Utilizo la palabra llamamiento, no solo en su acepción de acción de llamar, sino lo que en teología significa: Inspiración con que Dios mueve los corazones.
Sencillamente quiero dirigirme a mi Presidente Maduro.
Recuerdo mucho haber leído hace años un libro, Kangamba, que narra un interesantísimo episodio de la guerra de Angola por defender su independencia, con menos de un centenar de soldados cubanos y unos setecientos angolanos frente al ejército de África del sur con apoyo inglés. Pero lo que me impresionó, fue la manera como el Comandante Fidel Castro, arengaba casi a diario a los cubanos y cuando ganaron finalmente la batalla, y esa noche celebraban el triunfo cubanos y angolanos, Fidel los llamó (desde La Habana), los felicitó y les dijo: paren de inmediato la celebración, recojan todo y llevense a todos lejos de la aldea, porque los derrotados no se quedaran de brazos cruzados, volverán a aniquilarlos. Inmediatamente los soldados cubanos recogieron a todos y salieron para otra población más lejana. Pocas horas después la aviación de áfrica del sur convirtió a Kanganba en territorio arrasado. Fidel salvó a su gente, como corresponde a un cuadro extraordinario y excepcional como Fidel.
Recuerdo también, un mediodía, en Nirgua, que llegó a la casa, a darle las gracias a mi papá, Elizabeth Burgos, quien fue compañera del intelectual francés, Regis Debray, y quien, acompañando al Che Guevara en su guerrilla en Bolivia, cae en manos del ejército boliviano y es hecho preso. Así me enteré de un episodio en el que mi padre, Jose Capella, médico de Nirgua, en un viaje de vacaciones que hace a Francia, re reunía cada año con un grupo de ex-prisioneros del campo de Dachau, en Alemania, segunda guerra mundial. Por casualidad el ministro de la defensa francés había compartido celda con él. Y en la reunión le planteó, que porque no había hecho nada por la libertad de un compatriota de él, Debray, preso en Bolivia, …le dijoâ€seguramente en iguales o peores condiciones que nosotrosâ€â€¦El militar y ministro Francés, le prometió a papá que lo haría y días después viajo personalmente a Bolivia y negoció con el Presidente Boliviano la libertad del intelectual y guerrillero francés. Quien regresó a Francia y continuó con sus labores intelectuales.
Recuerdo también que hace más de 25 años, trabajaba en San Cristobal, viajaba de avión, ocupaba el puesto de pasillo y un señor muy amable me pidió que le cediera ese puesto porque estaba recién operado de próstata e iba con frecuencia al baño. realizádo el cambio, continué leyendo mi libro: Rebelión en la granja. Note que él veía con el rabito del ojo. Le pregunté: conoce el libro, si, como no. También leí de él, el camino de Wigan y 1984. Y.. (lo dijo sin pedantería), me los leí en inglés. En ingles? Pregunté. Si, yo me lleve a mis muchachos a Londres para que se formaran lejos del mezquino y conservador ambiente del Táchira. Y Usted de dónde viene? De Valencia…Por cierto que en Valencia tengo dos hijos que son profesores de la Universidad, quizás Usted los conoce, uno se llama Wladimir y el otro Lenín. No en verdad, no los conozco. Con picardía, le pregunto: por cierto, solo le falta un Ilich…Si, también lo tengo, siempre fue muy inquieto, por eso lo mande a estudiar a Moscu en la Lomonosov. Alli conoció algunos Palestinos y se unió a sus luchas, es el que le dicen por mal nombre “el chacalâ€, está preso en Francia, le atribuyen cosas que no hizo. Solo se defendió. Lamentablemente murieron los dos policías franceses. De lo contrario, el muerto hubiese sido él. En fin…Llego el vuelo…nos despedimos y el tiempo difuminó la relación.
Todos estos comentarios introductorios, Señor Presidente, pretenden, crear un camino, que me permita solicitarle, la humana, soberana importancia que tiene que nuestro gobierno Bolivariano y Chavista, realice todas las gestiones, ante el gobierno de la Republica de Francia, necesarias para lograr la libertad plena del compatriota y revolucionario, Ilich Ramirez, quien creo que ya arribó a sus 70 años y que más de la mitad de su vida ha estado preso. Creo firmemente en su derecho a la libertad y a su repatriación. A su derecho a recorrer los caminos de su San Cristobal, de respirar sus aromas, de comer una pisca andina en el mercado de los pequeños comerciantes, de subir a la loma del viento y beber un guarapazo y sentarse en la plaza Los mangos, donde los jóvenes y quizás mucha gente acudiría para que les contase su experiencia de vida.
Creáme Señor Presidente, que este sentimiento que le expreso, que esa libertad de Ilich Ramirez , es compartida por todos y todas los y las Revolucionarias de nuestra Patria y del mundo entero. Confío en que este mensaje llegue a su noble corazón y a su acerada conciencia Revolucionaria y nos dé una respuesta positiva.
Reciba mis respetuosos saludos y mi reconocimiento como conductor de este proceso Bolivariano y Chavista.
Muy atentamente, con fervor Revolucionario.
Roger Capella mateo
CI 3.491.353
Valencia 7 de Octubre de 2019