CHILE: CUANDO SE FALSIFICA LA HISTORIA, EL PROGRESISMO CAMPEA

No hay nada más repudiable que la deshonestidad intelectual, la falsificación histórica y la mentira con alevosía y ensañamiento. Más aun cuando esto concurre y sale por la boca de alguien que se define como “comunista” agravándola aun más cuando esa “comunista” ocupa un cargo en el gobierno y desde el espacio de los medios masivos de desinformación le otorgan pantalla para mentir con publicidad agregando esta última característica a las ya alevosía y al ensañamiento. 

Pero bueno a eso se han dedicado los progresistas, reformistas y los revisionistas a lo largo de la historia y de su triste, bochornosa y estúpida existencia. Pero alguien podría decir que eso es parte de la lucha ideológica o como la entienden esos traidores o como la ejercen y quizás tengan razón son así y nada se podría esperar de su parte. Pero cuando esa mentira alevosa es en torno a tergiversar la lucha de los pueblos, y de su historia entonces estamos en presencia de los más ruin y bajo a lo podrían caer, hasta ahora, estos mercaderes de ilusiones. 

Lo anterior sucedió con el inicio de los gobiernos civiles en Chile desde 1990. El progresismo, la Concertación, quiso imponer durante todo su reinado aquella frasecita que decía “la transición a la democracia se conquistó con un lápiz y un papel” haciendo referencia al Plebiscito de 1988 que permitió llamar a las elecciones de 1989, las presidenciales, donde resultó electo el ex golpista democristiano Patricio Aylwin. 

Ese discurso de la Concertación quiso ocultar el conflicto armado por cual transitó Chile durante la dictadura, la formación de las milicias populares, de los comités de autodefensa, de las unidades de combate y de movimientos armados que con diversas acciones armadas de todo tipo acompañaron al pueblo en su lucha, resultando fundamentales en el término formal de la dictadura. Esta sin duda es la interpretación burguesa de esa época histórica asumida por gran parte de la izquierda progresista de ayer y hoy. 

Ricardo Lagos (2017) La democracia se conquistó con un lápiz y un papel

https://www.cnnchile.com/pais/lagos-recordo-el-triunfo-del-no-con-un-lapiz-y-un-papel-se-derroto-pinochet_20171005/

Pero esa mentira hoy parece reactualizarse también con la misma intención, ocultar y deslegitimar el uso de la violencia popular fiel representante del amplio descontento al interior del pueblo y de los trabajadores. 

Si el estallido social (2019) legitimó el uso de la violencia popular desde el pueblo mismo, movilizado y activado, el uso de esa violencia ha continuado apareciendo tanto desde el movimiento revolucionario mapuche, de liberación nacional, como del movimiento estudiantil, de pobladores que protestan contra las alzas y por algunos movimientos de trabajadores que de cuando en cuando estallan contra la explotación del hombre por el hombre. 

Pero ahí salta Camila Vallejos, ayer dirigente estudiantil y diputada comunista y hoy ministra vocera del gobierno de Gabriel Boric (el voltereta). 

En relación a las barricadas que aparecen cada vez que los estudiantes se manifiestan, Vallejos ha innovado la frasecita anterior de Lagos diciendo que “cuando luchamos, se refiere a su época de dirigenta estudiantil universitaria, por una educación lo hicimos con un lienzo”.

Vallejo se refiere a las protestas del 2011 cuando el movimiento estudiantil secundario levantó la bandera de Fin al lucro en educación adhiriéndose posteriormente los universitarios. 

Lo que no dice Vallejos es que en esas manifestaciones también hubo barricadas, enfrentamientos con la policía fascista y graves violaciones a los derechos humanos, golpizas masivas, torturas en comisarias, abusos sexuales contra escolares al interior de las comisarias y carros policiales todo documentado en informes del Instituto Nacional de Derechos Humanos que en ese entonces dirigía Lorena Fríes. 

Lo tampoco dice Vallejo que a pesar que esas movilizaciones fueron masivas y combativas fue ella, el actual presidente Gabriel Boric, y su ministro Giorgio Jackson, también dirigentes estudiantiles de época los encargados de bajar las movilizaciones, negociar con el parlamento y evitar ya en esa oportunidad que el Piñera renunciara, cayera. 

¿Pensarán estos progresistas que los pueblos y los trabajadores pueden conquistar sus demandas sin enfrentamientos, sin barricadas, sin violencia popular? ¿Querrán estos imbéciles transformar al mar humano de explotados en una manada de borregos incapaces de empuñar las manos, tomar palos, palas, las armas del pueblo para enfrentar a la burguesía? Si fuera así son simplemente una tropa de ignorantes en relación de la historia de Chile y del proletariado mundial. Si fuera así es porque simplemente son otra versión de los partidos burgueses y reaccionarios. 

Camila Vallejos. Con un lápiz y un lienzo