Las autoridades italianas descubrieron escondidas en un depósito de Italia unos 29 millones de dosis de la vacuna contra el coronavirus desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford. Según publicó el diario La Stampa, su existencia se mantenía oculta porque estaban destinadas para la exportación a Reino Unido, país con el que la Unión Europea mantiene un conflicto justamente por los privilegios que recibe por parte de la farmacéutica.
Las dosis fueron encontradas en una planta de la empresa Catalent, cerca de Roma, después de una advertencia de la Comisión Europea. De acuerdo con la información relevada por la agencia de noticias Bloomberg, parte de ese material habría sido producido en Países Bajos por la firma Halix, una subcontratada de AstraZeneca con capacidad para generar 5 millones de dosis al mes.
La existencia de esta gran cantidad de vacunas, que son casi el doble de las que recibió hasta ahora la Unión Europea, era desconocida tanto por el gobierno italiano como por las autoridades comunitarias, aseguró La Stampa. De acuerdo con el periódico local, este lote habría sido comprado por Reino Unido para garantizar la aplicación de la segunda dosis a casi 15 millones de personas.
La noticia, que causó gran revuelo en Europa, trasciende precisamente el día en que el Ejecutivo comunitario tenía planeado modificar el mecanismo de control creado para impedir la exportación de vacunas al exterior por fabricantes que estén incumpliendo sus compromisos de venta a los países de la Unión Europea. Desde que fue puesto en marcha, hace un mes y medio, el sistema solo se utilizó una vez para bloquear una partida de AstraZeneca también preparada para el envío desde Italia, pero esa vez con destino a Australia.
Este miércoles, finalmente, la Unión Europea oficializó la modificación del mecanismo de control. A partir de ahora, explicó el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, se deberán considerar «dos elementos adicionales» para la autorización de exportaciones: reciprocidad con el país de origen y proporcionalidad en los pedidos.
El Gobierno de Reino Unido, en respuesta, subrayó que el proceso de desarrollo y reparto de las vacunas contra la Covid-19 es «una operación internacional» y dijo que confía en seguir trabajando con Bruselas para garantizar el suministro de dosis. «Estamos combatiendo la misma pandemia», advirtió. Un poco más duro, el primer ministro británico, Boris Johnson, calificó a los bloqueos de la UE como «arbitrarios».
Tensión entre Bruselas y Londres
Este cruce entre Bruselas y Londres es parte de un conflicto que ha ido creciendo en los últimos meses debido a los constantes incumplimientos de AstraZeneca con la Unión Europea, mientras que Reino Unido es abastecido con la fórmula desarrollada junto a la Universidad de Oxford sin retraso alguno.
La semana pasada, en ese marco, la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula Von der Leyen, amenazó al Gobierno británico de Boris Johnson con vetar las exportaciones de vacunas hacia Reino Unido.
Este jueves, Von der Leyen llevará esta propuesta a los jefes de Estado y de Gobierno de la UE que se reunirán por videoconferencia para analizar los problemas que enfrenta el bloque respecto a las campañas de inmunización de cada país.