Durante un siglo, que se cumple en 2020, la ciudad de Anoka, en Minnesota, Estados Unidos, ha celebrado las fiestas más terroríficas de Halloween, lo que la ha coronado como la capital del festejo que se ha hecho popular a nivel mundial. Pero, ¿qué la hace tan especial?.
Pasar el 31 de octubre en Anoka es «una experiencia de otro mundo«. Así lo afirman sus poco más de 18.000 habitantes que en 2020 celebran los 100 años del título de «capital mundial de Halloween».
Pero todo comenzó un año antes. El 1 de noviembre de 1919 fue cuando los residentes de Anoka se despertaron con una broma de proporciones épicas a manos de algunos de los jóvenes locales: vagones estacionados en los tejados, establos volcados y vacas que deambulaban libremente por todo el centro.
Tal fue el susto que, para el año siguiente, los líderes de la comunidad decidieron hacer oficial la celebración del Halloween para el 31 de octubre de 1920. La idea era evitar las bromas pesadas y controlar que todo ocurriera dentro de lo planificado.
«Tenía que parar. Ese era el propósito de la celebración, desviar a los bromistas y mantenerlos ocupados», dijo a la revista Smithsonian, John Jost, quien se desempeña como presidente del centenario de la celebración.
Así es como cada año, salvo en 1942 y 1943 debido a la Segunda Guerra Mundial, Anoka ha estado celebrando los festivales de Halloween, que incluyen tres desfiles de disfraces, concursos de tallados de calabaza, el típico paseo de truco o trato y una hoguera gigante.
The Big Parade of Little People was s🎃🎃🎃🎃🎃 much fun!! Everyone looked great!!
Slået op af Anoka Halloween, Inc. i Fredag den 26. oktober 2018
La celebración, que se extiende durante todo el mes de octubre, atrae a los amantes de Halloween de Estados Unidos y de todo el mundo. Se han podido registrar hasta 60.000 personas que llegan a Anoka para participar de la magia de este evento, en el que cientos de globos iluminados viajan por la calle principal.
¿Capital del Halloween?
Pero hasta ahora esto podría pasar en cualquier ciudad del mundo donde sus habitantes sean fanáticos a esta tradición. Lo que destaca a Anoka de otros lugares es que esta ciudad mantiene su aspecto terrorífico el resto del año, cuando el mundo ya se olvidó de la fecha, las fiestas y los motivos de Halloween.
Entre sus sellos más distintivos están una rotonda de tráfico pintada como una linterna gigante de calabaza; una tienda de souvenirs y un pequeño museo. A pesar de temáticos, esos establecimientos permanecen abiertos todo el año y explican la historia de cómo Anoka se ganó este codiciado título.
Según recoge la historia de Anoka, en 1937 un niño de 12 años oriundo de Anoka viajó a Washington tras ganar una competencia nacional de repartidores de periódicos y llevaba en su suéter la insignia de «Capital de Halloween». Allí el Congreso hizo la primera proclamación de la ciudad bajo este título, aunque el documento se perdió en un incendio, de acuerdo con Smithsonian.
Como una auténtica historia terrorífica, el destino de este documento es todavía un misterio. Por ello, en 2004 se hizo una nueva proclamación ante el Congreso, por las dudas.