Por Fernando Bossi
El Coronel Fernández Domínguez fue un cabal soldado de la patria y del pueblo dominicano.
En 1963, apenas 9 meses después de haber asumido la presidencia, Juan Bosch es derrocado por un golpe militar instigado por la vieja guardia trujillana y el Pentágono. El presidente legítimo pretendía gobernar para el pueblo y hacer respetar la soberanía nacional.
Fernández Domínguez corrió la misma suerte que el derrocado mandatario: el exilio. Pero desde allí organizó a los oficiales constitucionalistas que no estaban dispuestos a tolerar el manoseo de políticos, militares y empresarios corruptos.
El 24 de abril de 1965 los oficiales constitucionalistas y el pueblo se levantaron para retomar el hilo constitucional y reponer al presidente Juan Bosch. Pero las Fuerzas Armadas estaban divididas y el sector que respondía a la oligarquía se enfrentó al pueblo en armas. El coronel Camaño Deno asumió el nuevo gobierno y Fernández Domínguez, que había regresado nuevamente a su patria, lo acompañaba.
El gobierno estadounidense entonces, apoyando a la oligarquía y a los militares vendepatrias, decidió invadir la República Dominicana.
La resistencia patriótica fue heroica. El Coronel Fernández Domínguez, el 19 de mayo, con 300 hombres intentó tomar el Palacio Nacional, pero en el intento fue abatido por los norteamericanos. Tenía 31 años de edad.
Unos días antes de su muerte había dicho: «Sabemos que este movimiento tiene una alta categoría histórica; que él marcará una época en nuestro país, siempre traicionado y siempre esclavizado; sabemos que con nosotros no sólo se levantará la voluntad democrática del pueblo dominicano sino también la fe de muchos pueblos de América que tienen en su corazón un altar para los luchadores de la libertad… Aquel que de nosotros caiga en la lucha, no caerá; se elevará al respeto de todos los dominicanos; aquel de los que luchan contra nosotros que no comprenda a tiempo su error, ese caerá para siempre del amor del pueblo y será perseguido por la historia.».
El Coronel Rafael Fernández Domínguez fue un soldado del pueblo, patriota, demócrata y antiimperialista. La historia no lo olvidará jamás.