Julio Escalona.- El discurso del presidente Maduro en la ONU fue excelente. Yo sé de la gran importancia que ese “segmento de alto nivel†tiene para los gobiernos del mundo, centros académicos, etc. Maduro sabía que, en las dramáticas circunstancias de hoy, iba a presentar un examen en el que estaba en juego nuestro futuro.
Pudo escribir ese discurso y leerlo. Prefirió el estilo verbal de Chávez y Fidel, más convincente y comunicativo. Logró desmontar consejas tales como la dictadura chavista, la masiva emigración de venezolanos, la crisis humanitaria, que los Duque, Piñera, Macri… difundieron. Llamó a Trump al diálogo, pues lo contrario es la guerra, y Trump sabe que si lo acepta debería ir cambiando la retórica agresiva y dejar suspender los sobornos a Almagro por bueno para nada. Comprometió al Secretario General de la ONU a investigar el intento de magnicidio frustrado del 04-08-18. Parece que el autobusero les volvió a ganar.
¿Ha pasado el peligro de intervención? No, políticamente ganamos, pero hay que impedir que Trump incremente la escala de la guerra no convencional en desarrollo. Es necesario ganar cuatro batallas: uno, la batalla diplomática (en cada país y el mundo) y de la información.
Dos, la acción combinada de nuestras fuerzas armadas, de seguridad y de organización política de la población, coordinando y dirigiendo la preparación de la guerra de todo el pueblo, limpiándonos de paramilitares, bandas criminales, redes de narcotráfico y en lucha frontal contra la quinta columna, impidiendo la fractura de la FANB, objetivo de Trump.
Tres, estabilizar la acción de gobierno, opacada por la crisis crónica de los servicios públicos y de nuevo, el incremento descontrolado de los precios. La crisis crónica de los servicios es de carácter conspirativo. Que el Zulia siga dependiendo, después de tantos años, de la energía de El Guri, es insólito.
Los precios se van desbocando. Hay un sector de la burguesía, principalmente, pequeños y medianos empresarios, con los que se pueden acordar precios, pero con empresarios transnacionales como el grupo Polar, es una fantasía o complicidad. Después de los avances que se lograron a partir de agosto, no se puede dar marcha atrás. Cuatro, también se desboca la corrupción, el pueblo debe enfrentarla o por ahí podemos perder esta batalla.
Julio Escalona