Bolsonaro fue muy claro en su lenguaje y en su campaña. A lo que debemos agregar la derrota de Dilma Rousseff, que llegó de cuarta al Senado por Minas Gerais. Desde tan lejos, uno no tiene explicación a lo ocurrido
Eleazar Díaz Rangel.- La sorpresa que nos dejó Brasil no fue la segunda vuelta, pues parecía lógica, según todas las encuestas. La sorpresa es que tantos brasileros votaran por alguien de ultraderecha en los límites del fascismo, sin ocultar nada ni tratar de engañarlos.
Bolsonaro fue muy claro en su lenguaje y en su campaña. A lo que debemos agregar la derrota de Dilma Rousseff, que llegó de cuarta al Senado por Minas Gerais. Desde tan lejos, uno no tiene explicación a lo ocurrido.
¿Por qué se equivocaron tanto las encuestas? A Haddad le sacaron los mismos 20 puntos que Lula preso le sacaba a Bolsonaro. ¿Qué puede pasar en la segunda vuelta el próximo 28? Por supuesto, es más fácil alcanzar el 50%, si partes del 48% que ya tiene Bolsonaro, que multiplicar el 26% que obtuvo Haddad. Pero esa es la primera impresión. Esperemos a ver qué pasa en estos días.