Vladimir Acosta
La virtual y autodenominada “Cumbre mundial por la democracia y la defensa de los derechos humanos”, convocada por el presidente de Estados Unidos (EU) Joe Biden para acusar a Rusia y a China de ser dos dictaduras criminales violadoras de esos derechos y a las que las democracias todas juntas deben enfrentar, se realizó como estaba previsto entre los días 9 y 10 de diciembre. Y al parecer, lo hizo con la tele presencia de los 111 gobiernos convocados en forma ejecutiva como súbditos del poder estadounidense, por el imperio yankee a cuyas órdenes se encuentran. La monótona Cumbre pasó sin pena ni gloria, aunque no hay que subestimarla por lo que veremos de seguidas. En todo caso, parece que no falló nadie y que el control del imperial convocante sobre ella fue absoluto. Ninguno de los virtuales asistentes se atrevió a interrumpir la larga y cansona letanía inaugural de Biden, gritándole: ¿Hasta cuando, Manacho? Ni pensarlo. Todos fueron a oír y a recibir órdenes. De modo que, cual tímidos alumnos de primaria ante la imponente presencia (en este caso solo virtual) del director de la escuela, estuvieron todos silentes y muy modosos escuchando pasivamente la voz de su amo (His Master´s Voice) como hacía el dócil perrito de la vieja y famosa publicidad impuesta en esta América por la empresa disquera RCA VICTOR.
Y, por cierto, el amo y convocante, es decir, el gris presidente Biden, dictó la larguísima y falaz declaración con la que inauguraba la Cumbre, dejando que fuese su Secretario de estado, Blinken, el que la presidiera. Ningún problema. Para los serviles invitados a esta suerte de caricatura grotesca de la asamblea de la ONU, el que hable a nombre de EU es el amo y se le obedece sin chistar. Y ellos, contentos de que el amo los convoque, signo de que los toma en cuenta. La desvergüenza es la misma ya se trate de un gigante continental como la India o de una pequeña isla apenas habitada, como Nauru o Tuvalú, las que hasta no hace mucho solían acompañar a EU y a Israel cuando estos eran apabullados en la Asamblea general de la ONU por la votación masiva que condenaba año tras año el criminal bloqueo de EU contra Cuba. Decisión que al cabo resultaba inútil, porque en la ONU o fuera de ella, EU pasa sobre cualquier ley o decisión que le estorbe, atropellando al que sea y haciendo siempre lo que le da la gana. El bloqueo de Cuba es el mejor ejemplo de ello.
En el caso de esta Cumbre “democrática” hubo al final otra larga y mentirosa declaración de Biden que los participantes en la Cumbre escucharon con la misma pasividad perruna con la que habían soportado la primera. En fin, éxito total del amo, que incluso se permitió generosamente ante sus hipnotizados súbditos hacer ciertas ligeras autocríticas a su insuperable y casi perfecta democracia.
El objetivo de Biden nada tiene que ver con democracia, Si así fuera tendría que emprender la tarea titánica y destinada al fracaso de empezar por convertir en democracia a EU y luego examinar qué tan democráticos son los gobiernos y países serviles a los que convoca. Sin olvidar que todo eso tendría que ser discutido en forma democrática y no autoritaria en un organismo internacional como la ONU. En el cual no puede hacerlo, no solo porque no le interesa sino porque allí quedaría en evidencia la plutocracia militarista y asesina que es EU, y porque en la ONU están también presentes Rusia y China.
Todo lo de esta Cumbre es una farsa. Lo que quiere Biden es darle forma orgánica a su objetivo de promover una nueva Guerra fría contra China y Rusia, para intentar parar el crecimiento económico de aquélla y el poder militar de ésta, ninguna de las cuales está agrediendo a nadie como sí hace a diario EU. Y su idea es convertir esa Cumbre en organismo mundial, es decir, en otra ONU, pero totalmente suya e integrada solo con sus gobiernos lacayos, para poder hacer lo que quiera, porque en la ONU, además de Rusia y China hay varios gobiernos decentes. Así, está adelantando un mecanismo político y financiero de control y ha declarado que con lo logrado en meses próximos convocará de nuevo la fulana Cumbre, al parecer para que se sobreponga a la ONU o la reemplace.
Mientras tanto, ese irresponsable personaje bordea la guerra contra Rusia y China, que de estallar se convertiría pronto en guerra nuclear de alcance planetario. EU busca, con Ucrania, que esa guerra, provocada por la OTAN, estalle pronto contra Rusia y arrastre a toda Europa. A eso apuntan las últimas provocaciones de EU y la OTAN en el Mar negro, y el embajador de EU en Ucrania y el servil jefe de la OTAN declaran que ellos serían los primeros en usar armas nucleares. Pueden ser bravuconadas, pero también puede ser cierto. Y no parece juego porque EU no acepta su imparable decadencia y los gobiernos europeos son no solo serviles sino imbéciles, pues lo primero que destruiría esa guerra sería a Europa, que por tercera vez caería en la misma trampa autodestructiva de provocar una Guerra mundial, en este caso nuclear, y solo por su reptilesco servilismo ante EU.
Pero lo peor de la farsa criminal de la Cumbre es que todos los participantes en ella saben que lo que se proclama y acepta es mentira. La gran prensa por supuesto es cómplice. Mas también lo son los analistas que se autocalifican de críticos y en sus análisis repiten lo que dice Biden: que EU es una democracia casi modélica y que tiene algunos pequeños defectos que corregir, a los que se refieren. Ellos saben que EU no es una democracia, como lo saben también las falsas democracias que forman parte de esa Cumbre de mentiras y servilismos cómplices y cobardes.
EU no es una democracia.
Por eso son cínicas las mentiras que Biden proclama como si fuera el profeta de un dogma religioso:
- La defensa de los derechos humanos está en el ADN de Estados Unidos. (Habría que pensar que son de extraterrestres las tropas que con uniformes de soldados yankees masacran pueblos y destruyen países),
- EU es “el gobierno del pueblo por el pueblo y para el pueblo”, frase de Lincoln que define la democracia, pero de la que no se deriva que lo sea EU, ese país racista, elitesco, imperialista, esclavista, segregacionista; y genocida además de su población indígena.
- Y EU sigue siendo el faro que alumbra el mundo para enseñarle democracia y llevarle libertad.
Todo esto es basura, es puro excremento. Y aceptándolo, el servilismo de los asistentes a la Cumbre alcanza la cima de la indignidad.
Además, se sabe, porque se lo ve a diario, que EU ya no oculta ni disfraza sus crímenes como hacía antes. Ahora simplemente los comete y hasta los celebra. Mata, viola, destruye países que no logra someter, bombardea y masacra, sus soldados asesinos son impunes, y sus funcionarios lo son con más razón. Porque esa vergonzosa y cobarde Corte penal internacional solo condena a gobiernos que EU quiere someter o derrocar; en cambio los sirvientes meritorios como Colombia y los amigos como Arabia saudita o Israel son intocables.
Inútil sería volver a preguntarse cómo es posible que EU continúe repitiéndonos sus cínicas mentiras y repartiendo este fétido excremento; que la mayor parte del mundo, por cobarde, cómplice y servil, lo acepte y lo consuma; y que de paso aproveche para cometer también crímenes contra sus pueblos, crímenes que EU también apoya o tolera. Desde hace tiempo lo sabemos: se trata de una sola y putrefacta cloaca. Y la conclusión inmediata que se deriva de ese triste cuadro de complicidades, injusticia y miseria es que EU, que sigue repitiendo que es el faro que alumbra al mundo para llevarle democracia, en lugar de mantener atado a su frente el tal faro, que está ya todo chueco, o de tenerlo en la mano con firmeza, más bien parece que lo lleva tambaleante colgando de su trasero.