comencé casualmente su cuento «La insurgente», página 35, de la edición de Monte Ávila y el Ateneo de Valencia, que dice «el 28 de noviembre de 1815 los habitantes de La Guaira», el celular me guiñó, me metí en Aporrea y hallé el artículo de Julio Escalona, «Un silencio con mucho ruido», de hoy sábado 14 de julio, del cual les pongo el enlace a manera de invitación lo lean. https://www.aporrea.org/actualidad/a266331.html.

Y hallé en él las muchas cosas que ustedes hallarán o hallaron, quienes le leyeron, que uno todo los días de él espera, de Julio. En ese trabajo el autor hace mención a Roberto Malaver y su trabajo titulado, «Escuchando», del 06 del mismo mes, del cual dice sentirse solidario y particularmente porque «nos enfrentamos a un muro de indiferencia. Que parece inspiró a Roberto Malaver en su artículo, «Escuchando», del que soy solidario. Pero nos enfrentamos a un muro de indiferencia.»

Remito al lector al artículo citado de Roberto Malaver, mediante el enlace correspondiente, para con este y el de Julio Escalona, como decimos los cumaneses, se «mate por su propio pulso». https://www.aporrea.org/actualidad/a266331.html

Pensé no decir o no escribir nada sobre el trabajo de Escalona, porque antes varias veces lo he comentado y hasta como asediado a mi viejo compañero y ahora creí prudente, por el respeto y gran afecto que le profeso, no caer en la tentación. Pero vean que, pese había decido otra cosa, opté por volver a comentar sobre Julio. Pero no voy a decir mucho, casi cerraré la boca o la página. Dejaré que sean Julio Escalona y Roberto Malaver quienes hablen por mí, en fin de cuentas las voces de ellos son bastantes altas como para que me inmiscuya.

Sólo diré, que con los dos me siento identificado y, en buena medida, creo hablan por mí y tengo la certeza estar bien representado, por lo menos en lo que les invito a leer.

El cambio es inherente a la condición humana, sólo «hay que darle tiempo al tiempo». «Uno se cansa».