Por Yoel Pérez Marcano
Hace más de 44 años que cuatro (4) agentes del Estado Venezolano, pertenecientes a la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención, mejor conocida como la *DISIP* fueron detenidos y acusados de uno de los crímenes más atroces que se recuerde de la historia de la Cuarta República: la Desaparición Forzada para ser sometido al tormento físico y psicológico; y matar al joven *Secretario General de la Liga Socialista Jorge Rodriguez* (34; crimen de Estado que conmovió a todo el paiís.
Aunque la Desaparición Forzada, la Tortura y el Asesinato en Cautiverio por parte del Estado Venezolano era ya una práctica generalizada durante el período más duro del conflicto social y armado interno que vivió el país en la década de los años 60s, 70s y 80s del pasado siglo XX, la rápida movilización política de los militantes de la LS y la respuesta solidaria de diversos sectores políticos, sociales y personalidades de la talla del consecuente defensor de los presos y perseguidos políticos, José Vicente Rangel (+), impidió que fuese ocultado este horrendo crimen de Estado y obligó al gobierno a cargo del Presidente Carlos Andrés Pérez, a reconocer la muerte de Jorge, mediante su Ministro de Relaciones Interiores y Justicia y alto dirigente de Acción Democrática, Octavio Lepage, quien, en concurrida Rueda de Prensa reconoció el «fallecimiento» del dirigente de la OR/LS, pero pretendió, cumpliendo instrucciones del autor intelectual de ese crimen politico, el Presidente Carlos Andrés Pérez, calificar este asesinato como «muerte natural», ocasionada por «falla cardíaca», maniobra que, pese a todas las artimañas de periodistas tarifados, «investigadores» de la PTJ, fiscales y jueces, no pudieron alcanzar su propósito ante la evidencia probatoria de la experticia Forense que mostró las múltiples y letales heridas que reventaron el hígado y otros órganos vitales del cuerpo como causa de su inevitable muerte.
Aunque la sociedad de encubridores y cómplices del Estado Represivo Venezolano se activó para encubrir y hasta justificar este cobarde Crimen Político, el gobierno de Carlos Andrés Pérez, los grupos económicos que lo apoyaron y los tecnócratas que le sirvieron de base a su proyecto desarrollista y dependiente llamado «La Gran Venezuela», dieron la cara para informar sobre este graivisimo Crimen de Estado y aceptaron que cuatro (4) de sus asesinos a sueldo de la DISIP fueran procesados y condenados pero sin admitir la responsabilidad política y penal de la línea de mando de la Presidencia de la Republica, el Misterio de Interior y Justicia y la Dirección de la DISIP, evitando con ella la justa sanción penal a los autores intelectuales del asesinato de joven líder revolucionario.
44 años después de ese Crimen Político se produce la extraña Desaparición física del curtido combatiente guerrillero, dirigente revolucionario y alto asesor político y de seguridad de gobierno bolívariano del Presidente Nicolás Maduro Moros y, contraria a toda lógica política, el Estado en Revolución en su más alta dirección política, judicial, policial y militar, extrañamente éste ha venido tratando este hecho con el mayor silencio informativo en los ya seis meses de transcurridos desde el momento de la Desaparición de su residencia en el Estado Aragua y ello, a pesar de que, todas las especulaciones, indicios y presunciones hacen concluir a los familiares, amigos y camaradas de Carlos Lanz Rodríguez que este pudo haber sido objeto de un acto criminal y lo que resulta más preocupante aún, es que no se haya procedido a la *conformación de un «Bloque de Búsqueda con personal especializado del CICPC, SEBIN, DGCIM, FAES, CONAS y de la Fiscalia General, dedicado a concentrar la investigaciones y alcanzar los resultados en el menor tiempo posible porque, por máxima experiencia, en los diversos tipos de privación ilegal de la Libertad Personal, mientras más tiempo se tarda en liberar al desaparecido o desaparecida, mayor es el riesgo para su vida*.
Hoy es forzoso preguntarse cómo fue posible que un gobierno burgués hace 44 años fue capaz de enfrentar mediática y políticamente el asesinato de un destacado dirigente político de izquierda, como lo era Jorge Rodríguez y, un gobierno bolívariano y chavista no da muestras de celeridad en las investigaciones sobre la extraña desaparición física de un Alto Dirigente de la Revolución Bolivariana, como lo es Carlos Lanz Rodríguez, movilizando todas las capacidades humanas y técnicas de investigación criminal para esclarecer este hecho que afecta a la familia del camarada y a los movimientos y grupos del chavismo revolucionario y, lo que no es menos importante, la confianza que se debe tener a la voluntad y capacidad investigativa de las fuerzas de seguridad relacionadas con el esclarecimiento de este hecho.
*Se ha dicho y se debe repetir: No estamos gerenciando un gobierno de la burguesia ni venimos a administrar su crisis. Chávez nos guió para hacer una Revolución, refundar una República, construir un Estado Comunal y, avanzar hacia el horizonte del Socialismo Bolivariano del Siglo XXI, y ello supone romper con las ideas, practicas antipopulares y las tramposas formas de hacer política de los agentes del Capital y del imperialismo.*
*¡CUMPLASE!*
*¡CHAVEZ Y JORGE VIVEN!*
*¡LA LUCHA SIGUE Y SIGUE!*
*¡LIBEREMOS A CARLOS LANZ!.*
Yoel Pérez Marcano