Open Arms lleva varios días cerca de las costas de Lampedusa sin poder atracar (Foto: AFP)
Provenientes del norte de África, huyendo de las guerras, la trata de personas y la miseria, los migrantes se encuentran en los barcos Open Arms y Ocean Viking, cuyos capitanes exigieron la apertura de las fronteras europeas para los náufragos.
«Cada día que pasa es más difícil», alertó la ONG Open Arms, dueña del barco del mismo nombre dedicado al rescate de migrantes que tratan de llegar a Europa a través del Mediterráneo.
Apunta la organización que los migrantes -entre los que hay 31 niños- están hacinados en la cubierta de la embarcación, en medio de un mar cada vez más picado, mientras Europa mira hacia otro lado.
«Es infame el silencio de Europa», destaca en su titular BCC Mundo del comunicado de Open Arms, y añade: «La falta de humanidad y empatía les hace más culpables».
El Open Arms se encuentra en estos momentos cerca de la isla italiana Lampedusa.
Ya son más de 13 días a la espera de un puerto, con los inmigrantes rescatados hacinados en las cubiertas de ambos barcos, ya que Italia y Malta mantienen su negativa a abrir sus puertos y acoger a estas personas, a pesar de que la Comisión Europea dijo que estaba «explorando soluciones».
De hecho, según una ley de Italia aprobada la semana pasada, ambas embarcaciones podrían ser incautadas y multadas con hasta 1 millón de euros en caso de intentarlo.
«Italia no es un campamento de refugiados de Europa. Que vayan a España o Noruega», dijo el vice primer ministro italiano, Matteo Salvini, en declaraciones a la televisora estatal RAI el pasado fin de semana.
España tendría un puerto cercano, pero a tres o cuatro días de viaje por mar. Asimismo, el gobierno de España aún se muestra reacio a recibir a los migrantes.