La periodista sueca trabaja en el diario fundado por el magnate Sheldon Adelson, uno de los principales aliados de Benjamín Netanyahu (Foto: Israel Hayom)
«Estoy siendo deportada sin causa», escribió en Twitter Annika Rothstein poco antes de partir hacia París en el mismo avión de Air France que la había llevado al aeropuerto Internacional de Maiquetía, ubicado en las afueras de Caracas. Inmediatamente, el nombre de la periodista sueca fue replicado por los medios corporativos, las ONGs afines y periodistas antichavistas, como un nuevo ataque a libertad de expresión.
El canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, informó que los periodistas deben acreditarse antes de llegar suelo venezolano como en todos los países del mundo. «Contamos en el país con más de 50 corresponsalías cuyo personal se ha acreditado debitamente», tuiteó Arreaza enfatizando en que Rothshein no respetó este protocolo.
¿QUIÉN ES ROTHSTEIN?
«Venezuela deporta a periodista que denunció a colectivos chavistas», fue el título que más se utilizó en la prensa extranjera sobre el tema. Así se hizo referencia a un supuesto hecho de agresión sufrido por la periodista sueca en los días previos al 23 de febrero, fecha en el que se organizó una operación a gran escala desde Cúcuta, Colombia, para ingresar «ayuda humanitaria» por la fuerza a Venezuela sin el consentimiento del gobierno venezolano.
Rothstein de visita en el país por estos días fue una de las periodistas más activas a favor de la operación del antichavismo liderada por Juan Guaidó. Un breve paneo en su cuenta de Twitter, realizado por @Gotpropaganda en Twitter, da cuenta de la cercanía de la periodista con dirigentes de la oposición como el propio Guaidó, el diputado Renzo Pietro y otras figuras.