¿Cuáles empresas estadounidenses han cesado sus operaciones en el país?


TalCual

Publicado noviembre 11, 2020

Empresas multinacionales de sectores como alimentos, bebidas, higiene personal, aseo del hogar, juguetes, automotriz y aéreo han decidido irse por las cada vez más precarias condiciones económicas en la nación


La salida de la empresa estadounidense Cargill del país amplía la ya larga lista de transnacionales que cesaron sus operaciones en Venezuela por la creciente crisis económica, así como por el ambiente de inseguridad que ha generado el chavismo con su política de ataques a la propiedad privada. Empresas multinacionales de sectores como alimentos, bebidas, higiene personal, aseo del hogar, envases, juguetes, automotriz, aéreo y petróleo han decidido irse por las cada vez mayores precarias condiciones económicas en la nación.

A mediados de 2018, Fedecámaras afirmaba que unas 44 empresas transnacionales emblemáticas se habían ido de Venezuela desde 2015. El entonces presidente del gremio, Carlos Larrazábal, dijo que la salida de las transnacionales había tenido un severo impacto en el abastecimiento de alimentos y de otros bienes de consumo y en la tasa de empleo. «Anteriormente, en el mercado había cinco o seis opciones de cada producto fabricados por empresas nacionales e internacionales. Ahora el venezolano va a un establecimiento y si acaso consigue una».

Los empresarios se enfrentaban a graves problemas para operar como una profunda escasez de materia prima, la falta de acceso a divisas, leyes y normativas que obstaculizan la actividad económica, y el control de precios, que generó fuertes pérdidas.

A propósito de la salida de Cargill, TalCual hace una línea de tiempo de la salida de algunas otras empresas estadounidense emblemáticas del país:

Exxon Mobil. La historia de la empresa petrolera estadounidense en Venezuela llegó a su fin en 2007 con la expropiación y nacionalización de sus activos en los proyectos petroleros Cerro Negro y La Ceiba. La petrolera llevó a Venezuela ante el Centro de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi) exigiendo una indemnización por la toma de sus activos en la Faja del Orinoco. El tribunal arbitral del Banco Mundial dictaminó en 2014 que Venezuela debía pagar a la Exxon Mobil unos 1.600 millones de dólares.

ConocoPhillips. La tercera mayor petrolera de Estados Unidos dejó de estar en Venezuela después de que el fallecido presidente Hugo Chávez expropiara sus tres grandes activos petroleros en 2007: los proyectos de petróleo extrapesado Petrozuata y Hamaca y el desarrollo costa afuera Corocoro. El entonces ministro de Petróleo, Rafael Ramírez, rechazó el dictamen emitido por un panel arbitral del Banco Mundial que indicaba que Venezuela «no actuó de buena fe ni compensó adecuadamente» a la estadounidense.

A finales de 2019, la petrolera estadounidense presentó una moción en un tribunal de Delaware con la que buscaba tomar los activos de la refinería Citgo Petroleum, con sede en Houston, como parte de un pago de unos 2.000 millones de dólares de un laudo arbitral contra Pdvsa, de acuerdo con Reuters. En 2018, la Cámara de Comercio Internacional autorizó a ConocoPhillips un laudo por 2.000 millones de dólares como compensación por la expropiación de sus activos en Venezuela en el 2007.

Owens Illinois. En octubre de 2010 la empresa decidió despedirse de Venezuela luego de que Chávez expropiara todos las dos plantas que tenía la filial local de la estadounidense, que fabricaba envases de vidrio para algunas empresas clave del país, entre ellas Polar, la mayor productora privada de alimentos del país. En agosto de 2020 la multinacional presentó una demanda en Singapur para buscar cobrar parte de un laudo arbitral cercano a los 500 millones de dólares que ganó tras la expropiación en 2010, para lo que busca hacerse con un tanquero petrolero propiedad de la nación llamado Máximo Gorki, que tiene un valor de alrededor de 24 millones de dólares.

Actualmente industrias venezolanas tienen que importar esta materia prima debido a la poca producción nacional del sector de envases.

Mattel de Venezuela. En 2012, la empresa estadounidense dedicada a la fabricación y distribución de juguetes, entre ellos la famosa muñeca Barbie y los carritos y pistas Hot Wheels, se fue de Venezuela y se trasladó a México. La compañía dijo que su decisión se debió a las limitaciones generadas por el control de precios impuesto por el chavismo, que no le permitía a los empresarios vender sus productos a precios acordes a los costos de producción.

Fuentes de la compañía dijeron a medios que de 60 empleados que tenían en 2011, se quedaron con tres quienes manejarían el enlace de operaciones con México.

Clorox. En septiembre de 2014 la empresa, que estaba ubicaba en Guacara, en Carabobo, cesó sus operaciones por las «restricciones operativas, la incertidumbre económica y las interrupciones de suministros». El gobierno ocupó la planta. En 2017 el sindicato denunció en una protesta que la producción cayó 50% en dos meses por fallas con los repuestos.

General Mills. En marzo de 2016 la empresa vendió todos sus negocios, entre ellas las marcas Diablitos Underwood, Rico Jam y Frescarini, a la firma Lengfeld Inc, un inversionista privado internacional con presencia en Venezuela. «La decisión se basó en priorizar otras oportunidades de crecimiento dentro de nuestro portafolio en Latinoamérica», manifestó Sean Walker, presidente de General Mills Latinoamérica.

Bridgestone Firestone. En mayo de 2016 la multinacional anunció la suspensión de sus operaciones en el país y vendió su negocio al Grupo Corimon, una corporación venezolana fundada en 1949 dedicada a la producción y comercialización de productos industriales. Se convirtió en Alice Neumáticos de Venezuela. En 2019 reportó que la falta de materia prima, insumos, repuestos y de acceso a divisas para las importaciones provocaron que la producción cayera de unos 9.080 neumáticos diarios a 2.280 unidades en ese entonces.

La baja productividad llevó a la empresa a dar a sus trabajadores un permiso de ausencia por un lapso de 180 días.

Kimberly Clark. En julio de 2016 la compañía estadounidense productora de papel higiénico, toallas sanitarias, pañales desechables y servilletas, anunció la suspensión de sus actividades en Venezuela por el «continuo deterioro de las condiciones económicas y empresariales». A pesar de que el gobierno expropió la planta, ubicada en Maracay, estado Aragua, fuentes del sector sector industrial aseguran que la producción está prácticamente paralizada.

General Motors. Luego de casi 70 años de operaciones en el país, la automotriz decidió irse de Venezuela. Aunque desde 2015 la producción estaba paralizada porque se agotaron sus inventarios de materia prima, fue en abril de 2017 cuando se vio obligada a retirarse luego de que un tribunal zuliano tomara una medida de embargo por valor 476 millardos de bolívares, atendiendo una demanda del año 2000 del entonces concesionario Chevrolet Comercial Mercantil.

La empresa dijo en un comunicado que su planta fue tomada de manera arbitraria por las autoridades públicas impidiendo que la instalación operara con normalidad, y anunció que «tomará enérgicamente todas las acciones legales, dentro y fuera de Venezuela, para defender sus derechos».

United Airlines. La línea aérea norteamericana cesó en junio de 2017 sus vuelos diarios que cubrían la ruta entre el aeropuerto internacional de Maiquetía y el aeropuerto intercontinental George Bush de Houston debido a que el servicio no estaba cubriendo sus expectativas financieras por la caída de la demanda de pasajes. Previo al despegue, el piloto sacó por la ventanilla de la cabina la bandera tricolor entre aplausos de empleados en la pista.

Delta Airlines. La compañía aérea comercial estadounidense despegó por última vez de Venezuela el 16 de septiembre de 2017 luego de que decidiera, en julio de ese año, retirarse del país debido a la inestabilidad política y la poca ocupación de sus vuelos entre Caracas y Atlanta. La aerolínea ya había reducido desde octubre de 2015 sus cuatro vuelos semanales a un viaje por semana.

Alimentos Kellogg’s. Luego de 57 años en el país, la empresa estadounidense de cereales cesó operaciones el 15 de mayo de 2018. La compañía informó que se vio obligada a cerrar por el «deterioro de la situación económica y social» en Venezuela. El gobierno tomó control de la planta, ubicada en Maracay, estado Aragua. Según su página web, la empresa fabricaba 75% de los cereales para el consumo de los venezolanos.

Luego de que el gobierno ocupó la planta de Kellogg’s, la multinacional aseguró en un comunicado que «no se hace responsable por el uso que se haga de sus instalaciones y equipos, de la seguridad de los operarios, de las comunidades vecinas, tampoco de la calidad de los productos que allí se lleguen a elaborar».

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Los empaques ahora llevan impresos el lema “Conociendo a Venezuela” sobre una cinta de la bandera tricolor en la cara frontal, mientras que detrás dice “Juntos todo es posible”, eslogan del gobierno de Nicolás Maduro. Expertos recuerdan que el producto que se está manufacturando en Maracay no está siendo sometido a los controles de calidad a los cuales se está acostumbrado.

Goodyear. El fabricante estadounidense de neumáticos notificó a principios de diciembre de 2018 a sus trabajadores en Venezuela que se vio «forzada» a cesar las operaciones de su única planta en el país, situada en Valencia, el estado de Carabobo. La multinacional reportó una caída sustancial de la producción y de sus resultados financieros.

A principios de 2020, Nicolás Maduro anunció la «recuperación y el reinicio de actividades» de una planta de neumáticos de Goodyear en Carabobo. «Yo tomé un conjunto de acciones por propuesta del gobernador (de Carabobo, Rafael) Lacava para la recuperación y el reinicio de actividades productivas de la empresa Goodyear de Venezuela», dijo Maduro en un acto de trabajo transmitido por la televisión estatal VTV. La planta permanece cerrada.