Credito: Aporrea
El presidente de EE.UU., Joe Biden, aún no ha tomado ninguna decisión sobre la posibilidad de prohibir las importaciones de petróleo ruso como respuesta a la operación especial militar de Moscú en Ucrania, afirmó este lunes la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.
«Por el momento, el presidente no ha tomado ninguna decisión sobre la prohibición de las importaciones de petróleo de Rusia. Estas discusiones están en curso internamente, así como con nuestros colegas y socios en Europa y en todo el mundo», declaró la vocera durante una conferencia de prensa.
Detalló que el mandatario estadounidense discutió la cuestión previamente este lunes con varios de sus homólogos europeos. «Me gustaría señalar que lo que más preocupa al presidente es asegurar que sigamos adoptando medidas para castigar al [presidente ruso Vladímir] Putin, al tiempo que tomamos todas las medidas necesarias para limitar el impacto en los precios de la gasolina», añadió.
Negociaciones con Irán, Venezuela y Arabia Saudita
Asimismo, la portavoz de la Casa Blanca reveló que Estados Unidos está discutiendo con Teherán temas de suministro de petróleo, como parte de las negociaciones sobre el acuerdo nuclear con Irán. «Por supuesto, la discusión sobre el petróleo es parte de eso, pero el objetivo principal es evitar que [Irán] obtenga un arma nuclear», dijo.
También Psaki recordó que el coordinador del Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU. para Medio Oriente y África del Norte, Brett McGurk, y el asesor senior de Seguridad Energética, Amos Hochstein, fueron a Arabia Saudita para «discutir una serie de cuestiones, incluyendo la guerra en Yemen, la seguridad en la región y, ciertamente, la seguridad energética». «Tuvieron la discusión. A todos nos interesa reducir el impacto en el mercado mundial del petróleo, y eso fue parte de esa discusión», añadió.
«Y solo señalaré, en este escenario, que [esos pasos] están separados. Son caminos y conversaciones separadas, tal como lo son en las negociaciones con Irán», subrayó.
Además, Psaki confirmó que una delegación de EE.UU. visitó anteriormente Venezuela para discutir, entre otros temas, la seguridad energética, así como «la salud y el bienestar de los ciudadanos estadounidenses detenidos» en el país latinoamericano.
Este fin de semana, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, aseguró que Washington está teniendo conversaciones «muy activas» con la Unión Europea (UE) para prohibir la importación de petróleo procedente de Rusia, en un paso más para asfixiar la economía rusa en represalia por la guerra en Ucrania.
Nerviosismo por alza en el precio del petróleo
Estos planes de un posible embargo petrolero a Rusia, uno de los principales exportadores mundiales, han contribuido a disparar aún más el precio del barril del crudo en los mercados internacionales.
Asimismo, han generado especial preocupación en los aliados europeos, como es el caso de Alemania, más reticentes a la medida, ya que son mucho más dependientes que EE.UU. del petróleo de Moscú.
Dentro de EE.UU., estas conversaciones se producen en un momento económico delicado con una inflación no vista en cuatro décadas y con el consiguiente nerviosismo en la Administración de Biden, que teme una mayor presión sobre los bolsillos de los estadounidenses en un año de elecciones legislativas, en noviembre próximo.
Como consecuencia, Washington ha comenzado a sondear otros grandes productores de petróleo para evaluar la posibilidad de que compensen el potencial bloqueo del crudo ruso con aportaciones adicionales y ayudar a estabilizar los precios internacionales.
Entre los contactados y, como señal del extraordinario panorama geopolítico desencadenado por la invasión rusa, figuran Arabia Saudí y Venezuela.