‘Respect’, la oda feminista que convirtió a Aretha Franklin en reina del soul

La cantante cambió de raíz el tono algo machista del tema original de Otis Redding y lo transformó en poderoso himno feminista que fue abrazado por el movimiento de derechos civiles

La fallecida Aretha Franklin se convirtió en la reina del soul de la mano de Respect, una canción que su voz transformó en un himno al feminismo, pese a que no era de su autoría.

Respect había sido escrita y grabada por Otis Redding, pero la versión de Franklin, publicada en abril de 1967, con apenas algunos coros adicionales y un carácter especial en la interpretación y los arreglos, le dio un sentido de reclamo feminista que carecía el tema original.

Redding planteaba la canción desde la óptica de un hombre que trabaja todo el día, que lleva el dinero a casa y que a su llegada al hogar reclama «respeto» a su esposa.

Franklin, con su interpretación y escasas variaciones al texto, cambió de raíz el tono algo machista del tema original y lo transformó en lo que fue desde entonces, un poderoso himno feminista que también fue abrazado por el movimiento de derechos civiles.

Ahora era una mujer la que exigía respeto, y deletreándolo, R-E-S-P-E-T-O, una de las pocas variaciones que aportó a la letra original, confiriendo a la canción su voz de exigencia feminista.

Era 1967, en plena ola del pacifismo y el amor en Estados Unidos, de las protestas contra la guerra de Vietnam, de la lucha de los negros para acabar con el racismo y lograr la igualdad de derechos civiles y del movimiento de liberación femenina

El Respect de Aretha Franklin rápidamente escaló en las listas de éxitos hasta el número uno, consolidando por primera vez la carrera de la artista, marcándole el camino musical que debía seguir y convirtiéndola en un icono del feminismo.

Desde los 18 años y hasta entonces, Aretha había estado grabando con sellos pequeños y finalmente con Columbia Records, demostrando sus grandes aptitudes vocales, pero interpretando canciones de góspel, jazz o blues, sin que ni siquiera en Columbia le ayudaran a aclarar qué camino debía seguir su carrera.

Parecía Billie HolidayElla Fitzgerald o Dinah Washington, era como si la discográfica «no supiese qué hacer con ella», escribió el crítico musical del New York City Tribune sobre su etapa en Columbia, en la que intercalaba temas de Cole Porter o baladas de Burt Bacharach con canciones con una línea más soul.

Entre ellos, de modo profético, estaba Soulville, cuya letra reza: «Vamos y enséñame el camino para llegar a Soulville, baby».

Y fue Atlantic quien se lo enseñó. Su primer álbum con ese sello, I Never Loved a Man the Way I Love You, abría con Respect, seguida de un ramillete de canciones, un par de ellas de su autoría, que se convertirían también en clásicos del soul.

Respect se había grabado el día de San Valentín en los estudios que Atlantic tenía en Broadway, en el corazón de Manhattan, adonde la joven Aretha, con 24 años, había viajado desde Detroit, donde vivía ya independiente en un pequeño apartamento con un piano mirando a la ventana.

En la sección rítmica participaron los mismos músicos de sesión con los que el mes anterior había grabado I Never Loved a Man (The Way I Love You), incluida en el álbum, en los míticos estudios de Muscle Shoals, en la Alabama rural, por los que pasaron también, además de Otis Redding, Wilson Pickett, Arthur Alexander o Percy Sledge, además Bob Dylan, Paul Simon o The Rolling Stones.

Redding murió ese mismo año, el 10 de diciembre de 1967, al estrellarse el avión con el que iba de gira con otros músicos. Tenía 26 años.

El artista, que también escribió y lanzó a la fama otros éxitos como (Sittin’ On) The Dock of the BayI’ve Been Loving You Too Long o Fa-Fa-Fa-Fa-Fa (Sad Song), murió sabiendo que después de la versión de Aretha, Respect ya no le pertenecía.