Maryclen Stelling.- Los últimos acontecimientos político-electorales, la crisis interna y la situación internacional han alimentado en Venezuela el periodismo de trinchera, devenido en un ideal informativo.
Periodismo que percibe la realidad como un campo de batalla, donde se enfrentan buenos contras malos y el periodista, siempre apostado en la trinchera de los buenos, tiene la misión principalísima de disparar contra el malo. Una forma de hacer la guerra, donde, luego de tomar partido y escoger el “bando correctoâ€, el periodista dispara sus “balas†–noticias y opiniones- para aniquilar al enemigo, contra el cual todo vale.
En consecuencia se descuida o se abandona el papel de vigilante del entorno, para participar activamente en la contienda política, a tal punto que es difícil saber quién marca la estrategia a seguir, el medio o el partido político.
Un periodismo militante persuadido de las virtudes del bando en que se atrinchera, abocado, desde esa plataforma político-partidista, a la crítica y denuncia de todo aquello que no encaje o se desvíe de sus marcos referenciales. El periodismo de trinchera toma parte activa en la contienda partidista y su finalidad es hacer política, en detrimento de informar y ofrecer argumentos o razones para que la ciudadanía, libremente, escoja sus opiniones propias y tome posición.
¿La búsqueda de la veracidad de los hechos es cosa del pasado?
@maryclens
Maryclen Stelling