Saber que hay un 10 % de posibilidades de que tu hijo se suicide. Así es la vida para los padres de jóvenes y adolescentes con trastorno límite de la personalidad (TLP). Esta enfermedad mental se caracteriza por las autolesiones que pueden llegar, en el peor de los casos, a extremos fatales. Una espada de Damocles que cuelga sobre las cabezas de los padres de estos muchachos hipersensibles, dominados por sus emociones y que en muchos casos también tienen un gran talento natural para la creación.
Cerca del 13 % de los niños y adolescentes de entre 11 y 16 años podría intentar autolesionarse intencionalmente en algún momento de esa etapa de su vida, estima la ONG británica SelfHarm UK, que se dedica a ayudar a quienes se enfrentan a esta situación.
Muchos de estos menores son diagnosticados con el trastorno límite de la personalidad (TLP). Quienes lo padecen experimentan un sufrimiento emocional tan intenso que sienten como si la única manera de mitigarlo por un tiempo es infligiéndose cortes en su propio cuerpo.
El guionista de este material, Vitali Buzúyev, se encontró de cerca con este flagelo cuando su propio hijo, Matvéi, fue diagnosticado con este trastorno.
Desde entonces, se unió a un grupo de apoyo para jóvenes pacientes y sus padres y descubrió que el de su familia está lejos de ser un caso aislado.
«Jamás habría contado esta historia si solo se tratara de mi hijo y de mí, pero hay muchas personas que atraviesan emociones muy intensas y al no saber cómo afrontarlas, se autolesionan. Están en todas partes», explica Buzúyev. Sus padres afrontan su día a día con el miedo de que hay un 10 % de probabilidades de que sus hijos puedan llegar a suicidarse.
Pero, ¿qué tienen en común estos jóvenes? ¿cómo se perciben a sí mismos y al mundo a su alrededor? Y quizás lo más importante: ¿es posible que se recuperen?. Véalo, en este documental de RT.