Por: Sputniknews / Aporrea.org |
5 sept. 2018 – Senadores de izquierda y varios movimientos sociales de Colombia denunciaron el martes amenazas de muerte por parte del grupo paramilitar Águilas Negras, que hace circular un panfleto con sus nombres y a quienes señala de buscar la desestabilización y hacerse con el control del país.
«Organizaciones y líderes desaparecerán, pues nuestro país no puede ser la cuna de izquierdosos, guerrilleros, milicianos, cuentistas de anticorrupción, camuflados de supuestos líderes sociales y defensores, por ellos hemos iniciado esta lucha de exterminio en todo el territorio colombiano», se lee en la misiva, cuya autenticidad se desconoce pero que es firmada por el Bloque Central de esa organización.
Entre los amenazados se encuentran los senadores de izquierda Iván Cepeda y Aida Avella, así como excandidata a la Vicepresidencia y vocera de la consulta anticorrupción Claudia López (centro-izquierda), y el caricaturista Julio César Gonzáles, conocido como ‘Matador’, quienes han sido declarados «objetivo militar» por las Águilas Negras.
La amenaza fue revelada por Cepeda a través de su cuenta de Twitter, en la que publicó una fotografía del panfleto con la inscripción: «La amenaza de hoy en la que estamos incluidos congresistas de la oposición, defensores de derechos humanos, organizaciones de mujeres y periodistas».
Por su parte, Avella, integrante del partido Unión Patriótica (UP, movimiento cuyos cerca de cinco mil integrantes fueron asesinados entre los años 80 y 90 por grupos de extrema derecha), hizo un llamado al presidente colombiano, Iván Duque, para que los atienda ante esta nueva amenaza.
«Señor presidente Iván Duque, llegó esta amenaza en contra de parlamentarios, defensores de derechos humanos, periodistas y a mí; en la amenaza está el dirigente César Plata, de la UP y ya atentaron contra él; presidente recíbanos urgente», escribió Avella en esa red social.
Según un reporte de la Defensoría del Pueblo (ombudsman) publicado el 23 de agosto, un total de 343 líderes sociales han sido asesinados en Colombia desde enero de 2016 hasta el 22 de agosto de este año, la mayoría por parte de grupos paramilitares.