OPINIÓN Una línea clara para el partido Farc y sus riesgos

Gabriel Ángel

El pleno de la Farc respaldó a su presidente Rodrigo Londoño, a la bancada parlamentaria y dijo que nadie puede obrar por fuera de las directrices de su dirección nacional

Por:  Septiembre 07, 2018
““Nos preocupa las consecuencias negativas que pueda acarrear para nuestro partido una decisión equivocada de los camaradas cuyo paradero se desconoce”. Foto: Facebook/Farc

El fin de semana pasado tuvo lugar en su sede de Bogotá, el Pleno del Consejo Nacional de los Comunes del partido Farc, un evento democrático y lleno de fraternidad, en el que los delegados tuvieron toda la oportunidad de expresar sin ninguna limitación sus puntos de vista. Tras la amplia discusión surgieron las necesarias conclusiones.

Lo que se denomina Consejo Nacional de los Comunes es la dirección nacional del partido, integrada por 111 militantes elegidos en el Congreso fundacional celebrado un año atrás. Estos ciento once, reunidos inmediatamente después del Congreso, eligieron a su vez a 15 de sus miembros, para conformar el Consejo Político Nacional o dirección permanente.

Era natural que existiera una enorme expectativa por parte de los grandes medios, en torno a lo que se debatiría y concluiría en el Pleno. De hecho se había producido una avalancha de informaciones interesadas, en el sentido de que el evento a celebrar sería una verdadera barahúnda, destinada a terminar en ruptura interna y escandalosas expulsiones.

Por eso el desencanto con la declaración pública dada a conocer finalmente. ¿Por qué no se dijo allí una sola palabra sobre Iván Márquez, el Paisa, Romaña y demás dirigentes de quienes se dice que abandonaron los ETCR donde se encontraban? Lo que todos esperaban era una declaración contundente en esa dirección, el destape de quizás qué noticia reveladora.

El Consejo Nacional de los Comunes simplemente dijo que respalda totalmente el trabajo y los esfuerzos que vienen realizando el Consejo Político Nacional, su presidente, la bancada parlamentaria del partido y el componente de Farc en el Consejo Nacional de Reincorporación y en la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación a la Implementación de los acuerdos.

Lo que en palabras más claras significa que se apoya por completo a la dirección nacional permanente y a su presidente Rodrigo Londoño, Timo, del mismo modo que se confía en su bancada parlamentaria y en sus delegaciones en las más altas instancias relacionadas con el trabajo de implementación de los acuerdos. Ellos son los órganos legítimos del partido.

 

 Se procedió a invitar a regresar al partido a aquellos militantes
que por una u otra razón se han ido apartando de él

 

Seguidamente afirmó que en nuestro partido nadie puede obrar por fuera de las directrices de su dirección nacional, y que quien lo haga no puede esperar el apoyo incondicional del mismo. El criterio en ese sentido fue unánime. Luego se procedió a invitar a regresar al partido a aquellos militantes que por una u otra razón se han ido apartando de él.

Igualmente el Consejo Nacional de los Comunes, como órgano máximo de dirección partidaria, expresó el rechazo a todas aquellas personas o grupos que hacen uso indebido de los símbolos históricos, la memoria de nuestros fundadores y dirigentes, así como del acumulado político de la lucha armada de 53 años. Y deslinda enfáticamente a nuestro partido de todos ellos.

Del mismo modo, el Consejo Nacional de los Comunes expresó su convencimiento de que los Acuerdos de La Habana siguen siendo un hito histórico, pues no sólo pusieron fin a un conflicto armado de más de medio siglo, sino que abrieron las puertas a la democratización del país. Por eso mismo manifiesta la necesidad urgente de su cabal implementación.

Al respecto dejó claro que se requiere de un inmenso trabajo para que las mayorías colombianas conozcan su texto e importancia, y se sumen a la lucha por su cumplimiento. Pese a reconocer que este no será fácil ni automático, de modo resumido pone de presente su lamentable estado actual, encendiendo las alarmas sobre la grave situación de lo relacionado con la reincorporación.

 

El bajo nivel de cumplimiento por parte del Estado
es motivo de enorme preocupación y hasta de verdadera indignación

 

El bajo nivel de cumplimiento por parte del Estado es motivo de enorme preocupación y hasta de verdadera indignación, dice también. Con lo que queda claro que nadie está satisfecho con lo alcanzado. Ni en la reforma rural integral, ni en la participación política, ni en sustitución de cultivos de uso ilícito, ni mucho menos con la reincorporación plena de los exguerrilleros.

Lo que nos espera es lucha, pero de un modo claramente definido. Dentro de los marcos de lo pactado en el Acuerdo Final. Expresamente dijo el Consejo Nacional, que estamos más que dispuestos a respetar al pie de la letra tal compromiso. Y añadió que no cohonestaremos con la conducta de cualquiera de nuestros militantes que viole lo previsto en el Acuerdo Final.

Más claro no se podía ser. Sobre los camaradas cuyo paradero se desconoce, era necesario guardar el más prudente silencio. Hasta el momento se ignora qué piensan, salvo lo que afirman acerca de no contar las garantías suficientes para su trabajo político. Habrá que esperar qué resolución adoptan. Pero los criterios y líneas de acción del partido Farc ya están definidos.

Nos preocupan su suerte, su seguridad, su integridad. Pero también las consecuencias negativas que pueda acarrear para nuestro partido una decisión equivocada de su parte. Son tantos los enemigos al acecho.