Por: Lucía Berbeo |
4 de octubre de 2020.- «A 38 años de la masacre al Frente Guerrillero Américo Silva, ocurrida en la ciudad de Cantaura en el estado Anzoátegui, en Venezuela, aún sigue reinando la Impunidad. No ha habido Justicia, pasan y pasan los años, los culpables siguen sin ser juzgados, pareciera que no importa la muerte a sangre fría de hombres y mujeres que luchaban por la transformación de la sociedad, con sueños de construir el socialismo, transformador, liberador del ser humano».
Así lo reconoció, la defensora de los derechos humanos y representante del Frente de Mujeres Argelia Velázquez Carrizales, Judith López Guevara, quien rememoró que el 4 de octubre de 1982, en horas de la madrugada el gobierno de Luis Herrera Campins (Copei) atacó el campamento del Frente Guerrillero Américo Silva (FAS), donde se encontraban 40 combatientes, cerca de la ciudad de Cantaura y fueron movilizados para atacar más de 1500 efectivos militares.
«El ataque fue descomunal, la ventaja en armamento y hombres superaban al número de combatientes del Frente Guerrillero, bombardeado desde helicópteros, aviones Bronco y Canberra, disparos por tierra, totalmente cercados, la orden fue el exterminio que no quedara nadie vivo para que contara lo que realmente estaba pasando, al único frente guerrillero que se negaba a la pacificación, porque no había condiciones para hacerlo, el país estaba sumergido en pobreza extrema, la deuda externa impagable, desempleo, las cárceles llenas de presos políticos revolucionarios, persecución, represión y ajusticiamiento, eran tiempos del pacto de Punto Fijo», dijo la también economista.
A pesar del cerco militar, 17 guerrilleros del FAS, logran romper el cerco y contar lo que paso esa madrugada, «lamentablemente asesinan a 23 revolucionarios entre ellos 6 valerosas mujeres, que ocupaban cargos importantes y de dirección, dentro de la estructura militar revolucionaria, el gobierno de Luis Herrera Campins, publicó en los medios de comunicación y a través de rueda de prensa, indicaron que eran delincuentes los que se enfrentaron al ejército, nunca admitió que fue una emboscada, para exterminarlos».
Al tiempo expresó López Guevara, que «a 38 años de esa horrible matanza, donde dejaron sus vidas 6 mujeres valerosas, luchadoras sociales, Emperatriz Guzmán Cordero, Sor Fanny Alfonso, María Luisa Estévez, Beatriz del Carmen Jiménez, (Maira), Carmen Rosa García, (Rosi); Euménides Ysoida Gutiérrez Rojas, y 17 hombres que venían de las luchas campesinas, obreras y estudiantiles, organizados para enfrentar en los años 70 y 80, las políticas neoliberales y al Fondo Monetario Internacional, que llenaban de miseria y esclavitud a los pueblos de América, hoy siguen clamando justicia».
Manifestó, que como representante del comité de Defensa de los Derechos Humanos de Caracas, junto al compañero Ángel Miguez, «nos tocó la responsabilidad, junto a los familiares de exigir la exhumación de los cadáveres».
En el marco de la entrevista, reflexionó la experta en materia de género, que a pesar del tiempo transcurrido «muchas personas y personalidades se han acercado para utilizar a nuestros muertos como bandera y protagonismo, no podemos seguir permitiendo que eso pase, todo aquel que se acerque debe ser para exigir justicia, porque no puede haber socialismo sino no hay justicia y siga imperando la impunidad, nuestros caídos y caídas en esta masacre exigen justicia, es un compromiso de todas y todos los revolucionarios de esta Venezuela, que quiere ser libre y vivir en paz», culminó López Guevara.