Henry Engler
· Publico aquí mis comentarios sobre parte del artículo que Brecha publicó luego de entrevistar al Dr. Alvaro Villar, actual director del Hospital de clínicas. Seguramente el Dr. Indicará que yo, al igual que mi hija, no estoy bien de la cabeza. Ojalá yo nunca acepte ser normal como él.
LA VERSIÓN DEL DIRECTOR DEL HOSPITAL DE CLÍNICAS, ÁLVARO VILLAR, SOBRE LA MUERTE DE JORGE ZABALZA«La peleamos hasta el último día»Camila Ghemi11 marzo, 2022Villar aseguró que hubo una «coordinación técnica» entre el CASMU y el Hospital de Clínicas, y que la Cátedra de Infectología controla el cumplimiento de los tratamientos contra las bacterias intrahospitalarias.
Descartó que haya faltante de medicamentos y recordó la independencia técnica de los médicos frente a reclamos de los familiares de pacientes para el suministro de fármacos.Sobre el supuesto médico forense que entró a la sala a ver a Zabalza pocas horas antes de su muerte –aspecto del que se sustancia una investigación administrativa–, dijo que no vio «ningún elemento irregular» y que «basta con demostrar su oficio de médico» para que una persona acceda a ver a cualquier paciente.
«¿Ustedes tienen una evaluación del estado mental de Veronika?
Lo pregunto porque yo no sé si ella está en el mejor momento para hacer denuncias.» Esas fueron algunas de las primeras palabras de Álvaro Villar, director del Hospital de Clínicas (HC), cuando Brecha lo consultó –en su despacho en la planta baja del edificio– respecto a las condiciones en las que falleció Jorge Zabalza, el 23 de febrero, en una sala de aislamiento del hospital universitario.
Comentario de Henry Engler:
La falta de respeto por la familia sigue en la línea de la falta de respeto por el paciente Jorge Zabalza. ¿Un médico que cuestiona el estado mental de un familiar porque cuenta lo que pasó?Inicialmente, por falta de camas en la salud pública, Zabalza fue internado en el policlínico CASMU, en la madrugada del 22 de enero.
En esa etapa, su mayor problema era alimentario. Necesitaba someterse a dilataciones esofágicas para poder tragar. Este procedimiento se realiza en el HC, motivo por el cual sus allegados insistieron en trasladarlo allí, donde, además, ya había sido atendido con éxito en el pasado.
Sin embargo, la familia describió un traslado plagado de dificultades.
«La nefróloga me dijo que mandó el informe al HC y que Villar no contestaba las llamadas», explicó Veronika Engler, esposa de Zabalza, a Brecha.
Este tipo de descoordinaciones son recurrentes en el relato que hace la familia. Al respecto, el director negó al semanario que hubiera existido algún tipo de retraso y afirmó que «hubo una comunicación absolutamente técnica entre los médicos que estaban tratando al paciente en el CASMU y el HC, y ellos no entendían por qué sacarlo de allí: estaba en excelentes manos»
.Comentario de Henry Engler: Cuando se evaluó la posibilidad de trasladar a Zabalza al Clínicas, me comuniqué con el Dr. Raúl Rodríguez presidente del CASMU y con el Dr.Marcelo Gilard Director asistencial del CASMU. Gilard me dijo que trató de comunicarse con el Dr. Alvaro Villar pero el no contestó al teléfono ni respondió sus mensajes. Le envié mensaje a Villar por Whatsapp quien me dice que del CASMU no lo llamaron y no le enviaron mensajes.
Durante su internación en el CASMU, Zabalza contrajo dos bacterias resistentes que requieren extremo cuidado para que no se propaguen a los demás pacientes. Una vez que ingresó al HC, fue internado en el noveno piso, sala seis, cama siete, donde está previsto que haya una estructura hospitalaria para aislamientos. Según los familiares, el aislamiento no era tal.
Su compañera relató que en el lugar hay cubículos separados con mamparas, cerrados por cortinas que generalmente están abiertas. De acuerdo con Engler, enfrente y a los costados había otros pacientes, algunos con acompañantes y otros no. Todos compartían el mismo pasillo, el mismo baño y la misma ducha.
Consultado por Brecha sobre este punto, Villar dijo que el hospital se maneja «de acuerdo a la ordenanza que el ministerio tiene para el tratamiento de bacterias», algo que –agregó– lleva adelante el Comité de Infecciones del HC y es controlado diariamente por la Cátedra de Infectología. Consultado específicamente sobre las denuncias acerca de que el baño de la sala era compartido, Villar no las negó directamente e insistió con la idea de que los criterios para el aislamiento también pueden ser diferentes según cada infección. Admitió desconocer los detalles de esta situación particular.
Comentario de Henry Engler: Si desconoce los detalles, ¿por qué opina? En el CASMU Zabalza enfermó de neumonía y se le detectaron bacterias en el pulmón: una de ellas la Entrobacteria Cloacae, bacteria resistente hospitalaria. Cuando llegó al Clínicas tenía aún esputos verdes y se habló de neumonía multibacterial.
Además en CASMU le encuentraron en el recto otra bacteria resistente hospitalaria la Escherichia Pneumonie. ¿La Catedra de Infectología aceptó ponerlo en una sala donde había otros pacientes, separado por cortinas y un baño con WC y ducha común y dónde se termina contagiando del Covid? ¿Ir a bañarse o defecar en un lugar común teniendo una bacteria resistente en el recto y otra en los pulmones?
¿Y qué pasa con los demás pacientes? Tenemos que pedirle a la cátedra que nos explique como razonaron y por qué tomaron esa decisión.
Hay muchos infectólogos en Uruguay que deberían pronunciarse respecto a esto que yo como simple médico considero aberrante. El Dr. Villar ¿desconoce esto? ¿Quizás es un invento de mi hija trastornada?
«Esto no es una cuestión en que llaman personalidades y plantean que hay que hacer tal cosa o tal otra», declaró Villar, y destacó la «independencia» de los médicos frente a los reclamos de los familiares.
Comentario de Henry Engler: Supongo que las “personalidades” deben ser el Decano de Medicina Dr. Miguel Martínez, el ex-director de ASSE Dr. Marcos Carámbula y el otro debo ser yo. Pongo como ejemplo que en el CASMU no tenían idea de que el 29 de noviembre en el Clínicas le habían hecho a Zabalza una tomografía con contraste y ellos no tenían el informe. No había habido ninguna comunicación.
Tuve que pedir yo el informe al Dr. Cuello del Clínicas para hacerlo llegar a los médicos del CASMU y también traté de explicarles a los médicos del CASMU la historia Clínica de Zabalza, que conozco bien y no tenían. Les expliqué que lo habíamos seguido con PET durante años porque era muy difícil interpretar las imágenes tomográficas. Llamé como médico, no como personalidad y claro que también soy familiar.
Pero cuando un paciente no tiene la historia clínica con él, desentrañar las patologías es tremendamente complejo y lleva a mucha confusión y demoras. Hablé con varios médicos del CASMU y además me contacté con el Dr. Marcos Carámbula y el Dr.Miguel Martínez pidiéndoles ayuda porque la situación era muy compleja. Ellos seguramente también molestaron al Dr. Villar.
Tuvimos, tanto yo como mi hija, total apoyo de ambos. El Dr. Rebella, encargado médico del piso, veía a Zabalza y nos informaba lo que hacían o harían. Ellos trataron de hacer cuanto pudieron, pero ya empezaba a ser demasiado tarde. Asimismo, el neurocirujano expresó que Zabalza «vino en una situación pre mortem». «Hiciéramos lo que hiciéramos, él se iba a morir», sentenció.
Henry Engler: Todos nos vamos a morir. El problema es cuándo y como. Y si por causa de incomunicaciones, decisiones organizativas equivocadas y desinformación nos morimos antes de tiempo, ¿quién es responsable? O como en este caso, en que Jorge se fue apagando de hambre y con una serie de pestes hospitalarias. Cualquiera se muere de inanición. Eso es seguro. Y fué lo que pasó después de 30 días. Sin embargo, el médico subrayó que el equipo del HC se dedicó, según sus competencias, a acompañar el proceso:
«En ningún momento lo abandonamos, nunca lo dimos por perdido. Lo peleamos hasta el último día y hace años venimos peleando para alargarle la vida», manifestó.Henry Engler: Además del equipo médico, hay que tener en cuenta que el personal de enfermería es el que está 24 horas con el paciente.
¿Qué pasa si algunos no atienden al paciente, no reaccionan ante sus reclamos y lo ignoran irritándose contra el familiar que ve esto y se queja?La familia destacó el impacto de la última internación en la salud mental del extupamaro, en especial durante su estadía en el HC. En el CASMU se le había recetado Zolpidem, un fármaco que lo ayudó a conciliar el sueño y mitigar los episodios de angustia. Una vez en el HC, ese medicamento no se le suministró. Según Engler, luego de algunos intentos –sin éxito– de alertar al equipo médico, ella se encargó de adquirirlo fuera del hospital. Además, explicó que tuvo que guardar el fármaco en la sala, ya que le dijeron que si lo dejaba en la enfermería, «se podría utilizar por error en otro paciente».
El doctor Villar afirmó que no existió ni existe una falta de medicación en el HC. Declaró: «No siempre coincide lo que la esposa quiere que tome [el paciente] con lo que el equipo médico considera que se le debe dar. Es muy discutible hasta dónde uno debe dar determinada medicación que pueda provocar el peligro de agravamiento». Aun así, remarcó que en cuidados intermedios esa es una droga que se maneja con frecuencia.
Comentario de Henry Engler: Vean la falta de información sistemática del Dr. Villar. El zolpidem se lo recetaron en el CASMU. Lo toleró muy bien. Pero nos informaron que NO había en el Clínicas. Mi hija lo consiguió, habló con el Dr. Rebella médico responsable quien autorizó su administración. Que Villar diga que darle zolpidem es un antojo de la esposa de Zabalza es denigrante.
«Que me digas que llegó un día y lo encontró hecho pichí puede pasar en cualquier lado. Que no haya podido cerrar la ventana una noche, es cierto, eso te puede pasar, pero hay cosas que ella relata que son de una persona que no está en uso de sus facultades», manifestó Villar en primera instancia respecto a algunos pasajes de la denuncia de la compañera del fallecido.
Comentario de Henry Engler:
No es mi mi hija la que no está en uso de sus facultades mentales, lo que ocurrió, es demencial. En un hospital donde el responsable de todo lo que pasa es el Dr. Alvaro Villar. Yo la he acompañado en estos días oscuros y soy testigo de este pasaje por el infierno dantesco, que Villar niega. La falta de respeto `por la familia es intolerable.
Frente a la pregunta de si es una práctica normal del hospital que un paciente permanezca más de seis horas orinado, expresó que no tiene ninguna constancia de que esa situación haya sucedido realmente. Henry Engler: Parece que el Dr. Villar piensa que todo es fantasía y falsedades y que su concepto de la realidad es lo único que cuenta. En esta línea, el director del HC alegó que cuando se reciben denuncias por cualquier vía, incluidas las redes sociales, se hacen investigaciones internas, y aseguró que cada vez que la esposa de Zabalza se quejó por algún motivo, eso se contempló.
«Nosotros abrimos el hospital para que ustedes vengan, saquen fotos, les pregunten a los pacientes y a enfermería. Todos van a decir que no faltó personal.»
Comentario de Henry Engler: Si no faltó personal, no pueden decir que estaban sobrepasados de trabajo. Entonces las graves faltas de una parte de ese personal implican: carencia de ética, de profesionalidad, de empatía y de dignidad. Esas personas deberían ser identificadas y obligadas a cambiar de oficio. Es responsabilidad del Dr. Alvaro Villar que eso ocurra.Cada área del HC es un mundo.
El último año, algunos pisos fueron reacondicionados, y Villar aspira a continuar con varios planes de refacción en lo que resta de su gestión, que inició hace un año y que pretende que sea más extensa que un solo mandato. «En cuatro años no hacés nada», aseguró.
Comentario de Henry Engler:
Entonces pensemos en los pobres que en los próximos años tengan que pasar un tiempo en el hospital. Seguramente la mayoría no van a tener un médico en la familia y familiares que reclamen como tuvo Jorge. Y pobre de esos pacientes porque si alguien de la familia se queja, van a decir que están mal de la cabeza. Y si tienen una enfermedad seria: “se iban a morir de cualquier modo”.Colchones de 18 centímetros, luces sobre las camas de los pacientes, un baño cada dos camas, sillones reclinables para las visitas, pintura, relleno para las grietas del piso y las paredes, una solución para los cables inservibles que cuelgan de los techos y que haya más iluminación natural son algunos de los interminables ejemplos que el director listó en una recorrida por algunos de los pisos del enorme edificio. El octavo piso fue donde Zabalza vivió sus últimos días. Una pintura amarillenta y descascarada recubre las paredes de las habitaciones, y lo común – por ejemplo– es que las ventanas no tengan manijas de donde agarrarlas. La enfermería, pequeña y mal iluminada, se encuentra en un extremo del corredor, y a lo largo están las habitaciones. La de Zabalza era la cama diez; no obstante, a pesar de estar a pasos de la enfermería, él relató a su familia que era imposible comunicarse con el personal.
Aún más en el estado de debilidad en que se encontraba. Si tenía un problema, contactaba por celular a su esposa y ella –desde afuera– se comunicaba telefónicamente con el piso. Villar afirmó que Zabalza era controlado por cámaras, «algo que solamente tienen los pacientes que se encuentran lejos de la enfermería o en aislamiento».
Comentario de Henry Engler:
Me cuesta entender que quien se expresa en esta entrevista sea el Dr. Alvaro Villar. Tengo la sensación de que con todo lo que falta hacer en el Clínicas su preocupación pasó de focalizarse en los pacientes y la atención esmerada del personal de enfermería 24 horas por día, a los materiales deteriorados que llevarán años cambiar. No reconozco al Alvaro Villar que conocí hace un tiempo en el Maciel. Allí el centro de las preocupaciones eran los pacientes. La arrogancia y el desprecio con que habla de mi hija, esposa de Zabalza defendiendo lo indefendible me produce indignación y decepción. ¿ A quién defiende? ¿ a la mala praxis, a su reputación o a ambas? Juzguen ustedes.