Le pregunte a algunos de los amigos que tengo en la ANC sobre que ocurre allí cuando no hay cámaras ni periodistas. Palabras más o palabras menos, coincidieron en que la pérdida de su esencialidad ha traído un progresivo abatimiento que terminará con ella. Y se estaban refiriendo a la transformación del Estado en función de la meta socialista.
Pienso que esto no son vainas que pasan, tal reordenación no estaba planteada entre quienes la convocaron, era sólo un sucedáneo. El tutelaje le pasó por encima a aquel artículo que dice: Los poderes constituidos no podrán en forma alguna impedir las decisiones de la ANC… Y tan es así, que ahora ese poder constituido habla, sin recato, de nuevas elecciones para la AN. ¿Y la Constituyente? (para no preguntar por el Referéndum).
El gobierno, montado en sus vehículos, recorre un camino que no va a ningún lado, agotando al pueblo que lo sigue a pie. No se trata de avanzar al socialismo sino de continuar gobernando. Como si la esencia fueran ellos. Tratan de convencer a la derecha que su socialismo ligero puede cohabitar con el liberalismo. Flexibilizan sus controles y dejan arder los fuegos de la oposición. Y el español Pedro Sanchez les dice que nadie es más ligero que él.
Llaman paciencia obviar el daño que produce la continua paralización por guarimbas, saboteos, trancazos, marchas y contramarchas. Se nos ha vuelto mierda la ética revolucionaria con robos, fraudes y mentiras. No hay respaldo a la producción en las comunas y la burguesía, financiada por el Estado, hace lo que le da la gana con lo que produce. Y cantamos victoria a cada rato disimulando el agotamiento, la angustia y el desconcierto.
El gobierno, como si fuera un mago de feria, saca de su sombrero planes que sólo buscan, sin lograrlo, seguir el paso que impone el poder económico. Planes que terminan siempre en un reparto asistencialista de la ahora exigua renta petrolera. La inversión social derivó en la acepción más deleznable de chamba. El razonamiento argumentado en los gabinetes ministeriales es: “hay que darle asistencia a la gente, está muy jodida…†Un argumento que, me decía uno de estos constituyentistas, realmente revela el agotamiento político.