«Aquí no hay negros»: cómo se borró de la historia de Argentina y Chile el aporte de los esclavos y los afrodescendientes

En esta imagen del Archivo General de la República de Argentina se ve a un vendedor de empanadas en su puesto en Buenos Aires en 1937.

«Muchas veces en mi propio país he pasado por extranjera tan solo por mi color, mi pelo rizado, y tengo que decir con orgullo que soy chilena, teniendo que soportar la incredulidad de muchos y muchas».

Estas palabras de la activista Marta Salgado describen la realidad que muchos afrodescendientes tienen que enfrentar hoy en día tanto Chile como en la vecina Argentina, países en los que no es extraño escuchar una frase que se ha convertido en un lugar común: «Aquí no hay negros».

Si bien es cierto que históricamente el porcentaje de población negra en esos dos países ha sido muy inferior al de otras naciones de América Latina, las cosas eran distintas en la época de la colonia.

Según muestran los registros históricos, hace 200 años en ciudades como Buenos Aires y Santiago los negros llegaron a representar más del 20% de la población, una cifra que podía llegar al 60% en otros lugares en los que la mano de obra de los esclavos traídos de África era fundamental para las economías locales.

Expertos coinciden en que durante décadas, los historiadores tanto en Chile como en Argentina, empeñados en construir una identidad nacional basada principalmente en la herencia europea, obviaron el aporte crucial de los esclavos y sus descendientes al desarrollo económico, cultural y político de ambos países.

Barco esclavistaDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionLa presencia de negros en el Cono Sur es un fenómeno que puede trazarse hasta los tiempos de la conquista en el siglo XVI, cuando ya existen registros de la presencia de afrodescendientes que llegaron como esclavos.

Cuando no se negó la presencia de los negros, se tendió a relativizarla con argumentos como que fueron muy pocos los que llegaron o que los que sí lo hicieron, o bien se marcharon, o murieron en la guerra o no sobrevivieron debido al frío y las enfermedades.

En la vecina Uruguay, en cambio, la presencia de los afrodescendientes ha sido constante desde el tiempo de la colonia -representando en la actualidad en torno al 8% de la población del país- y, pese a la discriminación histórica que ha sufrido este colectivo, la herencia afro está presente en importantes manifestaciones culturales del país como el famoso carnaval de Montevideo.

Una historia diferente

La presencia de negros en el Cono Sur es un fenómeno que puede trazarse hasta los tiempos de la conquista en el siglo XVI, cuando ya existen registros de afrodescendientes que llegaron como esclavos.

«Lo que sabemos es que en total, durante todo el periodo colonial, se traficaron alrededor de 12 millones de esclavos desde un continente a otro», explica Juan José Martinez Barraza, historiador económico de la Universidad de Santiago de Chile.